Paco y Javier, dueños de El Rompeolas y la Pulpeira del Rompeolas
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El clásico de la previa del Dépor, en A Coruña, que pasó de bocadillos a pulpo sin perder su esencia
Una historia de compañerismo y pasión blanquiazul que ha dejado huella en la calle Manuel Murguía
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Hay quien no concibe un día de fútbol en Riazor sin pasar por su bar de siempre. El Rompeolas es uno de esos clásicos de las previas del Dépor y está a punto de cumplir 20 años. Cuando el hambre aprieta, los bocadillos de Javier y Paco siempre han sido una apuesta segura. Y tener Estrella Galicia de barril en plena calle Manuel Murguía es un reclamo que pocos pueden dejar pasar.
Detrás de la barra hay una historia de amistad que se remonta a la infancia. Aunque muchos los confunden con hermanos, no lo son. La mili los unió, y, "al ser los dos igual de malos estudiantes", la vida los empujó hacia la hostelería. Aprovecharon cada oportunidad que la vida les puso por delante, y en 2006 se lanzaron a abrir su primer local justo al lado del estadio. Así nació El Rompeolas, un proyecto en común con casi dos décadas de historia.
De niños, Javier y Paco ya vendían bocatas en la playa para ganarse unas pesetas. Lo llevaban en la sangre. Sin proponérselo, acabaron con un bar con vistas al templo deportivista. En poco tiempo, su local se convirtió en punto de referencia por sus bocadillos, litros de cerveza (siempre de barril) y ambiente de previa.
Pero el éxito no se quedó ahí. Pases a la hora que pases, siempre hay gente. Desde quien va a leer el periódico, hasta familias enteras en busca de algo rico para comer sin complicaciones. La respuesta de la zona fue tan positiva que, solo cuatro años después, abrieron un segundo local justo al lado. Y pronto, también se les quedó pequeño.
El Rompeolas
En 2019 dieron un paso más. Se liberó otro local en la misma acera y volvieron a lanzarse. Así nació un nuevo espacio con un concepto algo distinto: un restaurante más tranquilo, con platos elaborados y "un poco" menos ambiente futbolero. Lo bautizaron como Pulpeira El Rompeolas. Allí el pulpo es la estrella. “El Rompeolas es más para tapas, bocadillos…”, aclara Javier.
Por muchos que pasen, la amistad entre Paco y Javier es inquebrantable. Son la prueba de que no hay nada más fuerte que la amistad para que algo así funcione. Eso, y la pasión que sienten ambos por el fútbol, en sintonía con su clientela.
