Panorámica de Malpica de Bergantiños
El encantador pueblo ballenero de Galicia que también es famoso por su cerámica: "Con rincones carismáticos"
También destaca por sus playas vírgenes azotadas por la fuerza del Atlántico y por sus paisajes verdes de acantilados escarpados
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La Costa da Morte es la costa más salvaje de Galicia, conocida por sus paisajes de acantilados escarpados, playas vírgenes azotadas por la fuerza del Atlántico y una historia asociada a leyendas y naufragios como el del buque británico HMS Serpent en 1890, cuyos restos yacen en aguas cercanas a Camariñas (A Coruña).
Entre los destinos que merecen una visita, National Geographic destaca Malpica, tanto por su pasado ballenero como por su cerámica artesanal, auténtico símbolo del municipio. La popular revista de viajes lo menciona en el artículo 'Los pueblos, paisajes y secretos de la costa más salvaje de Galicia'.
Un encantador pueblo ballenero famoso también por su cerámica
Vistas al puerto de Malpica (A Coruña)
En el inicio de la llamada Costa da Morte se enmarca Malpica, un emblemático municipio de la comarca de Bergantiños en el que no hay tiempo para el aburrimiento: desde visitar su puerto y sus pintorescos barrios marineros hasta visitar las islas Sisargas o contemplar el atardecer en Punta Nariga.
Malpica se destaca por ser uno de los puertos balleneros que hubo en la costa de Galicia en el siglo XVII. Fueron los marineros vascos, señala la historia, los que fundaron esta población como una base de operaciones para la flota que capturaba cetáceos en el inicio de la Costa da Morte.
Hasta hace no mucho, Malpica era un mirador privilegiado para vigilar el paso de las ballenas. "Dicen los escritos que la captura y posterior comercialización estuvo originariamente en manos de los marineros cántabros y vascos, pasando luego a ser un negocio controlado por el clero", informan fuentes municipales.
De la captura de las ballenas no solo se obtenían grasas, aceite y carne, también huesos, que llegaron a ser empleados como vigas de los techos de pequeñas construcciones.
Mención especial merece la cerámica artesanal. Malpica es tierra de alfareros y una muestra de ello son los numerosos locales que venden piezas únicas en el municipio. En este contexto, la Olería de Buño goza de gran prestigio, mientras que el Ecomuseo Forno do Forte muestra el modo de vida de las familias alfareras de 1950.
Islas Sisargas
La visita a Malpica se puede completar con un paseo hasta la Ermita de Santo Hadrián, una ruta de 4 kilómetros que cada año hacen los vecinos portando la imagen del Santo, y un viaje hasta las enigmáticas Islas Sisargas, un refugio para muchas gaviotas y araos, declarada Zona de Especial Protección (ZEPA).
Para amantes del senderismo, el Faro de Punta Nariga se alcanza completando un tramo del Camiño dos Faros; y para quienes disfrutan de la historia, el Dolmen de Pedra da Arca destaca por su imponente losa de piedra cubierta de 4 metros de longitud partida a la mitad y seis chantos verticales que le sirven de soporte.
Galicia es tierra de leyendas, y la tradición oral cuenta que una mujer mora edificó piedra a piedra el dolmen, cargando las piezas sobre la cabeza a la vez que hilaba y amamantaba a su hijo.
Si quieres descubrir todo lo que puedes hacer en Malpica, no te pierdas este artículo de Quincemil.