Guardería de Galiña Azul en el polígono do Tambre, en Santiago.

Guardería de Galiña Azul en el polígono do Tambre, en Santiago. Google Maps

Santiago

Una exempleada de Galiña Azul en Santiago acepta 15 meses de cárcel por maltrato habitual a menores

La Xunta, que tuvo conocimiento de los hechos en 2019, le abrió un expediente y la apartó, hasta que la propia educadora renunció al puesto en 2020

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Una extrabajadora de la guardería pública Galiña Azul del polígono del Tambre, en Santiago de Compostela, ha aceptado una pena de 15 meses de cárcel por un delito de maltrato habitual a niños de entre cero y dos años entre los años 2018 y 2019.

Tal y como recoge Europa Press, la educadora alcanzó un pacto de conformidad con la Fiscalía y las familias querellantes en la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 2 de la capital gallega.

Aparte de la pena de cárcel, que quedará suspendida -por lo que no entrará en prisión- a condición de que no delinca durante dos años, ha sido condenada a indemnizar en 1.000 euros a un menor y 1.500 a cada uno de los otros dos.

Además, estará inhabilitada durante dos años para ejercer oficio, profesión u otra actividad que implique contacto con menores y deberá pagar dos multas, de 150 euros cada una, por delitos leves de maltrato de obra y lesiones.

Según señala el escrito presentado por la Fiscalía, varias madres presentaron una denuncia ante el juzgado en noviembre de 2019 en la que relataban episodios "frecuentes" en los que la acusada "les gritara y los zarandeara". También les exigía que comieran solos y, si no lo hacían debido a su corta edad, "les tiraba la comida". También les obligaba a recoger los juguetes y, de no hacerlo, les tiraba otros de la estantería para olbigarles a recoger más.

El escrito recoge que la extrabajadora castigaba a los menores "dejándolos subidos en la trona durante mucho tiempo o tumbados en una hamaquita en un rincón del aula de cara a la pared". Cuando lloraban, los dejaba solos en el cuarto de baño del aula hasta que se cansaran y, en ocasiones, llegó a cubrir a los niños con "una sábana o similar hasta que se cansara de llorar por puro agotamiento".

Según la Fiscalía, entre los años 2016 y 2017 a un niño "que no se ha podido concretar cuál fue", lo castigó poniéndole encima toallas mojadas con agua fría mientras estaba desnudo y "solo con los calzoncillos".

Apartada por la Xunta

Fuentes de la Consellería de Política Social e Igualdade consultadas por Europa Press aseguran que, "tan pronto" tuvieron conocimiento de las conductas de la trabajadora, en octubre de 2019, "se abrió un expediente y se hizo una reunión con las familias" del centro público. Así, mientras se realizaba la investigación, esta educadora fue apartada y, posteriormente, ella misma se cogió una baja.

Ya en diciembre de aquel año se abrieron diligencias previas por parte del juzgado, por lo que la Xunta remitió "toda la documentación" relativa al expediente sancionador.

Con todo, este trámite se suspendió desde el momento en el que se judicializaron los hechos, hasta que finalmente decayó en el momento en que la trabajadora renunció a su puesto de trabajo en abril de 2020, relatan las mismas fuentes.