Graduación de los estudiantes de Medicina, ayer en Santiago.
Graduados en medio del apagón general: a los estudiantes de Medicina de Santiago les tocó improvisar
Muchos recién graduados vieron anuladas sus reservas para comer y acabaron en bares celebrando a oscuras el día que se colgaron la banda
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Cuando hicieron la Selectividad y consiguieron entrar en la carrera de sus sueños, Medicina, sabían que se venía un largo camino por delante. Sin embargo, nunca pensaron que el camino, más allá de los libros, vendría en forma de pandemia por Covid-19, borrasca Filomena, DANA y apagón nacional.
Tras tener que confinarse en su primer año universitario, la promoción de médicos 2019-2025 de la USC ha vivido el día de su graduación en medio de un apagón que ha afectado a todo el país.
Vestidos de gala, sin batería ni cobertura en los móviles y con muy pocas opciones para comer en la ciudad han tenido que improvisar un día de celebración que nunca olvidarán.
Así lo vivieron ellos y las decenas de familias y amigos que se desplazaron hasta la capital gallega para ver a sus seres queridos colgarse la banda de graduados.
Apagón repentino
Tras la tradicional foto en la plaza de la Quintana, los cerca de 400 estudiantes de Medicina acudieron al Palacio de los Congresos, donde tuvo lugar el acto. Este arrancó alrededor de las 12:00 horas, pero en el medio se vio interrumpido por un apagón repentino.
"El apagón nos pilló al principio del acto, pero duró unos segundos y enseguida volvió la luz. Pensamos que era algo puntual pero, aunque la luz sí volvió, los micrófonos y las pantallas no iban. Al ver que tardaban un rato en arreglar nos empezó a parecer raro, ahí fue cuando se empezó a comentar lo del apagón a nivel de toda España", relata Andrea, una de las graduadas.
Enseguida empezaron a llegar mensajes a los móviles de graduados e invitados, pero la
emoción del momento hizo que fuera imposible entender la magnitud de lo que estaba sucediendo.
Banda de los graduados en Medicina este lunes.
"Me llegó un mensaje de una amiga que estaba en Coruña preguntándome si nosotros tampoco teníamos luz, otro de mi novio contándome que tampoco había en Portugal, Francia e Italia y una foto del humo de la refinería de Coruña. Luego se me cortó la conexión. Al ver volver la luz en el acto pensamos que ya había pasado, no nos enteramos de nada ahí dentro", explica Rocío, amiga de una de las protagonistas.
"El rector comentó que el apagón había sido a nivel España, mi cuñado y yo nos miramos pensando que era un farol. Al salir muy poca gente tenía conexión, pero pensamos que era por la masificación de gente que allí había”, añade Beatriz, madre de una de las estudiantes.
El acto pudo terminar sin mayores contratiempos gracias a los generadores del Palacio de los Congresos. Sin embargo, cuando llegaron al centro dispuestos a comer se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.
Una graduación improvisada
Beatriz explica que tenían todo planificado para comer en el centro de Santiago, pero que no pudo ser: "Tuvimos que ir a recoger a Sigüeiro a nuestros dos hijos, que venían en tren y ya no pudieron subir. Al llegar al restaurante estaba cerrado, tuvimos que improvisar".
Decidieron buscar un bar donde pensar, pues todos los comercios, supermercados y restaurantes estaban cerrados.
"La celebración fue juntarnos dos familias y amigos en un bar, a oscuras y sin poder comunicarnos con nadie. Fue todo muy extraño, pero lo importante era que estábamos juntos y que lo celebramos como pudimos"
"Encontramos un bar abierto con sitio. Nos fueron sacando lo que tenían frío, cervezas y refrescos. El padre de mi amiga desapareció un momento y llegó con empanadas y lo que quedaba en una panadería. Pudimos picar algo".
Andrea cuenta que, en su caso, encontraron un sitio donde comer, pero que muchos compañeros suyos no tuvieron la misma suerte.
"La celebración fue juntarnos dos familias y amigos en un bar, a oscuras y sin poder comunicarnos con nadie. Fue todo muy extraño, pero lo importante era que estábamos juntos y que lo celebramos como pudimos", añade Beatriz.
Los generadores como salvación
Tanto familias como graduados cuentan que la tarde estuvo llena de incertidumbre, pues no conseguían contactar con nadie y no sabían si la cena programada para la noche seguía en pie tras el apagón.
Con las calles y terrazas abarrotadas de gente muchos graduados estuvieron haciendo tiempo hasta saber qué sería de la cena, aunque otros tantos decidieron regresar a sus casas al ver imposible que esto siguiera adelante.
"Fueron unos compañeros a hablar con el pazo donde teníamos la reserva de la cena y la fiesta para ver si se mantenía en pie. Al final, se hizo sin mucho impedimento porque tenían generadores propios. Sin embargo, la tradición de ir a desayunar a la facultad y pasar por todas las clases no se hizo porque debido al apagón cerraron la facultad", cuenta una de las protagonistas.
El día que tanto llevaban esperando no salió como estaba planeado pero, seguro, será una celebración que nunca olvidarán.