Decíamos que 2013 pasará a ser para los deportivistas uno de los años históricos del club. Lo hacen incuestionable hitos, entre otros, como la rebelión ante ‘el golpe de estado del 31 de julio’, que querían dar los enemigos del Deportivo o el increíble ascenso de los canteranos de Fernando Vázquez.
Pero el 2013 aún nos iba a proporcionar, a través de los más pequeños, otro regalo para el proyecto de la cantera. Si los mayores, al subir de categoría, acababan de demostrar su valía, llegaba ese año una camada muy joven que iba a merecer que se la distinguiese como “la generación de oro” del Deportivo.
Miguel Gamallo era el director de la cantera, desde hacía años. Había nombrado dos técnicos para la etapa de iniciación, que se distribuían las funciones. Manuel Pulido, como coordinador, y Alberto Porvén, en la labor de captación, eran los dos responsables de seleccionar a los niños que se incorporaban por primera vez al Deportivo.
Esa temporada Pulido y Porvén lo tuvieron más complicado que nunca. Se vieron obligados a hacerlo bajo los recortes económicos inimaginables de los concursales, pero triunfaron. Gracias a su trabajo, y al buen ojo de ambos, consiguieron reclutar un equipo impresionante.
La de 2013 fue la mejor añada de la historia del club. Siempre campeones. Primero desde alevines, con Villamisar y Lagar como entrenadores, y más tarde con Gilsanz en la etapa juvenil, su extraordinaria calidad los llevó a ser campeones de España. Ellos consiguieron para el Deportivo el segundo título, únicos de esa categoría en Galicia, después de eliminar al F.C. Barcelona y al Real Madrid. Casi nada.
El conjunto lo integraban solo niños gallegos -y salvo Noel, todos de la provincia coruñesa- que hoy apenas superan los 20 años. El que está más de moda es “Alvarito” Fernández Carreras, ahora conocido como Carreras, que está a un paso de convertirse en uno de los fichajes estrella del nuevo Madrid. ¿El precio? Unos cincuenta millones de euros para el Benfica y un buen pellizco para el Dépor, por derechos de formación.
En aquel equipo alevín del Deportivo de 2013, además de Alvarito (Benfica), también estaban Dani Barcia (Dépor), Noel (Madrid), Hugo Novoa (Alavés) y unos meses después se incorporó Trilli (Barça). Todos ellos, nada menos que cinco integrantes de aquel equipo de críos, han sido internacionales Sub-19 con España. Es éste un dato tan espectacular por lo excepcional -muy difícil un éxito así de una camada- como escalofriante por lo negativo para nosotros, porque en el Deportivo tan solo permanece Dani Barcia.
Lamentablemente, alguno podrá argumentar, como dato positivo, que esa “generación de oro” sigue produciendo beneficios a las arcas del club, pero la realidad es para llorar. Casi todos ellos -al igual que Jairo Noriega, que dejamos marchar y que acaba de decirle no al Celta- triunfarán con otras camisetas. Es posible que un día alguien reconozca que, por el camino, algo se ha hecho muy mal.
Tan mal se ha hecho que hasta Pulido y Porvén, ‘padres’ de aquellas criaturas que llegaron con diez años al club, ya hace una década que han sido premiados por nuestros dirigentes con el ninguneo y el despido.
Eran unos coruñeses -vuelvo a recordar también a Fernando Vázquez- que han demostrado que a nuestra gente no es fácil superarla. Me duele que, desde hace años, algunos en el club se hayan empeñado en convertir a los coruñeses en los únicos forasteros en su propia ciudad. Es muy injusto.
Fue muy triste contemplar cómo se destruía el trabajo de décadas de mucha gente. No solo vimos cómo se destruía el grupo de empresas del Deportivo -el Playa Club, la joya de la corona; el magnífico gimnasio “Zona Fit”; la Deporclínica; el periódico Depor Sport y la revista RCD- sino también, y eso era mucho peor, contemplamos cómo iban desapareciendo todos los grandes futbolistas “pescados en Abegondo”.
La buena noticia es que el presidente Escotet, que hace tiempo ha tomado el mando del barco, parece que ha cambiado el rumbo. Ha hecho suyo aquello que decíamos en un artículo anterior: “si se pretende hacer algo grande, la venta más rentable de los mejores es, sin duda, quedarse con ellos.“
Ahora ojalá acierte con el patrón de pesca que elija, porque es el que tenga que llevar la nave a los mejores caladeros. Es preciso que capture cuatro o cinco peixes especiales y para ello el propietario le debe proporcionar ‘miñoca’ en cantidad. No se la debe regatear.
Se comenta que ya se necesitó mucha para hacer picar a ese gran ejemplar de ‘cherne’ canario, pero no podemos correr el riesgo de que escasee. Necesitamos ‘miñoca’ suficiente para que se puedan pescar otros peixes de una categoría similar.
Es el coste a pagar hoy por haber dejado escapar hace años a las mejores piezas que criamos en nuestro ‘Roncudo’ de Cecebre. Ahora no queda otra que pelear por esos pescados especiales en los mejores caladeros nacionales e internacionales.
No será fácil conseguirlos. Aparte de contar con ‘miñoca’, será preciso que el patrón conozca bien los caladeros, porque nos vamos a encontrar con otras tripulaciones que tienen los mismos objetivos.
Todos sabemos lo difícil que es capturar esos ejemplares, pero también lo era hacerse con el ‘cherne’ canario -en peligro de extinción- y se logró. Seguro que al presidente no se le escapa que pescar solo en Abegondo no llega. Es imprescindible que consiga esas piezas donde se encuentren para poder cumplir su sueño. Sin ellas, no podrá comenzar a preparar esa caldeirada futbolística de lujo que nos ha prometido: llevarnos a la Champions.
Juan Carlos Escotet dice que es un hombre de palabra. Cumplirá