Los alumnos posan con el dron con el que competirán este jueves.
Antón Alonso, tutor de un grupo de la Liga Maker Drone: "No es solo pilotar, exige mucho compromiso"
El profesor del centro Nuestra Señora del Carmen, de Betanzos, repasa con Quincemil
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Ser capaces de transportar con un dron una serie de medicamentos de un punto a otro del circuito prefijado. Algo que puede sonar a juego de niños es una realidad que puede llegar a salvar vidas a corto y medio plazo. Y es que las posibilidades que nos proporcionan las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de comunicación permiten acortar, entre otras cosas, los tiempos de respuesta a muchas emergencias.
Algo tan simple como divertido es el programa principal de la Liga Maker Drone, una competición impulsada por la Fundación Barrié y el centro tecnológico ITG que este jueves reúne a 180 estudiantes de segundo de la ESO de Galicia y que se celebrará a las 10:30 en el Coliseum.
Uno de los colegios que participan en la cita es el Nuestra Señora del Carmen, de Betanzos. Están preparando ya los últimos detalles para que mañana todo salga como tienen previsto. "Es el cuarto año que nos presentamos. El primer año quedamos segundos, el segundo ganamos y el año pasado no nos fue bien porque tuvimos un pequeño accidente. Tenemos ya el prototipo hecho, podemos llevar el máximo de carga y todo con un pequeño radioenlace montado, un mando y un receptor en el dron y usando también engranajes", resume Antón Alonso, profesor de tecnología del centro brigantino entre otras asignaturas, a preguntas de Quincemil.
De cara al concurso, deberán trasladar esas medicinas usando este elemento volador. "Tienes que cargarlas, son un mínimo de seis y un máximo de doce. Hemos elegido un mando con tres ranuras, en cada ranura van cuatro botes de cada tipo, seleccionamos cuál es el que queremos dejar caer y lo depositamos. La competición consiste en que tienes varias plataformas y tienes que dejar un color de medicina en la plataforma que te marcan", reflexionó.
La organización suma para que esta competición sea especialmente interesante también desde el punto de vista formativo. "La organización es buenísima. Nos dan formación, vienen al colegio y hay cola por apuntarse. Nos dan material, nos dan una pequeña asignación económica y nos ayudan en todo", explica Alonso.
El proceso de elección de los alumnos que participan tampoco es sencillo, porque es una actividad que se demanda por encima de las plazas existentes. "En mi caso, se inscriben en la plataforma online del colegio y explican por qué quieren participar, qué pueden aportar, es para que muestren un interés y luego a través de las diferentes habilidades vamos estableciendo filtros objetivos. No es solo pilotar, exige mucho compromiso, implicación y también ayudan las notas. No hay un criterio único, sí buscamos que se lo merezca. Si se lo merece y tiene interés, está dentro seguro del programa", comentó.
La actividad presenta tanto participación de niñas y niños. "Yo trato de que haya paridad. En primero de la ESO ya se comenta que para el año quieren estar y participar, es una actividad popular".