Solomillos de bacalao en el mercado de San Agustín, en A Coruña.
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El aumento del precio del bacalao en A Coruña antes de Navidad: "Desde el verano, subió tres veces"
Placeras y comerciantes reciben menos producto desde Islas Feroe e Islandia, donde desaparecen proveedores. Cada pedido es más caro y el kilo de solomillo alcanza los 45 euros, 13 más que hace dos años
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Bacalao, lubina, merluza, palometa roja, besugo, rape. Estos seis pescados suelen entrar en las cenas y comidas navideñas de los hogares españoles. Es una tradición ahora condicionada por el aumento del precio general de los pescados. El bacalao de gran calidad, por ejemplo, llega en menos cantidad desde Islandia e Islas Feroe y su valor se dispara.
"No hay". Es la respuesta que obtienen placeras y comerciantes de A Coruña cuando preguntan a sus proveedores por qué ahora sale más caro el suministro de este pescado. "No hay, no hay. Sin más explicación, no saben o no quieren decir", admite Isabel Anidos, propietaria de El Riojano, ultramarinos conocido por su venta de bacalao. "Y cuando escasea algo y se sigue demandando sube su precio".
En origen hay menos producto. De seis proveedores se ha pasado a tres, cuenta Anidos según lo que a ella le transmiten. "Ya el año pasado era complicado conseguirlo y desde el verano me ha subido el precio paulatinamente tres veces".
Afirma que en noviembre pidió una tarifa fija "para no tener que volver a subir el precio a 15 de diciembre". "No me parecería ético, pero lo que me dicen es que con cada pedido habrá precios nuevos". Recibe dos a la semana, hojas de bacalao de distinto tamaño y en variedad de solomillo, trozos sin espinas, migas, cocochas, cogotes y tajadas.
Bandejas con variedad de bacalao en el ultramarinos El Riojano.
En el mercado de San Agustín, tampoco Carmen Fernández y Ángela Barrán saben cuál es la verdadera razón de su encarecimiento. "Lo que se exporta es más caro, pero lo único que sabemos es que cuando nos lo traen los proveedores dicen que a ellos les sale más caro", cuenta la primera placera, del puesto Del Saco a la Mesa, que recuerda que en la Navidad de 2024 "se consumió menos bacalao".
Hace dos años el kilo de solomillo de bacalao estaba a 32 euros, un año después valía 40 y ahora hay que pagar 45 euros, consulta Barrán en su aplicación de actualización continua de precios. "Lo hay más barato, pero no lo trabajamos. La última vez no lo repercutí en el cliente, pero si la próxima me sube 1,50 euros el kilo voy a tener que hacerlo", comenta.
Factores de mercado
"En general, todo el pescado ha subido de precio". Aunque el salmón se ha contenido, el besugo es más caro a estas alturas del año, la palometa es muy demandada, así como los pescados finos de horno.
El bacalao con coliflor y garbanzos "es una receta típica" (también se puede preparar a la portuguesa, a la riojana o al pil pil) de Navidad, pero "también han subido las legumbres y los garbanzos", apunta Barrán.
Mientras las placeras y comerciantes hacen cuentas con sus gastos e ingresos y los clientes vigilan la cartera, las fuentes especializadas en información sobre pesca recogen el volumen de exportaciones de bacalao y pescados procedentes de Noruega e Islandia, con valores disparados que responden a una reducción de las capturas debido a la limitación de cuotas.
La política comercial de estos y otros países, como Rusia, también incide en los volúmenes y los precios de las exportaciones, factores que a la larga llegan a los hogares a la hora de decidir qué pescado (si optan por ello) cocinan por Navidad.