Alfonso Álvarez, a la izquierda, hijo del fundador de El Modelo, con sus hijos Alfonso y Belén.

Alfonso Álvarez, a la izquierda, hijo del fundador de El Modelo, con sus hijos Alfonso y Belén. Quincemil

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Las claves para resistir y competir de una mueblería familiar de A Coruña: "Trato y calidad"

Tres generaciones de la familia Álvarez han estado al frente de El Modelo desde 1962. Con menos de una decena de mueblerías en la ciudad, el sector se adapta a las necesidades de sus clientes según el cambio de tendencias, costumbres y consumos: "La mayoría de la gente no se complica, quiere sota, caballo y rey"

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Desde la entrada a Muebles El Modelo, Alfonso Álvarez nieto hace un cálculo rápido de las mueblerías que hasta hace pocos años había en dos o tres manzanas a la redonda, en la zona de Os Mallos próxima a los Juzgados: le salen siete. En la avenida de Oza había otras tantas, en el Agra do Orzán las mismas. Su padre, Alfonso, recuerda que "hace 40 años había 66 en toda A Coruña".

Hoy se cuentan con poco más de los dedos de una mano. De esas siete u ocho que quedan en la ciudad, la mitad son negocios familiares como El Modelo, que en 1962 abrió su primera tienda en Oza, más tarde tuvo otra en O Burgo (Culleredo) y solo mantiene la de la calle Monforte.

El fundador aún vive, Alfonso Álvarez Cudeiro, de 98 años, natural de Os Peares (Ourense). Él creó un pequeño taller de carpintería donde construía y vendía muebles. De A Coruña le llegaron clientes, muchos, que cargaban camas y armarios en trenes, y Alfonso se subió a otro para mudarse a la ciudad y empezar el negocio. Su hijo también se hizo cargo de la tienda, y desde hace más de veinte años lo hacen sus nietos Alfonso y Belén.

El bajo de Muebles El Modelo, en la calle Monforte de A Coruña.

El bajo de Muebles El Modelo, en la calle Monforte de A Coruña. Quincemil

En el presente, queda muy lejos la población migrante que adquiría tantos muebles para llenar los pisos que compraban. El consumo, con los dos ojos puestos en la evolución de la economía, ha cambiado, como también las tendencias y prioridades a la hora de amueblar los hogares.

"El perfil de cliente es variado. Una gran parte son funcionarios con sueldos decentes que buscan calidad en el mueble. La clase media ya poco", repasan padre e hijo. "El coste de la vida ha repercutido y la mayoría de la gente no se complica al amueblar sus casas: sota, caballo y rey".

Adaptación y competencia

Matizan los hermanos Álvarez que atienden bastante a clientes que "necesitan adaptación". "Buscan diseños personalizados, muebles que se adapten a las dimensiones o el estilo de dormitorios o salones, al tamaño de la televisión u otros muebles".

"Antes entrabas en la tienda y querías ese mueble en exposición, no había tantas opciones de diseño, colores, estilo. Ahora el 90% de las ventas se hacen después de un diseño creado con herramienta informática, viendo cómo va a quedar la habitación al gusto del cliente", añaden la hija y su padre.

Belén Álvarez, su padre Alfonso y su hermano Alfonso en el interior de Muebles El Modelo.

Belén Álvarez, su padre Alfonso y su hermano Alfonso en el interior de Muebles El Modelo. Quincemil

Con televisiones más grandes es más amplio el hueco en el mueble del salón. Con menos vajillas en casa, ya no se guardan en muebles. Si la música se escucha en cualquier reproductor que no sea un equipo musical, ya no se le reserva un espacio en la habitación. Menos libros, menos biblioteca. "Ya no nos piden estanterías para Cds y DVDs. Las generaciones cambian, las costumbres cambian, el almacenaje en muebles también", concluye Álvarez nieto.

Tapicería y colchones se venden más, piezas de estilo nórdico fabricadas en plantas del Levante o del norte de Europa con multitud de referencias de materiales y colores. "Con la pandemia la gente se quedó en casa y se dio cuenta de que necesitaba sofás más cómodos", explica la familia Álvarez.

Han cerrado mueblerías, también fábricas ("en Valencia desaparecieron muchísimas"), se ha trabajado con otras del país y del extranjero. Pero la dedicación al mueble es íntima y auténtica en los propietarios de El Modelo.

Un camión de Muebles El Modelo.

Un camión de Muebles El Modelo. Quincemil

"Quedamos pocas mueblerías y hay mucha venta online de muebles que ni se prueban y con producto más rápido de importación. Hay que competir. Aquí, como negocio de barrio de muchos años, vivimos del boca a boca y competimos haciendo que los clientes se queden contentos con el trato y con la calidad del producto", proclama Belén Álvarez.

"Me encanta cuando entra alguien en la tienda y dice que viene de parte de otro cliente y que le gustan sus muebles. Si hemos durado tantos años, ha sido precisamente por eso".