Lado peatonal de la plaza de Lugo de A Coruña, con hostelería y comercio.

Lado peatonal de la plaza de Lugo de A Coruña, con hostelería y comercio. Quincemil

Ofrecido por:

Comercio

El pulso de la plaza de Lugo en A Coruña: "Hay muchos factores que deciden qué funciona y qué no"

Negocios asentados y abiertos hace poco tiempo conviven en la milla de oro de la ciudad y su entorno, zona marcada por alquileres muy elevados que desde la peatonalización de la calle Compostela "atrae a más gente"

Otras zonas comerciales de A Coruña: La calle Barcelona de A Coruña: un "motor comercial" adaptado a la convivencia de culturas

Publicada

La peatonalización de la calle Compostela, junto a la plaza de Lugo de A Coruña, se consumó a finales de 2022, un momento clave del año, ideal para facilitar las comodidades en el consumo con motivo de la Navidad, de las que se beneficiarían, además de los vecinos, las tiendas y cadenas comerciales instaladas en el entorno.

La plaza y su ámbito, denominada la milla de oro de la ciudad (rentas residenciales y comerciales muy altas, grandes marcas concentradas en pocos metros cuadrados), ya había experimentado una transformación anterior. Entre 2003 y 2005 se llevó a cabo la reconstrucción del edificio del mercado y la peatonalización de uno de sus lados, entre las calles Payo Gómez y Picavia.

La calle Compostela, última en peatonalizarse en el entorno de la plaza de Lugo.

La calle Compostela, última en peatonalizarse en el entorno de la plaza de Lugo. Quincemil

Veinte años después de aquellas obras y transcurridos casi tres desde la eliminación de vehículos en la calle Compostela (salvo la carga y descarga), la plaza de Lugo atrae a más gente y da a conocer mejor viejos y nuevos negocios, lo cual no equivale a que unos y otros tengan asegurada su supervivencia o vendan más género y mercancía.

"Esta es la zona de más tránsito de la ciudad, un punto fijo para abrir negocios. Desde que se peatonalizó se ve más gente animada a pasear, a entrar en las tiendas. Eso ayuda a hacerse hueco", relata Jenny, la encargada de Scalpers, el último comercio de moda que ha abierto en la plaza de Lugo, en noviembre de 2024.

En la misma acera la marca tiene otra tienda de ropa masculina desde hace cinco años. "Siempre ha funcionado bien. Somos bien acogidos en Galicia, con tiendas a pie de calle en A Coruña y Vigo y corners en centros comerciales. Todo primer año es duro, pero nos ha ido bien, con los clientes que esperábamos, cada vez más", añade la encargada.

Lateral del edificio del mercado de la plaza de Lugo.

Lateral del edificio del mercado de la plaza de Lugo. Quincemil

Una perspectiva de contraste la ofrece Teresa Mahía, responsable de un pequeño puesto ubicado en los bajos del edificio de la plaza de abastos, Zapping, "tan antiguo como el mercado", dice. Vende y arregla ropa de señora y caballero y en el pasado comercializó moda infantil en el otro lado de la plaza.

"De más de un año a esta parte, el negocio decayó, me refiero a mi caso. La economía, supongo... no creo que sea la única en sufrirlo, excepto Zara", comenta Mahía. "La peatonalización es buena para el comercio, creo, pero de lo que yo vendo antes vendía muy bien y ahora no tanto".

"Una locura" de rentas

En un ámbito tan concreto y particular como la plaza de Lugo, distinta a las calles comerciales más propias de barrio, no hay una opinión unánime, salvo para constatar el alto precio de las rentas comerciales.

Teresa Mahía en su pequeño negocio Zapping, en los bajos del edificio del mercado.

Teresa Mahía en su pequeño negocio Zapping, en los bajos del edificio del mercado. Quincemil

"Ir y venir ha sido una constante en la zona, pero ahora se produce con más rapidez. Los alquileres son muy altos, de 4.000 euros mensuales, una locura. Ahora muchos abren algo aquí y se ahogan y cierran", cuenta Jesús Valencia, presidente de la asociación comercial Distrito Picasso, con 55 miembros.

Cree que la peatonalización de la calle Compostela "beneficia porque atrae a gente". Lo mismo opina otro veterano comerciante de la plaza que prefiere no dar el nombre. "Antes la gente pasaba deprisa, ahora camina despacio, se detiene, entra, pregunta. También se acercan más los cruceristas... Pero el comercio es complicado, extraño, en una zona como esta hay muchos factores que deciden lo que funciona y lo que no", reflexiona.

El último comercio que ha abierto en la plaza de Lugo, Scalpers.

El último comercio que ha abierto en la plaza de Lugo, Scalpers. Quincemil

No opina lo mismo Alba Suárez, encargada de la tienda de cosmética L’Occitane, negocio con doce años de trayectoria en la plaza: "Yo advierto que antes venía más gente en coche y ahora no tiene donde aparcar. Aunque las ventas van bien, hay negocios que notan la pérdida de clientes, que prefieren ir a Marineda. Se ve más gente por la parte de la calle Compostela que por el resto de la plaza".

Para todos los bolsillos

Tanto en los bajos del edificio del mercado como en las cuatro aceras que conforman la plaza de Lugo, hay tiendas de cadenas y franquicias de moda y complementos y alimentación (Sfera, Mango, Oysho, Bershka, Carolina Herrera, Scalpers, Paco Martínez, Bimba y Lola...).

También forman parte de ese ecosistema comercial otras propuestas más modestas: dos ópticas, dos administraciones de lotería, una tienda de golosinas, joyerías, arreglos de ropa, una chocolatería, una farmacia, Don Pollo, un Gadis... En la milla de oro, pero con servicio para todos los bolsillos.