Recreación artística de una lata de conservas de La Coruñesa. Iván Fernández Amil

Recreación artística de una lata de conservas de La Coruñesa. Iván Fernández Amil

Historias de la Historia

La fábrica gallega que encerró el mar en una lata: La Coruñesa, la primera conservera de España

La desconocida historia de la que pudo ser la primera fábrica de conservas de España, iniciada en A Coruña en 1836

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En 1810, un confitero francés llamado Nicolas Appert revolucionó la historia de la alimentación respondiendo a un desafío de Napoleón, que ofrecía 12.000 francos a quien ideara un método para conservar alimentos durante largo tiempo. Appert descubrió que calentando comida en frascos de vidrio sellados herméticamente podía preservarla sin que se echara a perder. Su invento, precursor de las conservas modernas, no solo alimentó a los ejércitos franceses, sino que cruzó fronteras y océanos, transformando la manera en que el mundo guardaba sus cosechas y capturas. Mientras los frascos de Appert se extendían por Europa, en un rincón del Atlántico, una ciudad gallega comenzaba a escribir su propia historia con el mar. En A Coruña, en 1836, nacía una fábrica que, según algunas fuentes, podría ser la primera de España en enlatar los tesoros del océano. Esta es la historia de cómo una empresa pionera llevó el sabor de Galicia a mesas lejanas, tejiendo una red que unió la calidad y tradición de la costa con el mundo: La Coruñesa.

Nicolas Appert. https://es.wikipedia.org

Nicolas Appert. https://es.wikipedia.org

La historia de La Coruñesa comienza en un momento de transformación en la ciudad de A Coruña. A principios del siglo XIX, esta villa era un bullicioso puerto comercial, un cruce de caminos marítimos donde las redes de los pescadores gallegos traían sardinas, bonito y mejillones de las ricas aguas del Atlántico.

Pero conservar estos productos más allá de unos pocos días era un desafío. Las técnicas tradicionales de salazón y ahumado, heredadas de los romanos y perfeccionadas durante la Edad Media, permitían almacenar pescado, pero limitaban su alcance y calidad.

Puerto y bahía de A Coruña. https://www.ign.es

Puerto y bahía de A Coruña. https://www.ign.es

La revolución de Appert, que pronto evolucionó hacia el uso de latas de hojalata en Inglaterra, llegó a España como una chispa que encendió la imaginación de los emprendedores gallegos. Históricamente se cree que Galicia comenzó a experimentar con la conservación de pescado en latas gracias a las técnicas francesas que habían llegado tras un naufragio en Fisterra en 1840, donde se descubrieron sardinas enlatadas en un barco galo.

Sin embargo, algunos historiadores sostienen que en 1836, cuatro años antes de este evento, Francisco Zuloaga, un visionario empresario con una profunda conexión con el mar y el comercio, fundó en A Coruña La Coruñesa, lo que la situaría como una de las primeras, si no la primera, fábrica de conservas de España que ya usaba las latas.

Antiguas latas de conserva expuestas en el Museo del Mar de Galicia, en Vigo. https://es.wikipedia.org

Antiguas latas de conserva expuestas en el Museo del Mar de Galicia, en Vigo. https://es.wikipedia.org

Esta fecha, 1836, es clave, pues precede en varios años a otras fábricas conserveras documentadas en España. La primera fábrica de conservas en Cádiz no se estableció hasta 1879, y en Cataluña, los hermanos Massó, pioneros en la industria conservera, no comenzaron sus operaciones hasta la segunda mitad del siglo XIX. Si La Coruñesa efectivamente comenzó en 1836, su fundación marcaría un hito no solo para Galicia, sino para toda España, adelantándose incluso a los grandes centros conserveros de Andalucía y el Cantábrico.

Proceso de elaboración de las conservas. https://es.wikipedia.org

Proceso de elaboración de las conservas. https://es.wikipedia.org

La fábrica estaba situada en el límite municipal entre el ayuntamiento de A Coruña y el de Oza, marcado en aquel momento por el río Monelos, muy cerca del puente de la Gaiteira, una zona próxima a la Palloza, donde se localizaban los almacenes de salazón de pescado. Su fundador, Francisco de Paula Zuloaga Pérez de Guzmán, era un sevillano que llevaba en la ciudad desde 1820, segundo maestro de la Escuela Náutica de A Coruña y piloto de la Real Armada.

Plano de la fábrica de La Coruñesa en 1854. https://www.asociacionbuxa.com

Plano de la fábrica de La Coruñesa en 1854. https://www.asociacionbuxa.com

El proceso de enlatar en La Coruñesa no era sencillo. En sus inicios, las sardinas y otros pescados se limpiaban a mano, se cocinaban al vapor o se freían ligeramente, y luego se colocaban en latas de hojalata selladas manualmente, aunque inicialmente se usaban tarros de vidrio. El calor aplicado, siguiendo el método de Appert, destruía los microorganismos, permitiendo que el producto se conservara durante meses o incluso años.

Mujeres preparando conserva. https://es.wikipedia.org

Mujeres preparando conserva. https://es.wikipedia.org

Este avance no solo resolvió el problema de la caducidad, sino que abrió mercados lejanos, por lo que las latas de La Coruñesa comenzaron a viajar a Madrid, Barcelona e incluso al extranjero, llevando el sabor del mar gallego a tierras donde el pescado fresco era un lujo inalcanzable.

Lo que hacía especial a La Coruñesa no era solo su tecnología, sino su materia prima. Las rías gallegas, con su mezcla única de aguas frías y nutrientes, producían sardinas de carne firme, mejillones de sabor intenso y bonito del norte de calidad inigualable.

Antigua Fábrica Massó, en Cangas, Pontevedra. https://turismoriasbaixas.com

Antigua Fábrica Massó, en Cangas, Pontevedra. https://turismoriasbaixas.com

La empresa, consciente de este tesoro, trabajaba directamente con los pescadores de A Coruña, asegurando que cada lata contuviera lo mejor del Atlántico. Además, las mujeres gallegas desempeñaban un papel crucial en la fábrica, ya que, con manos expertas, limpiaban, cortaban y empaquetaban el pescado, convirtiendo un oficio artesanal en la base de una industria que transformaría la economía de la región.

A lo largo del siglo XIX, La Coruñesa consolidó su reputación. Sus latas, decoradas con etiquetas que evocaban el mar y la tradición gallega, se convirtieron en un símbolo de calidad y, aunque no hay datos precisos de su producción inicial, se estima que, en la década de 1850, cuando la industria conservera gallega comenzaba a despuntar, La Coruñesa ya exportaba a mercados europeos, compitiendo con las conservas francesas que dominaban el sector.

Recreación de una lata de conservas de La Coruñesa. Iván Fernández Amil

Recreación de una lata de conservas de La Coruñesa. Iván Fernández Amil

Sin embargo, como muchas empresas pioneras, La Coruñesa se enfrentó a desafíos económicos y tecnológicos. La competencia creció con la aparición de nuevas fábricas en Vigo, Bermeo y Cádiz, y la introducción de maquinaria automática en la segunda mitad del siglo XIX la obligó a modernizarse o a desaparecer, cosa que finalmente ocurrió en torno a 1882.

Lo que es indiscutible es su impacto, porque La Coruñesa no solo introdujo una técnica revolucionaria en Galicia, sino que sentó las bases para que la región se convirtiera en líder mundial de conservas, provocando que hoy Galicia produzca más del 70% de las conservas de pescado y marisco de España.

Interior de la conservera Alfageme. https://museos.xunta.gal/

Interior de la conservera Alfageme. https://museos.xunta.gal/

En una época en que el mundo comenzaba a descubrir cómo preservar los alimentos, A Coruña se adelantó, transformando las humildes sardinas en un tesoro global. Sus latas, que viajaron desde los muelles coruñeses hasta los mercados de Europa y América, llevaron consigo el sabor de las rías, el trabajo de las conserveras y la memoria de un pueblo que siempre ha sabido mirar al mar con respeto y ambición.

Hoy, cuando abres una lata de bonito, de sardinas o de mejillones en escabeche, estás tocando una historia que comenzó hace casi dos siglos, la historia de unos pioneros que soñaron con capturar el mar, y de una Galicia que, desde su esquina atlántica, iluminó al mundo con su ingenio, demostrando que el mar gallego no tiene fronteras.

Antiguas latas de conserva expuestas en el Museo Anfaco de la Industria Conservera. https://museos.xunta.gal/

Antiguas latas de conserva expuestas en el Museo Anfaco de la Industria Conservera. https://museos.xunta.gal/

Porque en esta tierra, como tantas veces ha ocurrido, no esperamos a que el futuro llegue, lo construimos nosotros con nuestras propias manos…

Iván Fernández Amil

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Referencias:

es.wikipedia.org

elespanol.com

lavozdegalicia.es

turismo.ga

asociacionbuxa.com

ign.es

cadenaser.com

laopinioncoruna.es

marabaixo.gal

memoriaindustrialengalicia.wordpress.com

canthynnus.com

bluscus.es

museos.xunta.gal

museoconserva.com