Francisco José Garzón Amo, maquinista del accidente ferroviario de Santiago de Compostela, en 'Salva
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El maquinista del Alvia que descarrilló en Santiago condenado a 2,5 años de cárcel: "Tengo la conciencia tranquila"
El maquinista del Alvia y varias víctimas del accidente que dejó 80 muertos se sentaron en 'Salvados' para contar su verdad y "que se haga justicia"
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12 años después del fatídico accidente del Alvia que descarrilló en la curva de Angrois, en Santiago de Compostela, se sentó en Salvados Francisco José Garzón Amo, el maquinista que llevaba el tren y que sirvió de chivo expiatorio para eximir las culpas del resto de responsables.
"Quiero que se sepa la verdad [...]. Que haya justicia", decía el maquinista en el programa ante un atento Gonzo. Junto a él, dos víctimas y el padre de un fallecido del accidente contaron su verdad y su incansable lucha "contra el poder político, los gobernantes, la fiscalía, la abogacía del Estado y el ministerio de transportes", para conseguir justicia.
La historia del maquinista
"Mi vida no está condicionada, mi vida está marcada por lo que pasó". Así resume su existencia Francisco José Garzón Amo, el maquinista del tren Alvia que descarrilló en Angrois el 24 de julio de 2013 y que ha decidido contar su verdad respecto al accidente que dejó 80 muertos y 144 heridos. "Lo hago por las víctimas, para que haya justicia".
Su historia comienza mucho antes del accidente. Su padre era maquinista y él decidió seguir sus pasos. Años de experiencia al mando de trenes, hasta que un error humano y un sistema de seguridad insuficiente lo colocaron en el centro del desastre.
La curva de Angrois, explica, era "jodida". "Era una curva de 80 km/h y venías a 200, sin señalización". Le explica a Gonzo que cada maquinista tenía su propia referencia para frenar, comentando que se tarda una distancia de 4 kilómetros en frenar 100 km/h.
¿Cuál fue su fallo? El despiste por una llamada del interventor. "Por norma tengo que cogerla obligatoriamente". Al darse cuenta de que se acercaba a la curva accionó los frenos, pero no fue suficiente y el tren descarriló al llegar a la curva a 200 km/h cuando debía ir a 80.
"El batacazo fue bestial", dijo. Se partió las tres costillas del lado derecho, pero lo primero que hizo fue "llamar a emergencias" con el fin de proteger la línea y que no fuera otro tren a ese destino.
En lugar de atención médica, se encontró con el estigma y con el cartel de 'culpable' nada más salir del tren. "Me llevaron junto al delegado del Gobierno. Ni se preocupó por mí, ni nada".
Del lugar del accidente al hospital fue en coche patrulla, custodiado por dos policías, le cuenta a Gonzo con cierta tristeza, señalando que le pusieron las esposas delante de su madre.
Necesitaban a un culpable.
— Salvados (@salvadostv) September 14, 2025
Y lo señalaron antes de sacarlo del tren. #SalvadosAlvia pic.twitter.com/sTLDzMCXLO
El trato fue, en sus palabras, humillante. "El Rey pasó de largo, no se preocupó nadie de mí", seguía comentando. "Un criminal", así se sintió. La criminalización fue inmediata y pública, "a uno de la ETA le sacan las iniciales, a mí casi el carné de identidad", dice indignado.
La manipulación de la información fue otra de sus quejas: "Iban a por mí. Sacaron la grabación que ellos quisieron", comenta respecto a la filtración de su llamada a emergencias nada más sufrir el accidente. Gonzo le pregunta sobre quién pudo filtrarlo.
"Adif es el custodio de las grabaciones. Está claro. Renfe no custodia las grabaciones. Adif debió difundirlas al ministerio, y el Ministerio filtró lo que le dio la gana", señala sin tapujos.
Por todo ello, decidió sentarse con Gonzo porque quiere que "las víctimas se vayan contentas. Si tengo que entrar yo (en la cárcel) entro yo, pero quiero que se sepa todo. Que haya justicia".
"Tengo la conciencia tranquila", y añade que se siente perdonado por las víctimas, aunque sin generalizar. Y finaliza: "Lo podía haber llevado otro (el tren). Me tocó la china".
La falta de medidas de seguridad
Manuel Prieto, su abogado, comenta la estrategia de defensa que siguieron: el sistema de seguridad ERTMS, que era inexistente. Explica que este sistema había sido desconectado y no se había compensado con las restantes medidas de seguridad adecuadas.
Parecía un AVE, corría como un AVE y se inauguró como un AVE,
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pero tras el accidente no era un AVE. #SalvadosAlvia pic.twitter.com/OdWCRcHyBA
"Al tren del accidente le desconectaron el ERTMS" y, ante esto, no se añadieron señales de velocidad en las vías, tampoco la baliza que frena todo el tren, en caso de exceso.
Ante esto, Gonzo no duda en preguntar que, si en caso de que hubieran existido estas medidas de seguridad, el accidente podría haberse evitado: "Sí, claro", dice contundente el abogado.
Cortabitarte, director de Adif hasta antes del accidente, "es el que certifica que la línea cumple las medidas de seguridad para su puesta en servicio", y añade: "Determinó, como experto, que la baliza controlaría la velocidad en la curva y no estaba puesta ninguna baliza", sentencia Manuel.
Las palabras de las víctimas
Jesús Domínguez y Teresa Gómez, pasajeros del tren, y Rogelio, padre de uno de los fallecidos en el accidente, cuentan su versión de los hechos.
Las prisas (por inaugurar) matan. #SalvadosAlvia pic.twitter.com/LsFAptTzv7
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Todos ellos denuncian una cadena de negligencias que acabó con el maquinista como eslabón final y la falta de voluntad política para investigar en España, por lo que decidieron comenzar una lucha en Europa y poner dos denuncias: una por publicidad engañosa y otra por incumplimiento de la normativa de seguridad europea.
Jesús destaca la falta de independencia del proceso judicial y pide una investigación técnica seria. "Los peritos los designaba la Xunta a dedo. Era importante tener peritos independientes".
A Teresa Gómez la rescató un vecino que bajó a las vías para ayudar. "Me he sentido engañada por los dos grandes partidos. Los dos grandes partidos tuvieron que ver en esto".
Rogelio, que perdió a su hijo en el accidente, relata la agonía hasta confirmar que su hijo había fallecido y su cansancio tras tantos años de lucha. "Estamos todos un poco cansados, son ya 12 años".
"Francisco Garzón y Andrés Cortabitarte fueron condenados a 2,5 años de cárcel por el accidente de Angrois. Siguen en libertad, a la espera de que se resuelvan los recursos contra la sentencia. El Tribunal de Estrasburgo estudia la petición para una investigación independiente, 12 años después del accidente", finaliza el programa.