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Una residencia canina acoge a las mascotas de refugiados ucranianos llegados a Santiago

La Residencia CanGal es el hogar temporal de Masha, Persik, Ruñi, Dory, Cornelia y Bonny, cinco perros y un gato de Ucrania que han tenido que separarse de sus familias al llegar a Santiago. Una vez regularizada su situación podrán reunirse
Los animales de refugiados ucranianos acogidos en CanGal.
Cedidas
Los animales de refugiados ucranianos acogidos en CanGal.

La Residencia CanGal, en Santiago, cuenta con seis nuevos inquilinos: Persik, Ruñi, Dory, Cornelia, Bonny y Masha, cinco perros y un gato que han llegado este jueves acompañando a los 47 refugiados ucranianos que permanecerán en la capital gallega antes de irse a diferentes municipios de Ferrolterra.

La llegada de los refugiados ucranianos y sus mascotas a CanGal (Cedida).

Hace una semana que se habían ofrecido a acoger a estas mascotas y, de la mano de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, ya han llegado las primeras seis, que tendrán que estar separadas de sus familias mientras se les realizan análisis y se comprueba que su documentación está en regla.

Los animales llegaron a la residencia el jueves por la mañana junto con sus familias, que pudieron conocer las instalaciones para cerciorarse de que sus mascotas iban a estar bien atendidas.

"Les dijeron esta mañana que se tenían que separar"

"Verlo con tus ojos es escalofriante: a algunos se les dijo esta mañana que los tenían que separar, durante el viaje no lo sabían, y a partir de ahí se pusieron a llorar", relata a este diario Loreto Corral, gerente de la Residencia CanGal.

Masha, una gata de 15 años procedente de Ucrania (Cedida).

La situación fue especialmente difícil para una de las propietarias, "una señora mayor cuya única familia es esa mascota" y que se ha visto obligada a separarse de ella.

A partir de ahí intentó tranquilizarlos, "decirles que los perros aquí van a estar bien", e insistió para que permitiesen que las personas refugiadas pudiesen acudir en cualquier momento a la residencia para estar con sus mascotas y pasearlas.

Siguientes pasos

Corral tiene ahora un grupo de WhatsApp con las familias de las mascotas donde, con ayuda de una traductora, les va informando puntualmente de cómo se encuentran, adjuntando vídeos y fotos para hacer más llevadera la situación.

De acuerdo con el protocolo, los animales permanecerán en la residencia mientras no se compruebe que tienen los pasaportes en regla -en tal caso, serían regularizados- y que tienen anticuerpos contra la rabia, una enfermedad cuya vacunación no es obligatoria en Ucrania.

Dori, uno de los perros llegados desde Ucrania (Cedida).

En cuanto termine todo este proceso y los refugiados ucranianos sean reubicados en Ferrolterra, la posibilidad de que sus mascotas viajen con ellos dependerá de lo que decidan en sus casas de acogida

"Ahora me centraré en cuidar a estos seis nuevos inquilinos y hacer que, después de todo lo que han pasado, su estancia sea lo menos traumática posible", concluye Corral, responsable ahora de estos seis animales que acaban de recorrer los 3.000 kilómetros entre Polonia y Ucrania junto a sus familias.

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