Abre La Chida, un restaurante mexicano que trae a Santiago los sabores del Pacífico

Santiago cuenta desde este lunes con un nuevo restaurante mexicano: La Chida, un local ubicado en el número 24 de la Avenida de Rosalía de Castro desde el que proponen viajar a la Baja California tanto a través de su gastronomía como de su decoración.

"En Galicia había una carencia de propuestas de este tipo: los restaurantes mexicanos suelen ser más de estilo 'tex mex', de taco y burrito, descuidando la gastronomía de la costa pacífica", explica en una entrevista concedida a Quincemil Miguel Álvarez, uno de los tres socios detrás de este proyecto.

Y es que en La Chida, aunque también hay cabida para tacos, quesadillas o guacamole, su carta bebe directamente del Pacífico, con una fuerte apuesta por pescados y mariscos y un elemento diferenciador: la cocina con carbón a baja temperatura, que busca dar un toque ahumado a sus carnes de Bandeira.

"Buscamos salirnos de lo convencional y traer aquí una gastronomía muy sofisticada y muy técnica que tiene muchas reminiscencias de la costa gallega", prosigue Álvarez, quien destaca que la amplitud del local permite tener tres ambientes: la zona de restaurante como tal, otra más orientada a los cócteles y a picar algo y una planta baja perfecta para grupos.

Origen

La iniciativa surgió de la mano de Miguel Álvarez y Salomé Piquenque, responsables de La Pepita Burger Bar en Pontevedra y Santiago, y de Santiago Salgueiro, quien puso en marcha este proyecto en Vigo.

"Teníamos esta inquietud desde hace muchos años: conocemos mucho México y, más concretamente, la zona de la Baja California, por lo que queríamos algo que la acercase a Galicia", relata Álvarez, quien describe la propuesta de La Chida como "auténtica", siempre apostando por "materia prima de cercanía y calidad".

La idea de La Chida ya estaba en marcha desde antes de la pandemia, pero las circunstancias obligaron a "poner el proyecto en cuarentena". De hecho, el propio local estaba apalabrado antes de la llegada de la Covid-19.

"Nos gustaba mucho el local tanto por su ubicación, en una zona de bastante tránsito y bastante visible, con dos plantas y muy abierto y luminoso, como por su historia", prosigue uno de los socios detrás de la apertura de La Chida.

Y es que el local, que hasta hace unos años estaba ocupado por La Industrial, albergó desde 1992 y durante casi dos décadas el restaurante Toñi Vicente, donde la chef de Tomiño se convirtió en la primera cocinera gallega en hacerse con una Estrella Michelín.

En los últimos meses han estado trabajando para reformar el local, buscando trasladar al público "a Rosarito o a la Ensenada" con la vegetación y los colores típicos de la zona, de tal modo que el viaje a la Baja California no sea únicamente gastronómica.

"Estos últimos quince días hemos estado haciendo pruebas, ya que la carta es bastante densa y queríamos salir con todas las garantías: hemos ido sobre seguro, aunque ya teníamos experiencia por la apertura de las Pepitas", apunta Álvarez.

La oferta

Además del viaje gastronómico a la Baja California -con sus 1.000 kilómetros de costa desde Tijuana hasta Los Cabos, pasando por Ensenada y Rosarito-, la apuesta de La Chida incluye productos de cercanía.

"Trabajamos con proveedores locales para pescados y mariscos y también tenemos carnes de Bandeira; los tacos están hechos con tortitas de maíz frescas, caseras y naturales, frente a las habituales de trigo", detalla.

Así, la carta arranca con "botanas frías", entrantes entre los que habrá aguachile, ceviches y guacamole, así como ensaladas entre las que se encuentra la César "que es de origen mexicano, de Tijuana".

Entre las "botanas calientes" se pueden encontrar elotes de maíz al carbón, alitas al carbón Red Neck, huevos rancheros estilo Sinaloa en tostadas o chilaquiles de pollo. También hay una amplia oferta de tostadas -de atún rojo, langostinos "picositos", tinga de pollo enchilado y boniato al carbón- y quesadillas.

Mención aparte merecen los tacos, con hasta ocho opciones de carne -paletilla de cordero, panceta glaseada, cochinita pibil o carne de vaca ahumada, entre otras-, alternativas vegetarianas y veganas y, por supuesto, de productos del mar, con tacos de pescado del día, de pulpo zarandeado a las brasas o "del Gobernador", con gambón y vieiras.

La oferta se completa con postres y con alternativas infantiles, "para los chavitos". La carta también está pensada para aquellos con miedo a que la comida pique: tan solo será picante para los que así lo soliciten, por lo que será totalmente voluntario.

Más allá de la comida, otra de las apuestas fuertes de La Chida es la coctelería, toda vez que en México "se trabaja intensamente". Habrá cócteles -con y sin alcohol, mezcales, banderitas, tequilas, licores premium, micheladas, aguas frescas -típicas de la Baja California- y cervezas mexicanas.

"El local, además de como restaurante, también se presta a los que quieran acercarse a tomarse un cóctel y picar algo", relata Miguel Álvarez, quien destaca su polivalencia, con tres espacios aptos para comer tranquilamente, tomar algo o acudir en grupo.

Así, La Chida abre sus puertas este 19 de julio con la intención de que la gente "vaya conociéndolo poco a poco" y con la posibilidad de ampliar el horario. Su propuesta no estará disponible para delivery, ya que "el producto perdería muchas características".

Las presentes circunstancias impiden celebrar una inauguración como tal, así que desde La Chida van "paso a paso" y no descartan que el modelo "se pueda replicar en otros sitios", llevando "el sabor del Pacífico" a otras ciudades.

"Es un proyecto que nos apetecía mucho y, aunque evidentemente los números tienen que estar, sale del corazón: La Chida nace más a nivel emocional que empresarial", concluye Álvarez.