
Lucía con su perro este lunes durante el apagón.
Así se vivió el apagón general del lunes en el rural de Galicia: "Hicimos vida de pueblo"
En el rural gallego, el apagón se sobrellevó con generadores en las explotaciones agrícolas… pero sin supermercado
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El gran apagón del lunes puso a prueba al rural gallego. Sin luz, sin cobertura y, en muchos casos, sin recursos para afrontar una jornada que paralizó desde granjas hasta centros de día. Mientras algunos tiraron de generadores, otros pasaron horas incomunicados, con neveras apagadas y el único supermercado del pueblo cerrado. Estas son algunas de sus historias.
"No es la primera vez que nos quedamos sin luz varios días, así que estábamos preparados"
Como a muchos ganaderos, el apagón no pilló por sorpresa a Juan, un granjero con una explotación de vacas lecheras en Mezonzo, en el Concello de Vilasantar. En la explotación cuentan con un generador eléctrico por tractor que les permitió seguir trabajando con normalidad y ordeñar a las vacas: "No era la primera vez que nos quedábamos sin luz. Hemos llegado a estar entre 2 y 3 días trabajando con generador".
El ganadero explica que, cuando recibió la noticia de que se había ido la luz y se hablaba de que podría no volver en más de dos días, no lo dudó y se hizo con un generador de gasolina para abastecer de electricidad su vivienda: "Había que estar preparados para no perder la comida de los congeladores y neveras".

Imagen del generador en la explotación de Juan.
De esta manera, a pesar de no tener cobertura móvil, lograron mantenerse comunicados e informados prácticamente desde el inicio del apagón, gracias a la televisión y a Internet. Tampoco se vieron obligados a interrumpir su rutina diaria, ni en casa ni en la granja, gracias a los generadores, aunque no sabían cuanto tiempo se prolongaría la situación.
Pese a contar con un generador en la explotación, Juan señala que no puede mantenerse encendido durante toda la noche, ya que requeriría vigilancia constante. Sin embargo, explica que una vez la leche se enfría en el tanque, el sistema aguanta bien la temperatura, lo que les da cierta tranquilidad durante las horas nocturnas.
Las personas con respiradores del rural, las grandes olvidadas
Uno de los colectivos más olvidados durante el apagón vivido ayer en todo el país fueron las personas que necesitan respiradores u oxígeno continuo para poder vivir. Siendo especialmente vulnerables aquellas que viven en zonas rurales alejadas de los servicios de emergencia de las grandes ciudades.
Este es el caso de la madre de Pilar, que necesita oxígeno de forma continua. Tras el apagón, le conectó la bombona de rescate de la que disponen todos los usuarios con máquina, con capacidad para funcionar unas 12 horas.
Sin embargo, sobre las 15:00 horas y viendo que la situación no parecía mejorar, decidió pedir ayuda y hacerse con un generador de alquiler, con tan mala suerte que el aparato no funcionaba correctamente. Aún así, el generador le permitió reservar parte de la bombona de oxígeno que funciona sin electricidad.
Cuando su hija y su yerno llegaron a casa tarde, intentaron conseguir otra bombona llamando al 112 o al 061, pero ninguno de los teléfonos (ni fijo ni móviles) realizaban la llamada. Finalmente, con ayuda del generador, la madre de Pilar pudo contar con el oxígeno hasta que se restituyó el servicio eléctrico esta mañana.
Sin el único supermercado del pueblo
Para el boimortense Adrián Álvarez el apagón no supuso un gran problema para su familia. "Echamos de menos la luz por no tener cobertura ni Internet", señala el joven, que pasó la jornada del lunes con su hermana y su madre. Además, tuvo la suerte que el incidente le pilló en un día libre en el trabajo: "Trabajo de mozo de almacén en Gadisa. Hablé con algunos compañeros y ellos trabajaron con normalidad porque tenemos generadores".
Sin embargo, el joven cuenta que entre sus vecinos, en su mayoría personas mayores, sí hubo cierta preocupación. Una de ellas se acercó a su casa para preguntar si también se habían quedado sin luz. Cuando Adrián le confirmó que sí, la mujer le respondió con una frase que no ha olvidado: "Aínda vai vir a guerra, xa o dicía o meu avó: cando as mulleres vistan coma os homes, os homes coma as mulleres e todo estea cheo de carreteiras, vai vir unha gripe mundial". A lo que Adrián añade: "Y razón tenía porque vino el Covid".

Adrián y Meritxel con su madre en las fiestas de Buazo, parroquia de Boimorto donde pasaron el apagón.
Su hermana, Meritxel Álvarez trabaja en Amarai, un centro de atención diurna terapéutica para personas con discapacidad intelectual ubicado en Boimorto. "No podíamos calentar la comida, tampoco echar gasoil en las furgonetas", explica. También cuenta que este martes tenían organizada una excursión a Bertamiráns, pero tuvieron que cancelarla. "El servicio de catering estaba anulado porque íbamos a comer bocadillos comprados en el supermercado de Arzúa, pero como allí tampoco había luz, no pudieron prepararlos".
Ambos hermanos relatan que en su casa no disponen de generador, por lo que pasaron toda la jornada sin electricidad hasta bien entrada la madrugada. Adrián también señala que el supermercado del pueblo permaneció cerrado durante la mañana, al seguir sin suministro eléctrico. Incluso localidades cercanas como Arzúa y Melide siguieron ayer sin luz en algunos puntos hasta bien entrada la mañana.
Un día "surrealista"
Lucía es una coruñesa que reside en Boimorto y trabaja en Mesía y reconoce que este 28 de abril, con el gran apagón histórico, "fue lo más surrealista que me ha pasado en la vida desde el día que nos confinaron en la pandemia".
Su día comenzó con la operación de su padre de un pie en un hospital de Vigo, que sin saberlo terminó in extremis a las 12:00 horas, media hora antes de que hubiera la gran caída de suministro eléctrico que en apenas cinco segundos apagó España, Portugal y parte de Francia. Se enteró de lo que estaba ocurriendo gracias a que su madre iba atenta a la radio que llevaban puesta en el coche de camino hacia A Coruña, donde ya se avanzaba que numerosos puntos de España no tenían luz.
A medida que iban acortando los kilómetros por carretera respecto a la ciudad herculina, subieron más el volumen de la radio y fue cuando escucharon la confirmación oficial de que toda España y Portugal estaban a oscuras.
"Fue lo más surrealista que me ha pasado en la vida desde el día que nos confinaron en la pandemia"
"Conduciendo íbamos escuchando que la situación en las ciudades era un caos, que había muchos accidentes por la falta de semáforos y entonces dado que mis padres viven en un quinto, mi padre estaba recién operado del pie y lo de subir las escaleras era más complicado, llegando a A Coruña dimos la vuelta y fuimos a Boimorto, donde vivo", concreta.
Pasaron el día allí en familia y a la hora de llegar dejaron de tener cobertura móvil y estuvieron todo el día incomunicados. "Hicimos vida de pueblo paseando, charlando al sol... porque por suerte hizo buen día. En mi casa pudimos ducharnos y cocinar porque el agua caliente funciona con butano y la caldera va a pilas y tenemos un hornillo que se puede enchufar a la bombona e hicimos una tortilla para cenar y unas ensaladas", dice aliviada.
Cuando llegó la noche, sobre las 21:00 horas, explica que su padre dedujo que la luz volvería de noche y les comunicó que quería regresar a su casa en A Coruña para hacer reposo de la operación en su domicilio. "A esa hora arrancamos para A Coruña suponiendo que no habría tráfico porque la gente estaría en sus casas", dice.
"En mi casa pudimos ducharnos y cocinar porque el agua caliente funciona con butano y la caldera va a pilas y tenemos un hornillo que se puede enchufar a la bombona e hicimos una tortilla para cenar y unas ensaladas"
Pero nada más alejado de la realidad, dado que al llegar se encontraron con mucha gente en las terrazas tomando algo y paseando cerca de las playas. "Dejamos a mi padre en casa, que subió hasta el quinto piso andando como pudo y volvimos para Boimorto. Al volver a mi casa puse el modo avión en los dispositivos porque seguíamos sin cobertura ni luz eléctrica", recuerda.
Este martes por la mañana cuando se levantó para trabajar se encontró con la misma situación con la que se había acostado y a las 06:15 horas seguían sin luz, aunque en el resto de pueblos de alrededor sí había. A media mañana de ayer ya se restableció el servicio y los últimos lugares donde volvió la luz definitivamente en toda Galicia fueron los concellos coruñeses próximos precisamente a Boimorto, Touro y Arzúa.
Asimismo, la joven de 31 años trabaja en una fábrica industrial a la que durante la mañana de este martes volvió la electricidad, pero hasta ese momento estuvieron trabajando con el grupo de emergencia que funciona con gasoil.
Lamenta que esta situación, aunque solo se hayan extendido unas horas, "haya supuesto una pérdida económica en el sentido del combustible que hemos tenido que gastar", mientras que asegura que "por el resto hemos trabajado con normalidad porque la fábrica está preparada para trabajar sin conectarse a la red eléctrica en caso de emergencia".