Óscar Castro, administrador de la Cocina Económica de A Coruña

Óscar Castro, administrador de la Cocina Económica de A Coruña Quincemil

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La Cocina Económica de A Coruña le pide a la Navidad más socios: "Los alimentos han subido un 30%"

La entidad lleva más de 140 años alimentando a las personas más vulnerables de la ciudad. Este año han ofrecido comida a más de 1.400 personas, lo que supone unas 250 familias, en un momento marcado por la subida de precios de los alimentos

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La Cocina Económica de A Coruña lleva desde el 1 de mayo de 1886 ayudando a las personas que más lo necesitan en la ciudad. Una cocina que no apaga sus fogones ninguno de los 365 días del año y que desde hace más de 140 años vela para que nadie con pocos recursos se quede sin un plato caliente sobre la mesa. En total, unas 1.400 personas disfrutan a diario de los servicios que ofrecen en su local en la calle Orzán y en los centros de la Sagrada Familia, O Castrillón y O Birloque. Todos ellos pasarán unas Navidades especiales gracias al esfuerzo de la institución.

"Intentamos que en estos días tan especiales no falte ninguna tableta de turrón en ninguna casa humilde", cuenta Óscar Castro, administrador de esta entidad social. El día de Nochebuena prepararán unos menús especiales para que los usuarios puedan llevárselos a sus casas. Este año el del día 24 consistirá en langostinos, salpicón de marisco y carne asada. "Es un menú que para una familia media española está muy bien. Ellos valoran más que haya platos contundentes, más que otros productos como los percebes", añade.

También el día de Navidad abrirán su comedor para sus usuarios habituales. Además, durante estas fechas, los usuarios recibirán dos cestas de Navidad, una con productos salados y otra con dulces, para poder disfrutar de estas fechas tan señaladas. "Tienen productos como sardinillas, bacalao salado, vino y turrón", señala Óscar.

Empleados de la Cocina Económica organizando las comidas para llevar

Empleados de la Cocina Económica organizando las comidas para llevar Quincemil

Unas 250 familias diarias

La entidad ha visto cómo en los últimos años ha crecido el número de personas que solicitan sus servicios debido a las sucesivas crisis como el Covid-19 y la subida de precios que se está viviendo. Sin embargo, este año han conseguido mantener un número más o menos estable de usuarios, tanto en su local como en los puntos de reparto: "Hay personas que dejan de venir y llegan otras nuevas".

Cada día la actividad arranca en la Cocina Económica a las 06:00 para atender a las 60 personas que acuden a su comedor en el Orzán a comer, y para que la comida llegue a tiempo a todos los puntos de recogida. "Atendemos a unas 250 familias, lo que supone unas 900 raciones diarias", explica el administrador de la entidad.

"Es casi un milagro que la institución pueda mantenerse con un volumen tan grande de usuarios"

Óscar Castro, administrador de la Cocina Económica de A Coruña

La entidad también elabora unos 500 menús para llevar, en envases individuales, una iniciativa que se mantiene desde la pandemia: "Hay usuarios que prefieren llevarse la comida a casa para no tener que esperar tiempo para comer en el comedor y para nosotros es más fácil, aunque conlleva un esfuerzo económico y de trabajo para preparar las bolsas".

Además, unas 100 personas acuden al local a desayunar, una cifra que han visto crecer en los últimos años. "Por desgracia, existe un grave problema habitacional y muchas personas no encuentran un lugar donde establecerse, por lo que duermen en la calle", pone el foco Óscar.

Los bocadillos de la Cocina Económica

Los bocadillos de la Cocina Económica Quincemil

En los menús de la Cocina Económica tratan de ofrecer un plato completo: un primero, un segundo, acompañados de pan, fruta y un bocadillo para media tarde. "Hay menús que se nos donan por parte de comedores de empresas como Inditex, que ayudan a completar la cena de algunas personas", explica Óscar. Las cantidades son generosas, con el objetivo de que cada usuario pueda repartir la comida para la cena.

La entidad también cuenta con un Centro de Día en su local de Orzán, abierto de lunes a sábado, donde los usuarios que lo necesiten pueden hacer uso del servicio de lavandería, descansar en una sala con televisión y libros, así como solicitar la ayuda de trabajadoras sociales para asuntos burocráticos o acceder a la cocina.

La necesidad de más solidaridad

El funcionamiento de la Cocina Económica se mantiene gracias a sus socios y donantes. Es decir, personas que aportan una cantidad de dinero cada mes o cada trimestre. Sin sus actos altruistas, no sería posible atender a las 1.400 personas que necesitan ayuda. Por eso, Óscar pide por Navidad que más personas se animen a sumar su granito de arena, especialmente entre la gente joven. Para poder alimentar a tantas personas, la entidad trabaja con un presupuesto anual de 1,6 millones de euros.

La lavandería de la Cocina Económica

La lavandería de la Cocina Económica Quincemil

"Nos cuesta mucho crecer en el número de asociados, pero es gracias a sus donativos que podemos abrir todos los días. Sin ellos, la institución no podría salir adelante", señala. Por ello, como regalo de Navidad este año, piden más socios. "Hoy en día es muy difícil subsistir solo con las ayudas, los asociados y los donantes. Casi es un milagro que la institución pueda mantenerse con un volumen tan grande", añade.

Hasta hace unos años, la Cocina Económica recibía excedentes de alimentos a través de programas del Estado. Hoy, prácticamente todo lo adquieren directamente, lo que ha implicado un aumento de los costes: solo el pan supone unos 6.500 euros mensuales, y las partidas de víveres han subido un 30% respecto al año pasado. "Hacemos todos los esfuerzos posibles para mantener la calidad y la cantidad de los menús sin que los usuarios se vean afectados", explica Óscar Castro.

Una de las cocineras de la Cocina Económica

Una de las cocineras de la Cocina Económica Quincemil

Cada día buscan los mejores precios sin alterar la calidad del servicio. De hecho, Óscar señala que la institución podría estar tocando techo: "Es muy difícil sostenerlo, pero hemos llegado a un punto que ya no sabemos si el límite de la Cocina Económica son 1.500 personas o si se puede estirar más el chicle".

Hay personas, sobre todo mayores, que cada año contribuyen con su jubilación a que la entidad siga en marcha. "Es complicado que los jóvenes se sumen al carro, aunque los hay, pero quizás más en acciones de voluntariado", comenta.

"Atendemos a unas 250 familias, lo que supone unas 900 raciones diarias"

Óscar Castro, administrador de la Cocina Económica de A Coruña

En la Cocina trabajan ocho personas, incluyendo cocineros y ayudantes, además de personal en lavandería, centro de día, reparto y oficina. También hay voluntarios, en ocasiones son los propios usuarios de la organización que colaboran en tareas, como en la preparación de alimentos: "Hacemos 500 bocadillos diarios en dos horas, y, a veces, ellos mismos nos echan una mano".

"Cada aportación, desde un céntimo, es importante", subraya Óscar Castro. La entidad cuenta con diferentes vías de colaboración, como domiciliaciones, Bizum o donaciones puntuales. Toda una cadena de solidaridad con el fin de que nadie se quede sin un plato de comida caliente en A Coruña.