La probabilidad de que habiendo comprado un décimo te toque el Gordo de Navidad es de una entre 100.000, pero no a todo el mundo se le aplica la misma suerte. Los más veteranos se acordarán del concejal Matanzo al que le tocó dos veces la lotería en un periodo de tres años. A medida que España progresaba lo hacían los afortunados, como en el caso de Carlos Fabra. El expresidente de la Diputación de Castellón fue agraciado hasta en siete ocasiones.

Tan confiado estaba el antiguo vicealcalde de la capital valenciana tras declarar por un asunto de cohecho y blanqueo, que se fue directamente a la administración de loterías. Así la lista sigue y sigue, pero sin embargo el que se lleva la palma es el que fuera concejal de urbanismo de Marbella, con ochenta dianas. Este sucedido tenía una probabilidad de una entre 43 cuatrillones.

Se preguntarán nuestros lectores que por qué hablamos de estadística y no sobre la rebaja de la pena por el delito de malversación propia, de esa que se hace para la formación del espíritu nacional. Lo llamativo es cómo de remota sería la posibilidad de que, aun insistiendo en que piensas reincidir en cuanto tengas la oportunidad, todo el aparato del Estado te modifique la ley a tu favor y con la mayor celeridad.

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Detrás de esta viñeta están Benjamín y Mercedes. Son padre e hija. Benjamín dirige el estudio Arquitectos San Lorenzo 8. Mercedes es ilustradora y diseñadora gráfica. El texto queda a cargo de Paula, la hija mayor, que se dedica a la seguridad alimentaria. La idea de cada semana: un asunto de familia.