'El rapto de Europa', de Tiziano.

'El rapto de Europa', de Tiziano.

Tribunas

Elon Musk y el rapto de Europa por parte de la UE

La actual Unión Europea, se diga lo que se diga, nunca tuvo el apoyo de los ciudadanos europeos.

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Entre los especialistas hay un consenso bastante amplio que entiende que Tiziano sugiere una violación en su célebre cuadro El rapto de Europa, que no sabemos bien si se debe a la obra Leucipa y Clitofonte, de Aquiles Tacio, o a Metamorfosis, de Ovidio.

Hace nada, uno de los numerosos comisarios europeos manifestaba en una entrevista que algo hay que hacer en el actual contexto, porque la Unión Europea corre el riesgo de perder el apoyo ciudadano.

La verdad es que la Unión Europea, al menos la actual, nunca tuvo el apoyo ciudadano.

Me explico para hacer algo de memoria.

El documento normativo más importante y trascendente de la actual UE es el denominado Tratado de Lisboa, que se firmó el 13 de diciembre de 2007 y entró en vigor el 1 de diciembre de 2009, tras ser ratificado por los Estados miembros de la UE.

Este texto, que era el mismo que se denominó Constitución para Europa unos años antes, se rechazó en sendos referendos de Francia y Países Bajos.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa. Unión Europea

Ustedes ya no se acordarán, pero, entonces, nuestra dirigencia decidió eliminar el término 'Constitución' y todo lo que podía hacer referencia a esta denominación, optando por considerar el nuevo cuerpo como una simple reforma de los tratados previos ya existentes, es decir, los de Roma y Maastricht.

Perfectamente conscientes de que la población no iba a secundar ninguna normativa europea de semejante alcance en las urnas, se evitaron los referéndums y ningún Estado miembro sometió a consulta popular el Tratado de Lisboa.

Salvo Irlanda. Porque, según se argumentó, estaba constitucionalmente obligada a hacerlo.

Los irlandeses rechazaron en 2008 con casi un 54% de voto el texto y sólo en un segundo referéndum, previo requerimiento de garantías en relación a la neutralidad militar, la fiscalidad y el aborto, además de la cuota en la Comisión, el denominado Protocolo de Irlanda o para Irlanda, se aprobó con el 67%.

El resto de países optaron por la vía parlamentaria para evitar el fracaso.

Así que lo que en teoría iba a ser una gran fiesta de la democracia europea se convirtió en una superchería repleta de adornos cosméticos y argumentos bastante lamentables, como los del entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, hoy presidiario por corrupción.

Por no hablar del borrachuzo Jean-Claude Juncker y su "si sale 'sí', seguimos adelante; si sale 'no', también seguimos adelante".

Pero que no se engañe nadie. Esos días entendimos que Europa, la población europea, podía convertirse en una nación de esclavos. Decía Chateaubriand que "cuando una nación se convierte en esclava, se forma una cadena de tiranos desde la prima clase hasta la última".

Esto es esencialmente lo que denuncia estos días, con toda la razón, Elon Musk: la progresiva conversión de la Unión Europea en un régimen de tiranos que no sólo temen a sus propios ciudadanos, sino que los silencian y han optado por sustituirlos progresivamente.

Por cierto, Rubens pintó una copia del Rapto de Europa en Madrid, que fue adquirida por Felipe IV y que por eso se encuentra en el Prado.

Velázquez reproduce la escena en Las hilanderas.

Picasso y Rembrandt también hicieron sus versiones.

Demasiadas referencias al rapto como para no prestarle la merecida atención.

*** Juan J. Gutiérrez Alonso es profesor de Derecho administrativo.