Mertxe Aizpurua, Sonsoles Ónega, Lorenzo Caprile y Pedro Sánchez.

Mertxe Aizpurua, Sonsoles Ónega, Lorenzo Caprile y Pedro Sánchez. Guillermo Serrano Amat

EL BESTIARIO

El salto de Sonsoles, las novias de Caprile y el subidón de Sánchez

Sonsoles Ónega, Lorenzo Caprile, Mertxe Aizpurua y Pedro Sánchez; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.

17 julio, 2022 02:23

Sonsoles Ónega

Sonsoles Ónega.

Sonsoles Ónega. Guillermo Serrano Amat

Ésta es una de esas historias frecuentes en el mundo de nuestra maltrecha televisión, donde un día sí y otro circulan historias de celos y vendettas entre gente que triunfa y gente que desciende a los infiernos sin volver a levantar cabeza. 

En esta ocasión la protagonista es Sonsoles Ónega, cosida a una saga de periodistas de origen gallego que viene triunfando desde los años setenta y siete, cuando su padre, Fernando Ónega, dirigía el pulso del entonces presidente, Adolfo Suárez, a quien le hizo pregonar el célebre “Puedo prometer y prometo” que ya se estudia en los libros de Historia.

Hace tiempo que el periodista lucense empezó a dejar el testigo de la profesión en sus hijas Cristina y Sonsoles. Cristina dirige el canal 24 horas en TVE tras haber  llevado la comunicación en el Consejo General del Poder Judicial. Sonsoles, por su parte, empezó asumiendo la información parlamentaria en la tele, para aterrizar luego en la prensa del almíbar como introito de los dos grandes telediarios.

[Las claves de la marcha de Sonsoles Ónega: así fueron las negociaciones y su reunión con Paolo Vasile]

Si en el Parlamento Sonsoles repetía una y otra vez los apellidos Aznar, Llamazares, Zapatero Villalobos, en el plató de las vanidades los nombres más repetidos eran Pantojo y Pantoja, Mohedano, Ortega Cano, Tamara, Omar Montes, Fran Rivera y Rocío  Carrasco. Una pesadilla. No es de extrañar que se sintiera de pronto empachada de negritas fatuas y quisiera echar a correr hacia la competencia.  A las pocas horas de la gloriosa espantá, Vasile se subía por las paredes y en Telecinco no se hablaba de otra cosa: Sonsoles Ónega había abandonado Mediaset y entraba a formar parte de Atresmedia. Se había materializado la oferta más tentadora del año.  

Lorenzo Caprile

Lorenzo Caprile.

Lorenzo Caprile. Guillermo Serrano Amat

Nacido español de padres italianos,  Lorenzo Caprile Trucchi  es uno de los personajes más afamados de Madrid, desde que Madrid centró su eje social en el barrio de Salamanca.  Ahora se le considera el dios de las novias. Todas las niñas bien de Madrid, ya sean pijas de diseño o arribistas de la milla de oro, se casan por Caprile. Caso aparte es que además pasen por el altar o por Buda, pero el vestido de Lorenzo es lo principal.

Su taller especializado en novias y madrinas goza de un prestigio sublime. Lorenzo no se considera diseñador sino modista, que es la acepción más ortodoxa. Había estudiado moda y tecnología en Nueva York, y filología hispánica en Florencia. Abrió su taller a comienzos de los noventa y ya no paró  de triunfar. Una de sus primeras clientas fue Carla Royo-Villanova, para la que creo un vestido de novia con el que haría historia. Desde entonces todas las chicas casaderas querían un corpiño como el de Carla, princesa de Bulgaria y esposa de Kubrat.

Las modas cambian, pero las novias permanecen. Ahora, en el taller de Lorenzo hacen cola las influencers, y no para hacerse un vestido de novia sino dos y hasta tres. Ha sido el caso de Nuria March (tres vestidos) y Marta Lozano (otros tres), además de las que faltan por maridarse este verano. Con razón Caprile conquista tantas medallas.

Mertxe Aizpurua

Mertxe Aizpurua.

Mertxe Aizpurua. Guillermo Serrano Amat

La portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados ha tenido un gesto. Un buen gesto, quiero decir: pedir perdón a las víctimas de ETA por el padecimiento sufrido. Bienvenido sea. Mertxe es la segunda voz principal de la coalición abertzale que da ese paso. El primero fue Otegi, que en octubre de 2021 entonó el mea culpa en San Sebastián.

Mertxe fue más solemne. Usó el atril del Congreso durante la segunda jornada del debate a la Nación: “Sentimos el dolor de las víctimas y afirmamos que nunca debió de haberse  producido”. Y continuó: "Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio. Nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado, pero al menos intentamos aliviarlo…".

[Bildu, a las víctimas de ETA: "Sentimos su sufrimiento, nunca debió haberse producido"]

Prácticamente era lo mismo que había dicho Otegi, pero tampoco vamos a atribuirles a los políticos la falta de creatividad. Ellos son como son, no vamos a esperar un discurso emotivo y sentimental para hacerse perdonar los deslices de la historia. “Los vascos hemos avanzado mucho” en la construcción de un futuro compartido, precisó Aizpurua. 

Cuca Gamarra, a continuación, hizo un proceso de intenciones del discurso de Aizpurua, que a juicio de la portavoz popular no resultaba creíble. Ya puesta, pidió que los diputados de EH Bildu honraran el aniversario de la muerte de Miguel Ángel Blanco con un minuto de silencio, circunstancia que seguramente descolocó a Gamarra, pues los cinco de Bildu se pusieron en pie y se unieron al reclamo del PP. Al rato, Rosa Lluch, la hija del ministro socialista asesinado por ETA, agradeció en las redes sociales las palabras de Aizpurúa. La vida suma y sigue para todos. 

Pedro Sánchez

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. Guillermo Serrano Amat

El presidente está de subidón. Digamos que se ha creído su propio discurso. Allá él. Sánchez siempre se cree lo que dice.  Lo va pregonando con sus andares, con su pecho inflado de ligón de playa que balancea los remos como si fuera un figura, que presume de pelo recién peinado y la cana al aire, con su ademán de Pedro Navaja que por la esquina del viejo barrio lo vi pasar, con el tumbao que tienen los guapos al caminar. Véase mi incursión por la canción de Rubén Blades como un homenaje a la siempre combativa diputada canaria, Ana Oramas, que en su día fijó ese acertado paralelismo entre los dos Pedros (Navaja y Sánchez).

Pues eso. Que ya terminada la refriega de lo que resultó un segundo debate de investidura, Pedro Navaja se levantó del escaño y, haciendo como si lo hubiera ocupado toda la vida, se dejó felicitar con desgana por los diputados de su grupo, convencidos de que Sánchez está remontando el vuelo sobre las cenizas de un Gobierno partido en tres y ya con muy serios problemas de credibilidad. Así que está por ver ese milagro de la remontada en las encuestas que anuncian los curanderos de la Moncloa.

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