Según la encuesta de Sociométrica para EL ESPAÑOL, Juanma Moreno Bonilla puede congratularse por unos datos de valoración ciudadana muy favorables. El actual presidente andaluz es el líder político mejor valorado, con una notable puntuación de 6 sobre 10. Parece indiscutible que el candidato por el PP-A es el preferido de los andaluces para encabezar el próximo Gobierno de la Junta.

A esto se le añade que casi la mitad de los andaluces consideran que Moreno Bonilla es el mejor presidente que ha tenido Andalucía, ganando por 4 a 1 al siguiente, el histórico Rafael Escuredo. El buen trabajo del popular al frente de la Junta durante los últimos cuatro años está teniendo su recompensa.

Su gestión queda avalada por otro indicador muy elocuente. Casi el 60% de los andaluces piensa que la Junta ha estado mejor gestionada durante el mandato del PP que bajo el gobierno del PSOE. Un dato aún más sorprendente es que un 35% de los votantes del PSOE de Andalucía también consideran que la labor de Moreno Bonilla al frente del Gobierno ha sido más satisfactoria que la que se produjo bajo los cuarenta años de hegemonía socialista anteriores.

Esta impugnación de un buen número de votantes socialistas de la gestión del PSOE-A, en el que fuera uno de sus feudos electorales tradicionales, lleva a preguntarse si podría producirse un trasvase de votos de estos descontentos a las filas populares. Unos votos que podrían ser decisivos en las reñidas elecciones autonómicas que tendrán lugar este año.

El dilema del adelanto

Algunas encuestas anteriores pronosticaban al Partido Popular andaluz una mayoría suficiente (aunque muy justa) para gobernar en solitario. De este modo, el PP-A no se vería abocado a pactar con Vox. A la expectativa de que Juanma Moreno pudiera estar más cerca de una victoria 'a lo Ayuso' que 'a lo Mañueco' se le sumaron otras dos consideraciones: la situación de inflación desbocada y la prórroga de los presupuestos de 2021.

Estos argumentos precipitaron que el presidente andaluz comenzara a sopesar más seriamente el adelanto electoral. Así, frente al escenario inicial (y preferido por el presidente y su socio de coalición, Juan Marín) de unas elecciones en otoño, empezó a tomar fuerza la hipótesis de un anticipo para el verano.

Este periódico pudo conocer la fecha que barrunta el presidente de la Junta para el adelanto técnico de los comicios. Las elecciones autonómicas serían el 12 de junio. Pero un cambio en la proporción de fuerzas en el bloque de la derecha podría alterar los escenarios de negociación.

Esta cautela táctica hace que en el Palacio de San Telmo aún están barajando los pros y los contras del anticipo técnico de las elecciones. Moreno Bonilla se enfrenta a un dilema importante, y se tomará la Semana Santa como jornada de reflexión.

Algunos retos

Y es que sería un activo importante para él poder agotar la legislatura. Pero también es cierto que adelantar las elecciones le permitiría tener aprobados unos nuevos presupuestos para el último trimestre de 2022. Sean las elecciones finalmente en junio o en octubre, el presidente anunciará su decisión al finalizar este periodo estival.

Como analiza hoy pormenorizadamente este diario, la legislatura capitaneada por Moreno Bonilla ha arrojado unos resultados muy positivos con relación a los principales indicadores socioeconómicos. Una enmienda en cuarenta meses de cuarenta años de socialismo andaluz, que se aprecian en aspectos como las rebajas fiscales, la creación de empleo y el adelgazamiento de la Administración ineficiente, entre otros.

El presidente de la Junta de Andalucía tiene en su mano persuadir a todos los andaluces de lo que ya cree la mayoría de ellos. Que sus cuarenta meses de gestión han sido muy beneficiosos para la región, y que reeditar un Gobierno centrado y responsable es todavía posible.

Para ello, ayudaría una reafirmación del compromiso del Ejecutivo de Moreno Bonilla en la lucha contra la corrupción. Al fin y al cabo, casi la mitad de los andaluces consideran que la etapa de corrupción institucionalizada aún no ha quedado definitivamente atrás.