La progresión exponencial de los rebrotes en España dibuja para el otoño un panorama complicado. Y el miedo a una segunda oleada, la que avisaron los expertos que puede ser devastadora, ha calado en la opinión pública.

Los últimos datos de contagio hablan de cerca de 1.700 infectados en 24 horas mientras que los brotes activos se sitúan en 580 a lo largo y ancho de nuestra geografía. Esta misma semana se ha superado la barrera psicológica de los 300.000 casos confirmados.

Pandemia mutable

Un demoledor gráfico de la BBC en el que se ve cómo se disparan las cifras del coronavirus en España en relación al resto de grandes países de Europa habla de un claro descontrol de la situación. La preocupante situación en pleno agosto aventura un otoño en el que volverá a ponerse a prueba nuestra Sanidad.

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Estamos además ante una pandemia mutable, con cepas distintas que causan distintos efectos. Ahora el virus afecta cada vez a personas más jóvenes. Y en medio de tanta dificultad, continúan los problemas para monitorizar a los asintomáticos y proliferan las distintas recetas autonómicas para contener la epidemia, en una suerte de sálvese quien pueda.

En el límite

De momento, Fernando Simón considera que hablar de una "segunda ola" de contagio es prematuro porque hay capacidad para controlar los brotes y desmiente a la consejera vasca de Salud, Nekane Murga, médico profesión, para quien esa segunda ola ya está aquí. 

A la vista de las estadísticas, "precaución" es la única palabra que debería capitalizar el debate. Más aún cuando la OMS ya avisa de que las consecuencias sanitarias de la epidemia durarán décadas y expertos consultados por EL ESPAÑOL reconocen que "estamos en el límite".