El impacto del coronavirus está sometiendo a nuestro país a una tensión inédita. Los más de 1.200 contagiados que había contabilizados este lunes han obligado a las autoridades a tomar medidas excepcionales. La Comunidad de Madrid ha suspendido la actividad docente 15 días a partir del miércoles, y el Ejecutivo vasco ha decidido cerrar todos los colegios de Vitoria y el campus universitario.

Para el ministro de Sanidad, Salvador Illa, hemos pasado de un escenario de "contención" a uno de "contención reforzada". Todo, además, en un día negro para la Bolsa de Madrid que se ha dejado casi ocho puntos, en la misma línea del resto de mercados. El Gobierno reconoce abiertamente que "la situación ha empeorado" y planteará nuevas medidas en el Consejo de Ministros de este martes.

Desastre económico

La excepcionalidad que vive España como consecuencia del coronavirus precisa de planes de tal envergadura que pueden sintetizarse en una idea: urge un Pacto de Estado y tal vez un Gobierno de concentración si el virus sigue expandiéndose de forma exponencial. 

Se necesita un Pacto de Estado con la suficiente fortaleza para aprobar unos Presupuestos Generales que contemplen los desastres económicos que puede generar la epidemia. También un Gobierno de unidad, porque es preciso que toda la energía de las fuerzas políticas se centre en la contención de la enfermedad y de sus efectos.

Mano tendida

En esa línea ya se han pronunciado los líderes de la oposición Pablo Casado e Inés Arrimadas. El líder del PP ha planteado al Gobierno un paquete de diez medidas que contemplan exenciones fiscales similares a las que se han implementado en Italia para minimizar el impacto de la epidemia en las empresas.

Aunque el presidente Sánchez ha dado también un paso en la línea de la cooperación al ponerse en contacto con los representantes de todos los partidos, la ministra Nadia Calviño ha confirmado que la epidemia no "tiene por qué paralizar medidas que necesita el país". Es decir, que el Ejecutivo mantiene sus planes intactos. De momento. 

Zona catastrófica

Madrid recomienda evitar los viajes de entrada y salida, lo que equivale a paralizar la actividad de la capital de la Nación. Al ser el centro de comunicaciones, su colapso afecta a la vida cotidiana de todo el país.  

Esta situación, por lo novedosa y por lo grave, precisa de soluciones multidisciplinares e imaginativas. Desde movilizar a los médicos jubilados hasta a habilitar a los estudiantes de Medicina para descargar la labor de los hospitales. Por no hablar de partidas especiales para que los profesionales de la Sanidad privada puedan desempeñarse también en el Sistema Público.

Sin ánimo de ser alarmistas, conviene tener desde ya un programa específico para atajar al coronavirus desde todos los ámbitos: desde el médico al económico, desde el político al asistencial. En momentos desesperados, hay que aportar hasta lo imposible: se trata de que España no sea zona catastrófica de un virus que está poniendo en jaque al mundo entero.