La fuga de policías nacionales de Cataluña es un fenómeno que recuerda a lo ocurrido en el País Vasco durante los peores años de ETA, cuando se acuñó la expresión "síndrome del norte". EL ESPAÑOL revela hoy que en los dos últimos años la plantilla ha pasado de 3.800 a 2.700 efectivos, una cantidad con la que difícilmente pueden cubrirse correctamente las necesidades de la región en materia de seguridad.

Los testimonios de los agentes son descorazonadores y revelan el deterioro de la convivencia y la presión a la que se ven sometidos a resultas del procés: "Cualquier destino es mejor que estar aquí", manifiesta un policía. Y los números corroboran sus palabras: en dos años han salido 560 efectivos de Cataluña y sólo 30 la han elegido como destino.

El 155 tibio

Estamos ante un síntoma de lo tóxico que se ha vuelto el clima social, lo cual juega a favor del independentismo radical. Los separatistas ven cumplirse así uno de sus objetivos: que quienes no piensan como ellos abandonen Cataluña, y en este caso los que se marchan son además representantes de la ley, que en su jerga denominan "fuerzas de ocupación". 

El Estado no puede permanecer de brazos cruzados ante esta situación. Ciudadanos se ha dado cuenta y ha anunciado este miércoles que se desmarca de la tibieza con la que el PP sigue aplicando el 155. La realidad demuestra que en Cataluña no puede jugarse más al empate. 

No volver atrás

El partido de Rivera está convencido de que la formación de gobierno en Cataluña por parte de los separatistas consolidaría la situación actual: una TV3 desaforada,  adoctrinamiento en las aulas, incendio en las calles... Su distanciamiento del PP en este asunto supone reconocer implícitamente que se equivocó al apoyar en su día un 155 light para convocar elecciones de inmediato.

Frente a la posición del Gobierno, que aspira a quitarse de en medio cuanto antes con la investidura de un nuevo president, Cs apuesta por cambiar las cosas para no volver a lo de antes, que es muy parecido a lo de ahora. Ese debe ser el camino: combatir el nacionalismo.