Pedro Sánchez ha iniciado este domingo una gira europea para desmontar la propaganda separatista. La primera escala de su tour ha sido en el congreso que los socialdemócratas alemanes celebraban en la ciudad de Wiesbaden, a donde acudió como invitado internacional.

En una breve pero firme intervención, el líder de la oposición ha defendido la democracia española y ha denunciado el procés independentista como un problema europeo, propio de la ola populista que azota al Viejo Continente.

La importancia de Alemania

No es casual que Sánchez haya elegido un congreso del SPD para desmontar las falacias separatistas sobre la calidad del Estado de Derecho en nuestro país. El Partido Socialdemócrata alemán forma parte de la gran coalición que dirige Angela Merkel. En Alemania fue detenido y excarcelado el prófugo Puigdemont porque la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein decidió, incomprensiblemente, desoír la eurooroden emitida por el juez Pablo Llarena. Y en ese mismo auditorio, al que se dirigió Pedro Sánchez, estaba, Katarina Barley, la ministra de Justicia que aplaudió la liberación del ex presidente catalán e insinuó que en España no se respetan los derechos fundamentales.

Es crucial para España que en el corazón de Europa conozcan la realidad sobre el procés. El viaje emprendido por Pedro Sánchez al extranjero para desenmascarar las mentiras de Puigdemont se produce tan sólo cinco días después de que Societat Civil Catalana iniciara su propio recorrido para internacionalizar las consecuencias que puede tener para Europa en su conjunto el desafío secesionista catalán. El 11 de abril fue Inés Arrimadas quien viajó a Bruselas para explicar a dirigentes comunitarios de partidos liberales los riesgos que entraña la amenaza separatista para el proyecto europeo.

Pacto del abrazo contra el separatismo

Además, los argumentos empleados este domingo por Sánchez son los mismos que en otras ocasiones ha utilizado Albert Rivera para advertir que nacionalismo y populismo -los dos grandes peligros a los que se enfrenta la UE- son dos caras de la misma moneda. Si bien es cierto que hay federaciones socialistas donde no son infrecuentes las connivencias con el nacionalismo, tampoco hay ninguna duda del compromiso constitucional del PSOE.

Pedro Sanchez, como Albert Rivera, y Societat Civil Catalana, están haciendo en Europa la tarea que debería haber emprendido el Gobierno hace años. Ambos recorren la misma senda en pos de un pacto del abrazo europeo contra el separatismo.