Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, rodeado de un grupo de ponentes en la primera jornada del Wake Up, Spain 2025!

Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, rodeado de un grupo de ponentes en la primera jornada del Wake Up, Spain 2025! Rodrigo Mínguez

Columnas

"Hasta las 7:00 de la mañana hay tiempo"

"Uno es periodista veinticuatro horas al día, siete días a la semana", dijo Pedro J. en una de las primeras reuniones de redacción a las que asistí.

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Mi vida cambió un viernes de marzo de 2018. No recuerdo bien el día, pero sí que yo estaba preparando un partido del Real Madrid cuando sonó el teléfono. Descolgué la llamada y era Eva Fernández, por aquel entonces consejera delegada de EL ESPAÑOL.

"Pedro J. quiere conocerte. ¿Os podéis ver este domingo?", me dijo.

"Por supuesto", contesté.

Fue para mí un momento tan emocionante como ilusionante. De hecho, llamé a mi madre nada más colgarle, tras concertar la cita con Eva.

Mi admiración por Pedro J. Ramírez comenzó siendo un niño. Porque siendo un crío, en los años noventa, ya leía con devoción aquel diario El Mundo de las portadas irrepetibles.

No había domingo que no esperara con ansia a que mi padre llegara del quiosco para leer su carta del director.

Había muchas cosas que no entendía, no voy a mentir. Aunque ya tenía una inquietud creciente por el periodismo, también me gustaba comprar el Marca y soñar con convertirme en el próximo fichaje del Real Madrid.

Sin embargo, creé un hábito que mantengo a día de hoy: no hay domingo que no desayune leyendo a Pedro J.

Aquel niño que soñaba con ser futbolista, político o periodista (por ese orden) jamás pensó que un cuarto de siglo después trabajaría bajo la batuta de Pedro J. Ramírez.

O que aparecería nombrado en varias cartas del director. Las mismas que leía de pequeño.

Cuando me reuní con "el director", como le llamo cada día desde entonces, sólo era un buen periodista deportivo.

Sin embargo, él ha sabido enseñarme y motivarme para firmar algunas de las exclusivas más importantes de los últimos tiempos.

Porque Pedro J. no es sólo una mente brillante con un olfato periodístico único. Es también un maestro que ha moldeado y hecho crecer a los que hoy son considerados los mejores periodistas de España.

"Pedro J. no regala nada, te lo vas a tener que ganar. Eso sí, a su lado te convertirás en un gran periodista si te esfuerzas", me dijo una persona que le conoce bien.

No, director. Si estás leyendo esto, ya sabes que un buen periodista nunca revela sus fuentes.

Les hablaría de la gran exigencia y responsabilidad que es liderar el área de Investigación en un diario dirigido por Pedro J. Ramírez. Algo que es extrapolable a cualquier sección de uno de sus periódicos.

"Uno es periodista veinticuatro horas al día, siete días a la semana", dijo Pedro J. en una de las primeras reuniones de redacción a las que asistí. Nunca comprendí el significado real de esa frase hasta que llegué a EL ESPAÑOL.

Aquí aprendo cada día de él, pero también de Mario Díaz, María Peral, Arturo Criado, Vicente Ferrer, Alberto D. Prieto, Fernando Garea o Cristian Campos.

Un dream team formado por Pedro J. para lo que él denomina su "criatura periodística más importante".

Porque a Pedro J. Ramírez le han intentado matar periodísticamente muchas veces, pero él siempre ha resurgido más fuerte.

Hoy cumple cuarenta y cinco años como director de periódicos. Un récord mundial que, vaticino, nadie superará.

Sin embargo, la gran valía de Pedro J. no es el tiempo que lleva en este cargo, sino la gran cantidad de exclusivas que se han publicado bajo su dirección.

Diario 16, El Mundo y EL ESPAÑOL serán siempre recordados como los diarios de las grandes exclusivas de Pedro J., el director más importante de la España democrática.

A su lado se aprende a gestionar la adrenalina de la actualidad, a tener un hambre voraz por conseguir la siguiente exclusiva y a no caer en la autocomplacencia.

"Hasta las 7:00 de la mañana hay tiempo", me ha dicho más de una vez el director para apretarme como sólo él sabe para sacar lo mejor de mí y abrir el diario del día siguiente con una información relevante para nuestros lectores.

Recuerdo cuando, durante la boda de David Vicente, el actual jefe de Deportes de EL ESPAÑOL, la FIFA inhabilitó a Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso.

El salón del banquete se convirtió en una redacción improvisada y mantuvimos una videollamada con Pedro J.

Era un día importante para el equipo de Deportes y David, pero en EL ESPAÑOL celebramos el amor por nuestros lectores y por el periodismo cada día. Sean cuales sean las circunstancias. Nunca hay excusas.

Al día siguiente llevábamos la mejor información de todos los medios nacionales sobre el caso Rubiales. Y todo se fraguó desde la finca en la que David celebraba su boda.

Y es que, como dijo Pedro J. también ese día, "hasta las 7:00 de la mañana hay tiempo".

Ese amor por el periodismo, la libertad y la democracia son valores que ha defendido y ha inculcado en todas las redacciones que ha dirigido.

Pedro J. es presidente y director de EL ESPAÑOL las veinticuatro horas del día. Igual te coge el teléfono a las 7:00 de la mañana que a las 12:00 de la noche. Siempre está. No hay día que se salte la reunión de portada del periódico, aunque sea de forma telemática.

Su obsesión por la perfección y la sintaxis, ¡ay, la sintaxis!, ha logrado convertir a EL ESPAÑOL en el periódico más leído de España durante veintidós meses consecutivos, según el medidor oficial Gfk DAM.

¡Y no se conforma! Porque ya piensa en los 23, los 24, los 25 meses.

Que nadie dude de que cumplirá las Bodas de Oro dirigiendo la nave de EL ESPAÑOL junto a Cruz Sánchez de Lara, nuestra vicepresidenta y la mejor compañera de viaje que ha podido tener para esta aventura.

Porque el león de EL ESPAÑOL ruge más fuerte que nunca y lo hace con la voz de Pedro J. Ramírez, el director del libro de los récords.