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Tecnología

La impresión 3D llega a la fabricación de medicamentos

Imagina una pastilla de la dosis justa que necesitas: esto es lo que puede ofrecer la impresión 3D aplicada a la fabricación de medicamentos.

12 octubre, 2015 12:40

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Imagina una pastilla de la dosis justa que necesitas y con propiedades de disolución mucho más rápidas que las actuales. Esto es lo que puede ofrecer la impresión 3D.

Hace sólo unos días veíamos como la impresión 3D permite construir el coche de radiocontrol más rápido del planeta, pero mucho antes comprobábamos cómo esta tecnología es capaz de revolucionar la medicina.

Desde modelos de órganos con el mínimo detalle hasta prótesis personalizadas y, por supuesto, no faltan los fármacos creados mediante impresión 3D. El SPRITAM es uno de los primeros.

Dosis totalmente personalizadas para cada paciente

Indicado para pacientes con epilepsia, el SPRITAM es el primer medicamento que ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para ser impresa en 3D. Durante años la fabricación de pastillas se ha realizado en fábricas pero con este movimiento se da paso a la creación de pastillas mucho más cerca del paciente final que las consume.

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Gracias a esta tecnología, podría crearse una dosis exacta para un paciente determinado en un mismo hospital y en cuestión de minutos. Esto sería muy caro con los métodos de fabricación actuales, pero el coste se reduce gracias a la impresión 3D.

En el caso del SPRITAM, también se combina con la tecnología ZipDose que permite su disolución en un tiempo tremendamente inferior. Los fármacos se fabrican mediante capas del material en polvo que la impresora 3D va uniendo. El resultado es una estructura interna que permite su disolución en segundos, como se puede apreciar en el siguiente vídeo:

Personalización, esa la palabra que mejor define la aplicación de la impresión 3D en el mundo de los fármacos: medicamentos únicos para pacientes con diferentes necesidades. Quién sabe si en un futuro podremos imprimir nuestras pastillas en casa.

Vía | The Next Web