¿Más de 300 kilómetros por hora con un coche de radiocontrol? es posible gracias al diseño y la producción mediante impresión 3D.

Volvemos a la carga con la impresión 3D. Siendo una tecnología que se ha popularizado relativamente hace poco y todavía está en proceso de mejora, ha supuesto toda una revolución en muchísimos sectores muy diferenciados.

La medicina es uno de los campos en los que tiene más futuro, pero hemos visto casos en los que la impresión 3D se ha utilizado incluso para construir casas completas. Ahora, un entusiasta de los coches de radio control la utilizará para batir récords de velocidad.

Objetivo: superar los 325 kilómetros por hora

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No es posible superar el récord de velocidad máxima con un coche de radiocontrol normal, de los que venden en tiendas. Es necesario crear un modelo único, hecho para la ocasión y cuidando al máximo todos los detalles. De cualquier otra forma, es imposible superar los 325 kilómetros por hora (por Nic Case, en 2014).

James Beswick ha llevado su afición por los coches R/C a otro nivel y quiere superar ese récord, siendo su gran aliado para conseguirlo la impresión 3D. Su herramienta de trabajo será la impresora 3D Ultimaker 2 Extended, pudiendo hacer y rehacer piezas continuamente hasta encontrar la mejor manera de mejorar el rendimiento.

La impresión 3D permite crear y probar modificaciones en minutos

Esa es precisamente la clave de la utilidad de la impresión 3D en casos como este. Beswick va diseñando y experimentando con piezas que crea al instante (en unos minutos) y no hablamos sólo de parte de la carrocería, sino protectores, partes del chasis, piezas de los servos y las baterías…

Cada detalle cuenta para alcanzar esa velocidad, de momento asegura que el diseño es estable, pero conforme va aumentando, tendrá que sumar modificaciones, tal y como ocurriría en los vehículos a gran escala.

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