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Una aspirina al día, ¿estábamos equivocados?

19 enero, 2015 16:52

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El ácido acetil salicílico (más conocido comúnmente como Aspirina ®, en su marca comercial) es uno de los medicamentos más estudiados de nuestra era. En un principio su función era antiinflamatoria, como el conocido ibuprofeno u otros medicamentos de tal índole, pero poco a poco se han ido sumando nuevos conocimientos y usos a esta sustancia, como bien es conocido su efecto preventivo frente a los ataques cardíacos. Sin embargo, hay mucho desconocimiento todavía, y los nuevos estudios nos instan a ser precavidos respecto a los usos de la aspirina.

Beneficios conocidos de la aspirina

Como ya he mencionado, los usos más comunes de la aspirina con el antiinflamatorio y el antiagregante, este último usado para aquellos pacientes que han sufrido alguna vez un infarto cardíaco o una angina de corazón. Sin embargo, no se ha demostrado que tomar aspirina pueda beneficiar o prevenir otras situaciones de riesgo cardíaco como son los ictus o accidentes cerebrovasculares, entre otras dolencias.

Por otra parte, la aspirina parece ser un gran aliado en la prevención del cáncer. Y no solo de un tipo de cáncer, sino de varios de ellos, como ya hemos comentado anteriormente en más de una ocasión en diversos artículos:

Sin embargo, ¿es oro todo lo que reluce? Aún con estos datos en la mano, y la gran cantidad de investigaciones en curso en estos momentos, ¿podríamos afirmar que vale la pena y es seguro tomar una aspirina diaria, incluso en aquellos pacientes que ya la toman por recomendación médica? La respuesta es NO.

Una aspirina al día NO beneficia a todos por igual

Ya hemos comentado que la aspirina no parece tener beneficios a nivel cardiovascular más allá de tomarla en el momento postinfarto o como prevención tras sufrir una angina de corazón o episodios similares. De hecho, hace poco nos preguntamos si realmente vale la pena tomar una aspirina diaria, pues sus efectos secundarios son conocidos (sobre todo los sangrados por úlceras de estomago, como claro y gran ejemplo).

Por otra parte, existe una situación médica que suele afectar a niños que sufren una gripe y a cuyos padres se les ocurre darles aspirina para solucionar el malestar general; es el Síndrome de Reye, un conjunto de signos y síntomas que concuerdan perfectamente con la conocida frase “es peor el remedio que la enfermedad“, pues al tomar aspirina en determinadas personas con gripe se puede llegar a afectar gravemente órganos como el hígado, entre otros.

Finalmente, por si no fuera suficiente, recientemente se ha publicado un estudio en el Journal of the American College of Cardiology a vueltas con la necesidad o no de tomar una aspirina diaria a modo de prevención de un infarto de corazón. Para ello, estudiaron a 69.000 pacientes de 119 consultas de cardiología de los Estados Unidos.

¿Su conclusión? De cada 10 pacientes a los que se les recomienda tomar aspirina cada día, 1 no la necesita, por que como hemos comentado, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

En dicho estudio se basan precisamente en los efectos secundarios de la aspirina: úlceras, sangrados de estómago o intestino, e incluso sangrados a nivel cerebral. Todo ello, en una persona que tiene un riesgo relativamente bajo, hace que los efectos secundarios superen a la buscada prevención. Y, se mire por donde se mire, no compensa.