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Los antiinflamatorios, como la Aspirina, podrían proteger contra el cáncer de piel

4 junio, 2012 09:42

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Existen muchas cosas “multifunción” en este mundo, unas funcionan bien, y otras no tan bien. Sin ir más lejos, las impresoras multifunción, que dejan claro ese refrán de “el que mucho abarca, poco aprieta”, porque fallan más que una escopeta de feria (y si eres estudiante, y estas de exámenes, te acuerdas del creador de dicho aparato con palabras muy poco halagüeñas). Pero en el mundo de los fármacos, hay algunos que si funcionan bien para varias cosas, como la Aspirina ®.

Como a os conté aquí, la Aspirina funciona como antiinflamatorio normalmente, pero también puede usarse (en cantidades pequeñas) como protección para un individuo post-infartado, ya que 100 mg de este medicamento ayuda a reducir la agregación de las plaquetas, y así protege a los enfermos cardíacos de volver a sufrir episodios similares. Ahora le han encontrado otro posible uso: protector contra el cáncer de piel.

Una investigación realizada en el Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca) asegura que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la famosa Aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno, podrían ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de piel, según los resultados publicados en la revista “Cancer”.

Este trabajo también tiene en cuenta estudios previos, donde se aseguraba esta propiedad protectora de los antiinflamatorios contra este tipo de cáncer. A partir de estas referencias, Sigrún Alba Johannesdottir y su equipo se centraron en la posible protección de estos medicamentos contra los principales tipos de cáncer de piel: carcinoma basocelular, carcinoma de células escamosas y melanoma maligno.

Después de comparar resultados entre varios pacientes afectados por estos tipos de cáncer, respecto a individuos sanos, observaron que las personas que poseían más de dos recetas de AINE tenían un 15% menos de riesgo de sufrir carcinoma de células escamosas y un 13% menos de riesgo de melanoma maligno, sobre todo si los AINE se tomaban más de 7 días o en cantidades más elevadas. Pero, en cambio, el riesgo de carcinoma de células basales no parecía verse reducido con estos medicamentos, aunque si reducían el riesgo de padecer otro tipo de tumores en otras partes del cuerpo (una disminución del riesgo de entre el 15-21%).

Según expresa Johannesdottir:

“Esperamos que el potencial protector contra el cáncer efecto de los AINE inspire a más investigaciones sobre la prevención del cáncer de piel”

Personalmente, me parecen unos porcentajes “bajos”, aunque los autores del estudio solo pretenden que este efecto protector se cite entre las buenas propiedades de los antiinflamatorios. En este caso recuerdo a uno de mis profesores, que tenía la creencia de que lo mejor para todo el mundo sería medicarse con antiinflamatorios desde los 20 años para protegerse de la arteriosclerosis (si, medicarse de por vida). Suena como una burrada, pero la argumentación era buena, aunque creo recordar que no nos citaba los diferentes efectos adversos secundarios de los antiinflamatorios:

  • Posible fallo renal.
  • Hepatitis.
  • Anemia.
  • Síndrome de Stevens-Johnson y otras afectaciones alérgicas.
  • Efectos gastrointestinales (úlceras, erosiones, hemorragias digestivas, perforaciones, colitis, inflamación intestinal).

En conclusión, aunque el estudio no lo diga así (porque no nos recomienda uso prolongado ni mucho menos), protegerse contra el cáncer de piel o contra la arteriosclerosis mediante una toma continuada (o de por vida) podría llevarnos a ese famoso refrán de “el remedio es peor que la enfermedad”,  pues los efectos adversos son diversos y pueden llegar a ser peligrosos en ocasiones puntuales.

Vía: Europapress / Anales Universidad de Navarra.

Imagen: La primera plana.