El coche de la Cruz Roja con los restos del último rehén israelí entregado por Hamás. Reuters
Hamás entrega un ataúd con parte de los restos mortales de un rehén que ya había sido enterrado en Israel en 2023
Los forenses afirman que no hay ninguna coincidencia entre el cuerpo devuelto este lunes con los 13 cautivos que siguen en Gaza.
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El ataúd entregado en la noche del lunes por los milicianos de Hamás a la Cruz Roja Internacional no pertenece a ninguno de los 13 rehenes israelíes muertos en la Franja de Gaza y cuyos cadáveres todavía no han sido devueltos según lo acordado en la primera fase del plan de paz.
Según The Times of Israel, se trata de parte de los restos mortales de Ofir Tzarfati, cuyo cuerpo fue recuperado por las Fuerzas de Defensa de Israel en diciembre 2023 y que ya había sido enterrado en Israel. Así se ha concluido tras los correspondientes análisis genéticos realizados en el Instituto Nacional Forense del Ministerio de Salud, ubicado en Tel Aviv.
El grupo islamista aseguró anoche que había entregado un nuevo cuerpo al Comité de la Cruz Roja como parte del acuerdo del alto el fuego. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado una reunión de urgencia de su gabinete para valorar una posible respuesta a la "clara violación" del acuerdo de paz.
Vista de dron de uno de los barrios de Ciudad de Gaza, con numerosos edificios destruidos. Reuters
Netanyahu aprobó este domingo la entrada de un equipo técnico egipcio y de personal de la Cruz Roja con excavadoras y vehículas para retirar escombros más allá de la línea amarilla, punto al que se han replegado las tropas dentro de Gaza, para ayudar en la búsqueda de los 13 cadáveres de rehenes israelíes que siguen en Gaza. Egipto es el único país al que Israel permite colaborar en la búsqueda.
Hamás ha justificado el retraso aduciendo que los escombros provocados por la destrucción de las bombas israelíes constituyen un importante obstáculo para localizar algunos cuerpos. Un portavoz del Gobierno israelí aseguró el domingo que el grupo terrorista sabe dónde se encuentran los cadáveres.
La reacción de los sectores más radicales del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu no ha tardado en producirse. Los ministros israelíes de Seguridad Nacional y Finanzas, los ultraderechistas Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, pidieron castigar a Hamás por sus "reiteradas violaciones".
"El hecho de que Hamás siga jugando y no transfiera de inmediato todos los cuerpos de nuestros soldados caídos es en sí mismo una prueba de que la organización terrorista sigue en pie. Es hora de romperle las piernas de una vez por todas", exigió Ben Gvir. Smotrich reclamó al primer ministro la detención de "todos los terroristas que fueron liberados según el acuerdo de rehenes" como represalia.
Los mediadores internacionales, sobre todo la Administración estadounidense, llevan días presionando a Hamás para que complete la entrega de los cadáveres e iniciar así las negociaciones para una segunda fase del plan de paz liderado por Donald Trump, que contempla el desarme del grupo islamista palestino, la desmilitarización de Gaza y la formación de una administración civil para el inicio de la reconstrucción del enclave.
Ataques en Cisjordania
A pesar del alto el fuego, los combates siguen registrándose en la zona. El Ejército israelí eliminó a tres supuestos milicianos islamistas en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, estos individuos formaban parte de una célula que planeaba llevar a cabo un atentado.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina informó de la muerte de los tres hombres, cuyos nombres responden a Abdullah Muhammad Omar Jalmana (27 años), Qais Ibrahim Muhammad al-Bitawi (21 años) y Ahmad Azmi Arif Nashti (29 años).
La cueva donde se escondían los supuestos terroristas. Reuters
Durante la operación, francotiradores pertenecientes a la Unidad Especial Antiterrorista israelí abrieron fuego y mataron a los tres milicianos tras salir de la cueva donde se escondían en la aldea de Kafr Quds, indicó el Ejército en un comunicado. Posteriormente, la Fuerza Aérea israelí realizó un ataque contra la cueva "para dañar la infraestructura terrorista".
"El asesinato supone una nueva guerra que se suma al historial de crímenes sangrientos cometidos por la ocupación contra nuestro pueblo en la Cisjordania ocupada", denunció Hamás a través de uno de sus portavoces. El grupo islamista llamó a "las masas de nuestro pueblo a intensificar la confrontación con la ocupación en todos los puntos de contacto y a lograr la unidad política y en el terreno".