Militantes palestinos montan guardia el día en que los rehenes retenidos en Gaza son entregados al Comité Internacional de la Cruz Roja. Reuters
Hamás desafía las órdenes de desarme con una campaña de ejecuciones en Gaza que reciben el extraño aval de Trump
La milicia islamista palestina trata de recuperar a la fuerza el control del enclave tras la retirada militar israelí. Trump da luz verde a la operación pero recuerda que el grupo deberá entregar las armas.
Más información: El Ejército israelí dispara y mata a 4 palestinos "sospechosos" pese al alto el fuego: dice que cruzaron la línea de retirada
Hamás trata de recuperar por la fuerza el control de Gaza tras la retirada parcial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Los milicianos del grupo islamista palestino pretenden eliminar a punta de fusil a los "traidores" que han colaborado con las tropas israelíes en el transcurso de la guerra.
Los testigos aseguran que, desde la entrada en vigor del alto el fuego, los combatientes de Hamás han realizado ejecuciones públicas de miembros de otros clanes que rivalizan por el control de Ciudad de Gaza y otras zonas de la Franja.
El movimiento islamista no lo oculta. Uno de los vídeos difundidos en redes sociales mostraba la ejecución de ocho personas. Las víctimas aparecen arrodilladas, con los ojos vendados, antes de recibir los disparos. "¡Vivan las Brigadas Al Qassam!", gritan después los tiradores, algunos de los cuales iban ataviados con chalecos antibalas y las características cintas verdes de Hamás.
Entre los perseguidos figuran los miembros del clan Dughmush, algunos de los cuales tienen vínculos con Jaysh al-Islam, un grupo yihadista que juró lealtad al Estado Islámico en 2015. Su líder, Mumtaz Dughmush, pasó primero por la agencia de inteligencia interna de la Autoridad Nacional Palestina y después por las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, antes de romper amarras con su cúpula.
El clan Dughmush también ha estado implicado en actividades de contrabando a través de la frontera con Israel. Por eso, Hamás parece estar aplicando ahora una política de ejecuciones extrajudiciales y castigos colectivos. Sin sufrir las acometidas del Ejército israelí, es el momento de cobrarse la revancha.
Los combatientes de Hamás no sólo atacan a los miembros del clan Dughmush. También persiguen a los integrantes de otras milicias a las que Israel ha suministrado armas durante la guerra, derivada de los atentados del 7 de octubre.
Una de las figuras a la que Hamás ha colocado en la diana es Yasser Abu Shabab, un gánster que lidera las Fuerzas Populares, un grupo armado que tiene su base de operaciones en Rafah, en el extremo sur de la Franja. Una investigación de Sky News de principios de octubre destapó las conexiones entre los hombres de Abu Shabab y las distintas agencias de seguridad israelíes para sabotear el control territorial de Hamás.
"Instamos enérgicamente a Hamás a suspender de inmediato la violencia y los disparos contra civiles palestinos inocentes en Gaza", declaró a través de un comunicado el jefe del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), el almirante Brad Cooper, que aseguró haber transmitido sus preocupaciones a los mediadores del acuerdo de Sharm el-Sheij.
President Trump justified & greenlit Hamas's criminal thuggery in the Gaza Strip, dismissing their executions, tortures, kidnappings & intimidation, saying they had to take out gangs, comparing Gaza with Venezuela sending gangs to Washington, DC. He's selling Gazans out to Hamas. pic.twitter.com/KrexMhotVL
— Ahmed Fouad Alkhatib (@afalkhatib) October 15, 2025
Donald Trump confirmó este martes que Hamás había "matado a varios miembros de bandas", pero sorprendió a propios y extraños al decir que lo ocurrido no le molestó demasiado. "Está bien. Son un par de bandas muy malas", zanjó.
Un día antes, el mandatario estadounidense había reconocido que la milicia islamista palestina quería "detener los problemas [en Gaza], y ha sido transparente al respecto. Les dimos aprobación por un tiempo".
Aunque reiteró al mismo tiempo que Hamás estaba obligado a entregar las armas "en un plazo razonable" en virtud de lo acordado la pasada semana en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij. "Van a desarmarse, porque dijeron que lo harían. Y si no lo hacen, nosotros los desarmaremos", subrayó.
El inquilino de la Casa Blanca no ofreció, de todos modos, ningún calendario de desarme. Ni siquiera concretó cuándo debería comenzar el proceso. Da la guerra por terminada sea cual sea el resultado. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirma, en cambio, que la ofensiva no terminará hasta desmantelar por completo a Hamás.
El profesor Fawaz Gerges, experto en Relaciones Internacionales de la London School of Economics, explica que Estados Unidos y sus aliados no tienen más opciones que permitir a Hamás demostrar su autoridad en Gaza si pretenden que la tregua se materialice.
"Sin seguridad no se puede distribuir ayuda. Sin seguridad no puede haber vida", señala Gerges. "Los estadounidenses se han dado cuenta de que la única fuerza efectiva es Hamás, y esa es la ironía". Washington no quiere un vacío de poder.