Donald Trump y Benjamín Netanyahu, en la Knéset. Reuters
Trump pide el "indulto" para Netanyahu por un caso todavía por juzgar: "Puros y champán, ¿a quién demonios le importa?"
Trump ha sido recibido con aplausos tras proclamar "el amanecer histórico de un nuevo Oriente Próximo" y atribuirse la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes retenidos en Gaza.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aprovechado su intervención en la Knéset este lunes para pedir al jefe del Estado israelí, Isaac Herzog, que conceda un indulto al primer ministro Benjamin Netanyah,.
“Puros y un poco de champán, ¿a quién demonios le importa?”, ha dicho el republicano ante los parlamentarios israelíes por unos cargos por fraude y cohecho que el líder del Likud niega y para los que no hay sentencia.
Trump ha sido recibido con aplausos tras proclamar "el amanecer histórico de un nuevo Oriente Próximo" y atribuirse la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes retenidos en Gaza. Pero se ha concedido un instante para "la incorrección política". O algo más.
Trump pide al presidente israelí que indulte a Netanyahu en su juicio por corrupción
Netanyahu carga con tres causas judiciales desde 2019, conocidas como los casos 1000, 2000 y 4000. En la primera se le acusa de recibir regalos de lujo —puros, champán y joyas para su esposa, esencialmente— de empresarios multimillonarios como Arnon Milchan o James Packer. La sospecha es que los hicieron a cambio de favores políticos.
El 2000 investiga un acuerdo con el propietario del diario Yedioth Ahronoth, Arnon Mozes, para que le respaldara desde sus medios, ofreciendo a cambio leyes que limiten la competencia del periódico rival Israel Hayom.
Trump in the last few minutes of his (seemingly endless) Knesset speech has implied that Miriam Adelson loves Israel more than America, and called on the Israeli president to pardon Netanyahu (who hasn't even been convicted yet)
— Gregg Carlstrom (@glcarlstrom) October 13, 2025
El más grave es el 4000. Netanyahu, durante su gestión como ministro de Comunicaciones y luego como primer ministro, supuestamente impulsó regulaciones que favorecieron a la empresa Bezeq —controlada por Shaul Elovitch— a cambio de una línea editorial más que amable para él y su esposa en el sitio de noticias Walla, propiedad del empresario.
En este proceso los cargos incluyen, además de fraude y abuso de confianza, soborno.
Lo que Trump pide es que se haga borrón y cuenta nueva con Netanyahu incluso si se demuestra que ha favorecido intereses privados con un valor estimado en alrededor de 1.800 millones de shekels —unos 450 millones de euros— en beneficios para la empresa Bezeq.
Netanyahu rechaza todas las acusaciones y sostiene que son producto de una campaña política. Lo esperable es que el proceso siga adelante con la guerra ya finalizada.
Las penas de prisión por soborno pueden ser de hasta 10 años. Los cargos por fraude o abuso de confianza recogen castigos menores, pero aun así significativos.