Oriente Próximo

Irán alcanza con un misil balístico un hospital israelí y Netanyahu promete represalias contra "los tiranos de Teherán"

El Gobierno israelí denuncia el ataque como "un crimen de guerra", pero olvida la destrucción provocada sobre los centros médicos palestinos en su ofensiva en Gaza.

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D. Barreira
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La última oleada de misiles balísticos lanzada por Irán sobre el territorio israelí, en una nueva madrugada de intercambio de ataques, se ha saldado con más de 270 heridos en Tel Aviv y otras localidades y un proyectil alcanzando un hospital en la localidad de Beersheba, en el sur del país. Los vídeos publicados en las redes sociales muestran una potente explosión en el complejo, que ha sufrido bastantes daños, aunque no víctimas mortales.

El ataque contra el Hospital Soroka, el más grande del sur de Israel, con más de un millar de camas, ha sido abanderado por el Gobierno de Benjamin Netanyahu para denunciar los "crímenes de guerra" de la República Islámica, que lanzó esta noche otra treintena de misiles balísticos. El propio primer ministro israelí ha prometido que los "tiranos de Teherán" pagarán "un alto precio".

El ministro de Defensa, Israel Katz, ha asegurado unas horas después de la explosión en el centro médico que el Ejército israelí va a intensificar sus ataques sobre "objetivos estratégicos" del régimen de los ayatolás, al que Tel Aviv pretende poner fin con una ofensiva centrada en eliminar el programa nuclear iraní, su sistema de lanzamiento de misiles y que ha logrado eliminar ya a una decena de altos mandos militares.

Katz, durante una visita a Holon, donde ha impactado uno de los proyectiles iraníes, ha equiparado al ayatolá Jamenei con "un Hitler moderno" y ha asegurado que el líder supremo de Irán "no puede seguir con vida". Donald Trump, el principal aliado de Israel, que cavila si intervenir directamente o no en el conflicto, presumió el pasado martes de tener localizado el escondite de Jamenei, aunque confesó no tener la intención de matarlo "por el momento".

"Nadie es inmune", ha presumido Netanyahu tras su visita el hospital atacado. "Todas las opciones están abiertas, pero es mejor no hablar de esto en la prensa".

Así ha quedado el despacho de un médico.

Así ha quedado el despacho de un médico. Amir Cohen Reuters

Objetivos de los bombardeos

El bombardeo del Hospital Soroka alcanzó el antiguo pabellón quirúrgico, un edificio relativamente antiguo que había sido evacuado en los días previos, según confirmó el director del centro. "Hay daños generalizados en otras instalaciones del centro. Todos los pacientes y el personal se encontraban en refugios. Los varios heridos que tenemos presentan heridas leves, principalmente por la onda expansiva de la explosión", ha detallado.

Una de las fachadas del edificio.

Una de las fachadas del edificio. Amir Cohen Reuters

Eli Bin, jefe de ambulancias del servicio de emergencias Magen David Adom, ha explicado que una planta del complejo que resultó destruida había sido evacuada el día anterior. "Muchas vidas se han salvado", ha celebrado. El Ministerio de Sanidad ha anunciado el traslado del resto de pacientes a otros centros médicos del país.

La Guardia Revolucionaria, la unidad militar de élite de Irán, ha subrayado que el ataque tenía como objetivo destruir unas instalaciones de inteligencia del Ejército israelí localizadas en las inmediaciones del hospital, según recoge la agencia Fars. El diario Times of Israel explica que la base de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona se encuentran a dos kilómetros del centro médico.

El Hospital Soroka, tras el impacto del misil balístico.

El Hospital Soroka, tras el impacto del misil balístico. Amir Cohen Efe

Bomberos, policías y soldados del Comando del Frente Doméstico se dirigieron a la planta superior del edificio directamente atacado en busca de posibles heridos, que ascenderían a 72 según el Ministerio de Sanidad hebreo. El techo se derrumbó debido al impacto del misil y el fuego comenzó a extenderse por la zona. El humo tardó más de una hora en desaparecer. Otros dos proyectiles han impactado edificios en las ciudades de Holon y Ramat Gan.

"El misil disparado contra el Centro Médico Soroka es un acto terrorista y traspasa una línea roja", ha declarado el ministro de Salud, Uriel Buso. "Es un crimen de guerra del régimen iraní, que ataca deliberadamente a civiles inocentes y a equipos médicos dedicados a salvar vidas. El Ministerio de Salud estaba preparado con antelación y, gracias a las medidas inmediatas que tomamos, se evitó una catástrofe de gran magnitud".

El Gobierno israelí, no obstante, ha sido el responsable de diezmar durante los últimos 20 meses la mayoría de hospitales en la Franja de Gaza a través de incursiones militares, bombardeos y el arresto y la muerte de personal médico. Casi todos los centros o no funcionan u operan parcialmente, en un sistema sanitario colapsado por el bloqueo israelí que además carece de suficientes medicinas, utensilios o médicos especializados.

Los ataques emprendidos por el Ejército israelí la pasada madrugada han destruido un reactor nuclear inactivo en Arak, localizada en el centro de Irán y a unos 250 kilómetros al suroeste de Teherán, con el fin de evitar que vuelva a ser puesto en marcha. El organismo de la ONU para el control de la energía atómica ha confirmado que el reactor de agua "estaba en construcción" pero que todavía no contenía material nuclear. Un portavoz castrense ha añadido impactos en Natanz e Isfahán contra otras infraestructuras del programa nuclear iraní.