Sirios kurdos rinden homenaje a Abdula Öcalan, fundador y líder del PKK

Sirios kurdos rinden homenaje a Abdula Öcalan, fundador y líder del PKK Reuters

Oriente Próximo

El partido prokurdo PKK se disuelve y pone fin a la lucha armada contra Turquía tras más de 40 años y 45.000 muertos

El fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Abdullah Öcalan, ya pidió el fin de la violencia en febrero desde una prisión de alta seguridad.

Más información: Erdogan amenaza con "eliminar hasta el último terrorista" del PKK turco si no aceptan el alto el fuego pactado con Öcalan

Agencias
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La guerrilla kurda del PKK -Partido de los Trabajadores del Kurdistán-, ha anunciado este lunes su disolución y el fin de su "lucha armada" que inició contra el Estado turco hace 40 años y que ha dejado unos 45.000 muertos, respondiendo así al llamamiento que hizo a finales de febrero desde la cárcel el fundador y líder de la organización Abdullah Öcalan.

"Hemos completado nuestra misión histórica", asegura uno de sus miembros a la agencia de noticias Firat, cercana al grupo.

"El 12º Congreso del PKK ha decidido disolver la estructura organizativa del PKK y poner fin al método de la lucha armada, cuyo proceso de aplicación será dirigido y llevado a cabo por el líder APO (Öcalan), poniendo fin así a las actividades realizadas bajo el nombre del PKK", ha señalado la guerrilla en un comunicado.

Öcalan, que lleva 25 años cumpliendo cadena perpetua, pidió el pasado 27 de febrero al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), -considerado terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea-, que abandonara las armas.

"Hemos cumplido una misión histórica"

El PKK celebró entre los pasado 5 y 7 de mayo un congreso para debatir la petición de de Öcalan.

"El 12º Congreso Extraordinario del PKK evaluó que la lucha del PKK ha roto la política de negación y aniquilación impuesta a nuestro pueblo, ha llevado la cuestión kurda al punto de ser resuelta a través de la política democrática y ha cumplido así su misión histórica" ha justificado hoy esta proscrita organización su decisión de dejar las armas.

El pasado día 8, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, adelantó en una reunión de su partido, el AKP, que el desarme del PKK se anunciaría pronto.

En un principio, el PKK, que opera principalmente desde sus bases en el norte de Irak, había reclamado que el propio Öcalan dirigiera en libertad un eventual proceso de paz con el Estado turco.

Ya en 2013, Öcalan había anunciado el fin de las aspiraciones independentistas del PKK, la intención de integrar a los kurdos en una Turquía democrática y el abandono de las armas, pero el proceso se abortó en 2015 y los combates y ataques se intensificaron.

"El inicio de una nueva era"

En un discurso a la nación horas después del anuncio de la guerrilla, Erdogan calificó la disolución  como el "inicio de una nueva era". Erdogan señaló que su desarme contribuye a la seguridad de Turquía, la fraternidad de la nación y sus capacidades democráticas.

"Interpretamos que esta decisión abarca todas las ramificaciones de la organización, ya sea en el norte de Siria, ya sea en Europa", dijo el presidente en referencia a las milicias kurdosirias y a las redes del PKK en la comunidad kurda asentada en numerosos países europeos.

Agregó que los servicios secretos turcos observarán el proceso "con gran cuidado, para garantizar que se cumplan las promesas dadas", sin especificar más.

El Gobierno permitió en otoño pasado que una comisión del partido turco prokurdo DEM se reuniera en la cárcel con el fundador y aún líder del PKK, Abdullah Öcalan, y transmitiera al público su llamamiento para el desarme de la guerrilla.

Pero no hay una negociación con la guerrilla, al menos no pública, y altos cargos turcos han negado que vaya a haber ningún tipo de concesiones políticas.

El PKK tampoco ha puesto condiciones a su disolución, salvo cierta libertad de movimiento para Öcalan, algo a lo que Ankara no ha reaccionado por ahora.

"Compartiremos explicaciones más detalladas con el publico en los próximos días. Aunque nuestras raíces, culturas y creencias puedan ser distintas, todos somos ciudadanos de primera de Turquía", concluyó Erdogan su discurso.