Una víctima del bombardeo estadounidense en Sadá.

Una víctima del bombardeo estadounidense en Sadá. Naif Rahma Reuters

Oriente Próximo

Un nuevo bombardeo de EEUU en Yemen mata a 68 migrantes custodiados en un centro de detención

Según la cadena Al Masira, portavoz de los hutíes, se trata de "un crimen de guerra en toda regla". Otro ataque en Saná, la capital, causó otros ocho muertos, incluidas mujeres y niños.

Más información: El secretario de Defensa de EEUU compartió los planes contra los hutíes con su mujer en otro chat de Signal

D. B.
Agencias
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Estados Unidos intensifica sus bombardeos sobre Yemen. Un nuevo ataque mató esta madrugada a "decenas" de migrantes africanos que se encontraban retenidos en un centro de custodia preventiva supervisado por la Organización Internacional de Migraciones y la Cruz Roja en la ciudad yemení de Sadá, según informó el Ministerio de Interior de los hutíes.

Una fuente de seguridad citada por la agencia yemení de noticias SANA, controlada por los hutíes, dijo que "la agresión estadounidense tuvo como objetivo a los reclusos de un centro de detención para inmigrantes africanos en la prisión preventiva de Sadá" e informó de "decenas de víctimas". Según el canal de televisión Al Masira, portavoz de los insurgentes, un total de 68 cadáveres han sido recuperados de entre los escombros del centro atacado. Hay otro medio centenar de heridos de diversa gravedad que se han trasladado a un hospital de Sadá, bastión de los rebeldes hutíes, y cuna de su máximo líder Abdelmalek al Hutí.

Imágenes difundidas por Al Masira muestran decenas de cadáveres entre las ruinas del centro de detención, que alberga migrantes africanos que entraron irregularmente en territorio yemení. Ese mismo centro de retención había sido atacado por la aviación saudí en 2022 en el contexto de la intervención de una alianza árabe liderada por Riad en la guerra civil del país árabe, un bombardeo que dejó cerca de un centenar de muertos.

Escombros en Saná tras los bombardeos estadounidenses de este domingo.

Escombros en Saná tras los bombardeos estadounidenses de este domingo. Reuters

"El centro de retención de inmigrantes africanos albergaba a 115 personas, decenas de las cuales murieron (...) atacar a civiles inocentes y a migrantes es un crimen que se suma al historial de crímenes estadounidenses contra el pueblo yemení y la humanidad en su conjunto", dijo el Ministerio del Interior hutí en una nota difundida por Al Masira.

Asimismo, los rebeldes hutíes denunciaron que este ataque contra un "refugio" bajo supervisión de organismos internacionales constituye "un crimen de guerra en toda regla". "La Administración estadounidense tiene plena responsabilidad por el atroz crimen contra los inmigrantes africanos", añadió. Según los hutíes, uno de los misiles estadounidenses que golpeó la prisión no explotó y las autoridades lo están manejando "con extrema precaución".

Este domingo, otros bombardeos estadounidenses causaron al menos la muerte de otras ocho personas, entre ellas mujeres y niños, en unas viviendas en el suburbio de Bani al Harith, al norte de la capital del Yemen, Saná, según reportó Al Masira. De acuerdo con el medio, los ataques aéreos también provocaron "varios heridos", mientras que advirtió que se trata de un "balance preliminar" y que el número de víctimas podría aumentar.

Al Masira indicó que el objetivo del ataque fueron "tres casas" de una zona llamada Thabqan, sin aportar más detalles, y añadió que en paralelo la aviación de Estados Unidos efectuaron seis bombardeos en una montaña de la gobernación de Amran, ubicada al norte de Saná.

Por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra el Yemen con el objetivo declarado de destruir las capacidades militares de los hutíes, pero los insurgentes denuncian que estos ataques han golpeado sitios civiles y han causado la muerte de alrededor de 200 personas.

Con esta campaña, Washington espera que los insurgentes sean incapaces de interrumpir la navegación comercial en el mar Rojo con sus operaciones contra buques que transitan por la zona, así como que detengan sus ataques contra Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.

Los hutíes, respaldados por Irán, han lanzado desde el inicio de la guerra en Gaza alrededor de un centenar de ataques directos contra Israel y decenas más contra barcos comerciales en los mares Rojo y Arábigo, lo que ha provocado campañas de represalia tanto de Israel como de una coalición internacional capitaneada por EEUU y el Reino Unido.