Pedro Sánchez se reúne con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, el pasado octubre.

Pedro Sánchez se reúne con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, el pasado octubre. Europa Press

Oriente Próximo

Qué es la Autoridad Palestina y por qué Sánchez la prefiere como socio antes que a Hamás

El Gobierno de Mahmud Abbás, al que el presidente del Gobierno llamó el miércoles tras anunciar que España reconocerá a Palestina, sólo tiene jurisdicción en Cisjordania. Allí, el 90% de la población opina que su presidente debe dimitir.

24 mayo, 2024 10:08

En cuanto anunció que España reconocerá al Estado de Palestina, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, telefoneó a Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Palestina (AP). El Gobierno de Abbás está circunscrito a Cisjordania y Jerusalén Este, y no tiene competencias sobre la Franja de Gaza, donde se libra la cruenta guerra que ha motivado a Madrid a establecer relaciones diplomáticas con el país árabe.

Pero, ¿quién es la Autoridad Palestina? ¿Tiene algún tipo de jurisdicción sobre Gaza? La AP, dominada por Fatah, un movimiento nacionalista laico fundado por Yaser Arafat, fue creada tras los Acuerdos de Oslo para allanar el camino hacia un Estado palestino independiente según las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital. Sin embargo, hoy tiene poca autoridad política, ninguna competencia en Gaza y funciona bajo el control del Ejército israelí.

Las relaciones entre el Gobierno de Abbás y Hamás son convulsas. En las elecciones legislativas palestinas de 2006, Hamás obtuvo la mayoría, lo que supuso un duro golpe para Fatah y la AP. Esta victoria puso de manifiesto las profundas divisiones existentes en la sociedad palestina entre quienes apoyaban el planteamiento de Fatah de negociar con Israel y quienes respaldaban la postura más militante de Hamás.

Un mural dañado del difunto presidente palestino Yasser Arafat en la Universidad al-Azhar de Gaza.

Un mural dañado del difunto presidente palestino Yasser Arafat en la Universidad al-Azhar de Gaza.

Las tensiones entre ambas facciones se intensificaron hasta desembocar en violentos enfrentamientos que culminaron en la batalla de Gaza de 2007. Hamás tomó por la fuerza el control de la Franja de Gaza, dividiendo de hecho los territorios palestinos en dos entidades separadas: Hamás gobernando Gaza y la AP en partes de Cisjordania.

Aquel enfrentamiento acabó en ejecuciones extrajudiciales y sumarias, tortura, secuestros y abusos. El conflicto dejó cientos de muertos y muchos más heridos. La división afectó gravemente al panorama político palestino, y complicó los esfuerzos hacia la unidad palestina y las negociaciones de paz con Israel.

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Después del 7 de octubre

Desde el inicio de la guerra, han aumentado las tensiones entre ambos gobiernos palestinos. Fatah acusa a Hamás de devolver la "ocupación israelí" a Gaza mediante su "aventura del 7 de octubre", y ha calificado las repercusiones de la guerra de "peores que la Nakba" —la catástrofe del éxodo de Palestina tras el establecimiento de Israel en 1948—. A cambio, Hamás ha criticado el nombramiento del empresario Mohammad Mustafá como primer ministro para la AP, y ha declarado que el nuevo liderazgo sólo puede separar a ambas facciones.

En Cisjordania, Mahmud Abbás y Fatah se enfrentan a una grave crisis de popularidad. En diciembre, una encuesta del Palestinian Center for Policy and Survey Research (PSR) halló que el 90% de los palestinos de Cisjordania opinan que el dirigente de la AP debe dimitir.

El presidente palestino Mahmoud Abbas asiste al Foro Económico Mundial en Riad, Arabia Saudí.

El presidente palestino Mahmoud Abbas asiste al Foro Económico Mundial en Riad, Arabia Saudí. Reuters

Paralelamente a esta impopularidad de Fatah, todo el territorio palestino está viviendo un auge del apoyo a Hamás. Si en Gaza —donde la cifra de muertos por la guerra supera los 35.800— Hamás ha ganado terreno según la encuesta, en Cisjordania la popularidad del grupo armado se ha disparado desde el comienzo de la invasión de israelí a la Franja. El pasado 2 de mayo, de hecho, agentes de la Autoridad Palestina mataron a un hombre armado de la Yihad Islámica —movimiento islamista afín a Hamás— en el campo de refugiados cisjordano de Tulkarem.

En su conversación con Abbás el miércoles, el presidente del Gobierno español reiteró el apoyo a los esfuerzos de reforma de la AP. En el mismo punto se encuentra Estados Unidos: la Casa Blanca ha declarado su voluntad de que una AP reformada vuelva y, además, sea la administradora de Gaza.

El pasado 3 de mayo, la Casa Blanca rechazó una propuesta de plan para la creación de un Estado palestino presentada por cinco países árabes y la AP. Según el Canal 12 israelí, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo a sus homólogos árabes que el plan, elaborado por la AP con Qatar, Arabia Saudí, Jordania, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, no era realista.

El informe especifica que a Washington le preocupaba especialmente que el plan no mencionara la erradicación de Hamás, la eliminación de la corrupción en la AP o la reforma del sistema educativo palestino, que el Gobierno de Joe Biden califica de "antisemita".

Bélgica se desmarca

El pasado mes de noviembre, Abbás ya recibió a Sánchez y a su homólogo belga, Alexander de Croo, en Ramala. El español expresó su voluntad de avanzar hacia la solución de los dos Estados para materializar "las legítimas aspiraciones del pueblo palestino a un Estado independiente, viable, y que coexista en paz y seguridad junto al Estado de Israel", informó Moncloa en aquel momento.

Sin embargo, la solución de De Croo a una crisis que ya ha comenzado su octavo mes es diferente a la del presidente del Gobierno. El miércoles, el belga reaccionó con desaprobación a la decisión de España, Irlanda y Noruega, y aseguró: "La prioridad belga es liberar a los rehenes y lograr un alto el fuego inmediato", y el reconocimiento de un Estado palestino, que "sólo puede hacerse una vez", debería producirse cuando pueda desencadenar un "verdadero efecto palanca".