Miguel Flores Jaime León

El Líder Supremo de Irán dirigió el miércoles en Teherán las oraciones del funeral del presidente Ebrahim Raisí en un momento clave: el clero se plantea ya la elección de un sucesor para el ayatolá Jameneí, de 85 años.

El fallecimiento de Raisí en un accidente de helicóptero de la región de Azerbaiyán Oriental tampoco llegó en un momento oportuno para la política iraní. Las tensiones son cada vez mayores entre la cúpula clerical y la sociedad en general. Por otro lado, el endurecimiento de los controles políticos y el declive de la economía son solo agravantes.

Por ello, la República Islámica ha querido convertir los dos funerales de Estado de este viernes —además del presidente, en el helicóptero viajaba el ministro de Exteriores— en una muestra de fuerza y continuidad ante las amenazas tanto internas como externas de un régimen con 45 años de antigüedad.

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    Varios iraníes portan el féretro del difunto presidente Ebrahim Raisí, celebrado en su ciudad natal de Mashhad, en el este del país.

    Reuters
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    Con cientos de miles de participantes, delegaciones internacionales y aliados de la región, la República Islámica de Irán ha querido dar una imagen de fuerza y continuidad con los funerales del fallecido presidente Ebrahim Raisí, ante la incertidumbre que provoca la pérdida de un mandatario.

    Efe
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    Paralelamente al entierro de Raisí en Mashhad, Teherán ha despedido al ministro de Exteriores Hosein Amir Abdolahian, fallecido en el mismo accidente de helicóptero.

    Reuters
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    Una multitud de hombres porta el féretro del fallecido ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, este jueves en Teherán.

    Reuters
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    En Teherán se echaron ayer a las calles cientos de miles de personas en una procesión organizada por las autoridades, que habían llamado a la población a asistir a los actos y declarado una jornada no laboral.

    Efe
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    Durante el mandato de Raisí se intensificó la represión contra críticos, activistas y periodistas, y en especial contra las mujeres por la falta de uso del velo, lo que provocó las mayores protestas contra la República Islámica en años y que se saldaron con 500 muertos.

    Reuters
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    La falta de popularidad entre buena parte de la población también se vio ayer en algunas zonas de Teherán, donde mucha gente aprovechó la jornada no laboral para salir a cafés y restaurantes ajenos a los funerales, lo que pone de manifiesto la división en el país.

    Reuters
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    El baño de masas se ha extendido por toda la República Islámica. El país ha celebrado masivas procesiones funerarias en Tabriz, la ciudad más próxima al lugar del accidente, Qom, urbe sagrada del chiísmo, en Teherán y hoy en Birjand y más tarde en Mashhad.

    Efe
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    En esta imagen, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí (d), se reúne y conversa con la familia del fallecido presidente Ebrahim Raisi.

Miguel Flores Jaime León