Restos de la iglesia ortodoxa de San Porfirio, la más antigua en Gaza, tras ser atacada por un misil israelí.

Restos de la iglesia ortodoxa de San Porfirio, la más antigua en Gaza, tras ser atacada por un misil israelí. Twitter

Oriente Próximo

Los cristianos, víctimas olvidadas de la guerra de Israel y Hamás: su lento exilio de la Tierra Santa

Israel ha pasado de contar con un 25% de población cristiana en 1948 a menos de un 2% a día de hoy.

22 octubre, 2023 03:15

Están en Tierra Santa pero son atacados por un bando y por otro. A pesar de llevar habitando 'la tierra donde nació Jesús' más de 2.000 años, los cristianos -en su mayoría árabes palestinos- se han convertido en una de las minorías más vulnerables. Son víctimas, por un lado, del Gobierno de Benjamín Netayanhu -en coalición con los grupos colonos y facciones ultraortodoxas- y, por otro lado, de Hamás. Israel ha pasado de contar con un 25% de población cristiana (en 1948, cuando Israel firmó la Declaración de Independencia) a menos de un 2% a día de hoy (unos 182.000, incluyendo cristianos palestinos con ciudadanía israelí y armenios).

Desde que dio comienzo esta nueva guerra entre Israel y Hamás, varios han sido los edificios cristianos que han sido atacados en Gaza: el hospital anglicano Al-Ahli (conocido también como Hospital Bautista del norte de la Franja de Gaza) y la iglesia ortodoxa de San Porfirio -la más antigua en Gaza-. En reacción, el arzobispo anglicano Hosam Naoum, al frente del hospital, se ha pronunciado en una rueda de prensa junto con el resto de líderes cristianos -entre ellos, el Patriarca ortodoxo griego de Jerusalén, Teófilo III.

Además de la guerra, los crímenes de odio contra los cristianos han aumentado por dos motivos principales: en primer lugar, la llegada al Gobierno de grupos colonos y ultraortodoxos, y en segundo lugar, el auge del fundamentalismo islámico, impulsado por Hamás y otras organizaciones terroristas. Con este panorama, la Iglesia Episcopal de Jerusalén y Oriente Medio -anglicanos- denunció en el mes de diciembre de 2021 que la comunidad cristiana se ha convertido en "blanco de ataques frecuentes y sostenidos por parte de grupos radicales".

La población en la Franja de Gaza está sumida en la pobreza, aún más desde que Hamás llegó al poder en 2006. La dictadura en la que se encuentran sumidos los gazatíes se caracteriza por la violencia, la miseria y la represión.

La carta fundacional de la organización terrorista establece claramente su finalidad: "Izar la bandera de Alá sobre cada centímetro de Palestina [...] No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la yihad". Es decir, unos fundamentos que no contemplan -y excluyen- cualquier otra religión existente en la zona. En diciembre de 2021, la población cristiana en Gaza era de tan solo 900 personas -de dos millones de habitantes-.

Mario da Silva, párroco de la única iglesia católica en la Franja, señaló que en tan solo 6 años el número de cristianos se ha reducido de 4.500 a unos 1.000. El sueldo mensual ronda los 150 a 200 euros y no pueden salir de la zona para visitar a sus familiares o visitar la ciudad Santa. Se sienten "en una cárcel a cielo abierto".

En relación a este tema, los fieles palestinos poseen un permiso -otorgado por Israel- para visitar la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén tanto en la Pascua como en Navidad. En los últimos años, se han reducido de 10.000 a 1.800 las autorizaciones (en 2023). Las autoridades israelíes sostienen que el motivo es la seguridad, pero desde las Iglesias denuncian que las restricciones forman parte del esfuerzo por expulsar a la comunidad cristiana local, algo que se ha acrecentado por el Gobierno ultraderechista de Netanyahu.

La mayoría de los ataques contra los cristianos -incluyendo palestinos y armenios (unas 2.000 personas)- en Jerusalén y Cisjordania están protagonizados por los movimientos colonos. Estos grupos defienden el supremacismo judío y buscan consolidar el control expulsando a la población que discrepe en su ideología (incluyendo individuos de otras religiones o incluso israelíes laicos). Entre ellos se pueden mencionar destrozos en cementerios, escupitajos a transeúntes o el asalto a la Iglesia de la Flagelación, situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén. 

Este conglomerado de factores discriminatorios y de violencia estan favoreciendo, poco a poco, que la religión cristiana abandone la tierra 'en la que nació Cristo'. Una población que se encuentra entre el fuego tanto de Israel como de Hamás.