El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Toby Melville Reuters

Europa

Zelenski envía a Trump un nuevo plan de paz y calibra el riesgo de celebrar elecciones bajo la amenaza de Putin

El líder ucraniano acaba de remitir a la Casa Blanca un documento alternativo que no contempla cesiones territoriales. Además, le ha dicho a Trump –quien ha vuelto a cuestionar que Ucrania sea una democracia– que, si EEUU garantiza la seguridad, se podría plantear una llamada a las urnas.

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Las claves

Zelenski ha enviado una nueva propuesta de paz a Trump, que rechaza ceder más territorios a Rusia y solo admite la pérdida de los ya ocupados.

El presidente ucraniano afirma estar listo para celebrar elecciones en dos o tres meses si Estados Unidos y Europa garantizan condiciones seguras.

Zelenski responde a las acusaciones de Trump, quien sugiere que la guerra se usa como excusa para evitar elecciones, defendiendo la voluntad del pueblo ucraniano.

Las encuestas indican que la mayoría de los ucranianos se opone a celebrar elecciones mientras dure la guerra, aunque la popularidad de Zelenski ha disminuido desde 2022.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acaba de enviar este jueves por la noche una propuesta de paz alternativa a la que negoció Estados Unidos con Vladímir Putin hace varias semanas. A la hora de escribir estas líneas la información al respecto todavía es limitada. Se sabe, no obstante, que hay novedades en la parte de las cesiones territoriales exigidas por el Kremlin. Zelenski no las contempla. Es decir: Ucrania podría aceptar la pérdida de lo que ya han tomado los rusos, pero no entregar nada adicional.

Asimismo, Zelenski ha querido aprovechar para responder a la acusación lanzada este martes por Donald Trump durante una entrevista concedida a la revista Politico. “Dicen que son una democracia pero llega un punto en el que ya no lo es”, espetó el líder estadounidense mientras conversaba con la periodista Dasha Burns.

Era una referencia a la ausencia de elecciones en el país eslavo. “Ucrania está preparada para celebrar elecciones”, ha replicado Zelenski. Acto seguido el líder ucraniano ha ofrecido un plazo de entre dos y tres meses siempre y cuando, eso sí, Estados Unidos y los países europeos garanticen las condiciones necesarias para que se puedan organizar con garantías.

Cabe recordar que Ucrania celebró sus últimas elecciones generales en marzo del 2019. Unos comicios que ganó Zelenski con el 75% de los votos (más de 13,5 millones de personas votaron por él) frente al 25% cosechado por su rival: el también europeísta Petro Poroshenko.

Zelenski tendría que haberse vuelto a enfrentar a las urnas en mayo del año pasado. Sin embargo, la invasión rusa en febrero del 2022 forzó la implantación de la ley marcial y, con ella, la suspensión de comicios hasta el fin de la guerra.

Lo que Trump dio a entender durante su entrevista con Politico es que Zelenski está utilizando la contienda para mantenerse en el poder. “La cuestión de las elecciones en Ucrania depende, sobre todo, de nuestro pueblo”, añadió el presidente ucraniano en su réplica. Una alusión a lo que muestran las encuestas más recientes: que la mayoría de ucranianos se opone a celebrar comicios mientras dure la guerra.

“Francamente, decir que la guerra no termina porque quiero seguir aferrado a la presidencia es una idea completamente irrazonable”, sentenció Zelenski.

Dicho lo cual, el presidente ucraniano reiteró que si Estados Unidos y los aliados europeos de Ucrania garantizan las condiciones necesarias para que haya urnas él mismo convocará esas urnas. Ahora bien: ¿cuáles son esas condiciones?

En opinión de Volodímir Fesenko, un conocido politólogo ucraniano, lo primero que tiene que suceder para que se celebren elecciones es un alto el fuego aéreo. Tiene su lógica: acudir a un colegio electoral mientras los drones y los misiles rusos caen a plomo sobre las ciudades y los pueblos del país encierra unos cuantos riesgos.

Fesenko también ha señalado la necesidad de crear un marco legislativo para la ocasión, pues la Constitución del país no contempla una convocatoria electoral dentro de la ley marcial.

Y habría que actualizar un censo que tenga en cuenta no solo a los más de cuatro millones de desplazados internos que ha dejado la guerra sino también a los casi seis millones de ucranianos que se encuentran refugiados en el extranjero. Los cuales, evidentemente, deberían poder votar en el caso de unas elecciones generales.

Por no hablar de las decenas de miles de militares que luchan en el frente. ¿Qué habría que hacer para que pudiesen depositar la papeleta en la urna?

Llegados a este punto hay quien se pregunta por qué Trump vuelve a insistir en la celebración de unos comicios generales en Ucrania cuando, al margen de lo que ocurre en el frente, los ataques rusos contra la población civil siguen siendo una constante.

Existen dos teorías predominantes (y no necesariamente excluyentes). La primera apunta a las quejas de Moscú, donde se considera que Zelenski es un presidente “ilegítimo” desde el año pasado y, por consiguiente, alguien con quien no se puede negociar.

La segunda teoría apunta a la resistencia que el propio Zelenski está poniendo –apoyado por la mayoría de ucranianos– a partes del principio de acuerdo de paz acuñado por los rusos y los estadounidenses hace varias semanas. Un principio de acuerdo que chirría en Kiev porque exige cesiones territoriales –la parte del Donbás que todavía controla Ucrania– y pide limitar la extensión de las fuerzas armadas ucranianas. Entre otras cosas.

En resumen: Trump parece creer que, en caso de elecciones, Zelenski perderá el voto popular y un nuevo presidente facilitará el acuerdo que lleva buscando desde hace un año (cuando prometió poner fin a la guerra de Ucrania “en menos de 24 horas”).

No obstante, desde el Instituto Internacional de Sociología de Kiev dicen que no está nada claro que Zelenski vaya a perder el apoyo de las urnas.

Es cierto que su popularidad ha caído sustancialmente desde la invasión rusa –entonces rozaba el 90%– debido a los escándalos de corrupción que han salpicado a su círculo cercano en los últimos meses, pero todavía se encuentra ligeramente por encima del 50%.

Por otra parte, la figura que le supera en apoyo popular no es otro que el teniente general Valeri Zaluzhnyi. El que fuera comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania hasta el año pasado y que ahora ejerce de embajador en Londres. Alguien que, según cuentan muchos ucranianos, no guarda simpatía alguna por los rusos.