Rusia amaneció este 12 de septiembre bajo uno de los mayores ataques con drones desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2022.
Según el Ministerio de Defensa ruso, sus defensas aéreas interceptaron 221 aparatos ucranianos durante la noche en distintas regiones, incluidos Moscú y el óblast de Leningrado.
Kiev no ha comentado la operación, pero la magnitud del asalto marca un salto cualitativo en la guerra de desgaste que ambos países libran desde hace más de tres años, como informó The Kyiv Independent.
San Petersburgo
El gobernador de Leningrado, Alexander Drozdenko, confirmó que alrededor de 30 drones fueron derribados en su región y que fragmentos cayeron en localidades como Tosno, Vsevolozhsk, Pokrovskoye y Uzmino, sin causar víctimas.
Las explosiones obligaron a cerrar temporalmente el aeropuerto de Pulkovo, en San Petersburgo, lo que provocó la cancelación o el retraso de cerca de 50 vuelos.
Drozdenko informó además de un incendio en un buque del puerto de Primorsk, el mayor de carga decrudo en el Báltico, y en una estación de bombeo de la misma terminal. Ambos focos fueron extinguidos y no se reportan derrames ni riesgo de inundaciones.
Moscú bajo fuego
La capital rusa también fue blanco de la ofensiva. El alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, aseguró que al menos nueve drones fueron abatidos en las inmediaciones de la ciudad.
Aunque no precisó las zonas afectadas, canales de Telegram independientes registraron explosiones en Mozhaysk y Dedovsk, al oeste de la capital
Incendio en Smolensk
Otro de los objetivos fue la región de Smolensk, donde su gobernador, Vasily Anokhin, confirmó que las defensas aéreas repelieron “una nueva oleada” de aparatos.
Testigos difundieron en redes sociales imágenes de un gran incendio en una instalación de la petrolera Lukoil, aunque las autoridades locales evitaron confirmar el ataque a infraestructuras energéticas
El Ministerio de Defensa ruso detalló que, además de los 85 drones derribados en Briansk, 42 en Smolensk y 28 en Leningrado, también hubo interceptaciones en Kaluga, Nóvgorod, Moscú, Oriol, Bélgorod, Rostov, Tver, Pskov, Tula y Kursk.
En paralelo a estos ataques, las autoridades rusas informaron que una mujer perdió la vida este viernes en la región fronteriza de Bélgorod, tras el impacto de drones que, según el gobernador Viacheslav Gladkov, fueron lanzados por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El funcionario aseguró en su canal de Telegram que la víctima murió en el acto.
Escalada tras ataque a Kiev
Este golpe se produce apenas dos días después de que Rusia lanzara un récord de drones y misiles contra Kiev, matando a una mujer y a su bebé e hiriendo a una veintena de personas.
El ataque dañó por primera vez el edificio del Consejo de Ministros ucraniano desde el inicio de la invasión
Moscú ha intensificado en los últimos meses sus incursiones con más de 500 drones en una sola noche, mientras que Ucrania ha reorientado su estrategia para trasladar el conflicto al interior de Rusia y golpear la logística petrolera y aérea de su adversario
Incidente en Polonia
La escalada llega también tras un incidente que tensó a la OTAN: el 10 de septiembre, drones rusos violaron el espacio aéreo de Polonia y obligaron a su Fuerza Aérea a derribarlos, un hecho sin precedentes desde 2022.
Medios alemanes informaron que los aparatos se dirigían al aeropuerto de Rzeszow, un centro clave para el envío de ayuda militar a Ucrania.
Aunque las autoridades rusas presentan los ataques como un fracaso gracias a sus defensas, la capacidad de Kiev para alcanzar puertos petroleros y la propia capital rusa evidencia la vulnerabilidad de la retaguardia de Moscú.
La guerra de drones, cada vez más intensa, se consolida como el frente más imprevisible de un conflicto que ninguno de los dos países parece dispuesto a frenar.