Varios agentes de la policía francesa, en París.

Varios agentes de la policía francesa, en París. Reuters Reuters

Europa

La Policía francesa investiga varios casos de secuestros contra cripto-millonarios que se extienden a Bélgica y España

El auge de amenazas, extorsiones y ataques físicos contra empresarios que hicieron su fortuna en el mundo 'cripto' alerta a las autoridades y normaliza la contratación de guardaespaldas en las élites del sector.

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La oleada de secuestros, ataques y extorsiones contra empresarios vinculados al sector de las criptomonedas que se ha producido en los últimos meses en Francia (y en algunos casos, en países vecinos como Bélgica o España), tiene en jaque a la policía francesa.

Las autoridades han comenzado una investigación después de liberar este sábado a un empresario de 60 años, secuestrado el pasado jueves a plena luz del día y al que los captores han amputado un dedo como medida de presión para que los familiares pagasen un rescate de entre 5 y 7 millones de euros.

Esta creciente ola de violencia contra este perfil ha llevado a los magnates del universo cripto a normalizar la contratación de servicios de guardaespaldas para enfrentar las amenazas, según apunta el medio especializado en tecnología Wired en un artículo al respecto.

El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, paseaba por una calle del distrito 14 de París cuando, sobre las 10:30 de la mañana del pasado jueves, fue interceptado por cuatro hombres cubiertos con pasamontañas que lo obligaron a subirse a una furgoneta de reparto.

Dos días después, la policía logró liberarlo, pero los secuestradores le habían cortado un dedo y había sido amenazado con sufrir más mutilaciones en caso de no recibir el dinero del rescate.

La rápida actuación policial, que allanó una casa a 20 kilómetros de París (en la zona de Essonne) y detuvo a cinco sospechosos de unos 20 años de edad, lo ha impedido.

Propietario de una empresa de comercialización de criptomonedas junto a su hijo, su caso es el último de varios secuestros a figuras que encajan en su perfil.

A mediados de enero, el secuestro del millonario David Balland, cofundador de la cotizada empresa de criptomonedas Ledger, fue secuestrado junto a su esposa en su domicilio de Méreau, en el centro de Francia.

Los atacantes se infiltraron de madrugada y se llevaron a cada uno de ellos a localizaciones distintas y también amputaron un dedo al empresario como medida de presión para cobrar un rescate de 10 millones de euros.

Poco después, Balland fue liberado en una redada policial al sur de París, también en la zona de Essonne, en una operación saldada con nueve detenciones.

El socio comercial de Balland, al que los secuestradores enviaron un vídeo del dedo amputado y le exigieron el pago del rescate, apareció atado en el interior del maletero de un coche.

A finales del pasado año, el padre de un influencer francés muy popular entre la comunidad de las criptomonedas también sufrió un ataque en su casa. Tras atar a su esposa e hija, los secuestradores lo obligaron a subir a un coche. Un día después, apareció en el maletero de un coche en Normandía, atado, con signos de violencia física y tras haber sido rociado con gasolina.

Casos en España y Bélgica

Aunque Francia ha acaparado la mayoría de crímenes contra millonarios, también se han reportado casos similares en países vecinos como España y Bélgica.

En uno de los casos más sonados, en julio de 2024, unos secuestradores retuvieron durante 23 días a un inversor de origen sueco por cuyo rescate pidieron medio millón de euros.

La víctima llegó a Málaga en calidad de turista junto a un amigo, pero fue recogido por una tercera persona que debía llevarlo al hotel. A partir de ahí, desapareció hasta que varios días después una pareja de secuestradores de origen sirio y libanés se pusieron en contacto con la familia para exigir 500.000 euros en criptomonedas.

Los secuestradores fueron cambiando de ubicación utilizando documentación falsa, alojamientos turísticos y vehículos de alquiler, pero la Policía logró dar con él gracias a un dispositivo de rescate.

Tras días de negociaciones, los secuestradores y un familiar quedaron en un restaurante de Málaga para facilitar el pago, momento en el que los agentes procedieron a detener a los secuestradores y hallar a la víctima, retenida en una vivienda en Fuengirola.

Además de inversores millonarios, se han producido casos vinculados a inversores más modestos. En un caso reciente, en febrero de este año, una mujer británica denunció que su hijo, trader de criptomonedas, había sido secuestrado en Marbella bajo la exigencia del pago de 30.000 euros por su rescate.

Mientras investigaban su posible paradero en una urbanización de Estepona, el secuestrado se lanzó desde un balcón a 10 metros de altura al ver a los agentes y confirmó que estaba retenido en el interior del edificio. Los agentes accedieron al interior del mismo y encontraron armas, miles de euros en efectivo y estupefacientes.

Guardaespaldas

En un artículo sobre este asunto publicado en el medio especializado Wired, los expertos en seguridad explican cómo el nivel de riqueza y los riesgos asociados a la misma ha cambiado la relación entre los inversores en criptomonedas y la seguridad física.

El director de la empresa de seguridad privada británica Westminster Security, John Moore, explica a dicho medio que después de que bitcoin experimentase su primer boom, era habitual que los inversores contratasen guardaespaldas y comprasen vehículos de lujo como muestras visibles de su nueva riqueza.

Con el tiempo, añade, las élites de las criptomonedas prefieren pasar desapercibidas y optar por guardaespaldas de incógnito, que en cualquier caso no suelen acompañarles todo el tiempo sino en actos públicos o viajes al extranjero.

Sin embargo, esta ola de incidentes está provocando que los cripto-millonarios estén empezando a reconsiderar que la seguridad es una "incomodidad necesaria", añade.