Olaf Scholz, Pedro Sánchez y Mario Draghi, durante la última cumbre celebrada en Bruselas en febrero

Olaf Scholz, Pedro Sánchez y Mario Draghi, durante la última cumbre celebrada en Bruselas en febrero UE

Europa

Escepticismo en la UE sobre el nuevo fondo impulsado por Macron y Sánchez para energía y defensa

Los líderes europeos acordarán en la cumbre de Versalles aumentar el gasto militar y "optimizar" el mercado eléctrico y las interconexiones.

10 marzo, 2022 03:24
Bruselas

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La invasión rusa de Ucrania y su impacto en la Unión Europea monopolizará todos los debates de la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de los 27 que empieza este jueves en Versalles. Los líderes europeos discutirán por primera vez el nuevo fondo europeo que quiere crear el presidente francés, Emmanuel Macron, con el propósito de aumentar la inversión en defensa y energía en respuesta a la guerra de Vladímir Putin. Una iniciativa que cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero que ha sido recibida con escepticismo por el resto de socios e incluso por las instituciones de Bruselas. 

"Estamos reflexionando sobre la posibilidad de tener un plan de resiliencia a nivel europeo para acelerar y aumentar las inversiones en defensa, energía y transición climática, con recurso a la deuda mutualizada", explican fuentes del Palacio del Elíseo. El nuevo plan, cuya dotación aún no se ha concretado, seguiría el modelo de "éxito" del fondo de 800.000 millones Next Generation, creado en 2020 para amortiguar el impacto de la crisis de la Covid-19.

En el Elíseo admiten que las discusiones todavía se encuentran en una fase muy preliminar. "Lo primero que hay que hacer es documentar los efectos económicos en Europa de la guerra en Ucrania. En una segunda fase, se trataría de examinar los instrumentos a nivel nacional y europeo de los que nos debemos dotar para afrontarlos", sostiene el equipo de Emmanuel Macron.

Por su parte, Sánchez considera que la solución podría pasar por aumentar el tamaño y extender la duración del fondo Next Generation, que en principio es una iniciativa excepcional que debería concluir en 2026. El Gobierno está a favor de cualquier iniciativa de financiación conjunta europea para proyectos de interés común, según explican fuentes de Moncloa.

España es el segundo mayor beneficiario de las ayudas de Next Generation (tiene adjudicados hasta 140.000 millones entre subvenciones y créditos). Nuestro país es además el que va más adelantado en su ejecución, puesto que ha recibido ya dos pagos (que suman 19.000 millones), destaca Moncloa. Otro programa europeo que ha sido un "éxito" y que al Gobierno de Sánchez le gustaría consolidar es el fondo SURE, que se utilizó al principio de la pandemia para financiar los ERTE.

Los frugales, en contra

El primer ministro holandés, Mark Rutte, que lidera el club de los 'países frugales' (en el que están también Austria, Suecia y Dinamarca) ha sido el primero en enfriar las expectativas de Macron y Sánchez. "No estoy a favor en este momento de una segunda parte de Next Generation", ha dicho Rutte precisamente durante una visita a París este miércoles, según recoge Politico. A su juicio, la UE debe agotar todos los instrumentos financieros existentes para hacer frente a la guerra de Ucrania antes de lanzarse a nuevas emisiones conjuntas de deuda.

Una opinión que comparten de forma mayoritaria el resto de líderes europeos. "El nuevo plan de deuda no es algo para hoy, porque ya tenemos Next Generation, que cubre las principales necesidades identificadas. Los planes de recuperación ya incluyen la cuestión de la energía o de las dependencias estratégicas. Y el dinero acaba de empezar a fluir a los Estados miembros. Lo que podría hacerse por ejemplo es adaptar los planes de recuperación", relata un alto funcionario europeo.

Ni siquiera la Comisión de Ursula von der Leyen está convencida de la necesidad de un nuevo fondo europeo para invertir en energía y defensa. "No tenemos ningún plan de ese estilo en la Comisión. No sé si lo habrá en algunos Estados miembros", dijo este martes el vicepresidente responsable de Transición Ecológica, el socialista holandés Frans Timmermans. 

Pese a esta falta de acuerdo sobre la financiación, los líderes europeos se comprometarán en Versalles a aumentar "sustancialmente" el gasto en defensa en sus presupuestos nacionales, aunque sin fijar ninguna cifra. Alemania y Dinamarca han sido los primeros Estados miembros en anunciar una subida de la inversión militar tras el estallido de la guerra en Ucrania y el Consejo Europeo invitará al resto de socios a seguir su estela. 

Los jefes de Estado y de Gobierno anuncian además que impulsarán programas conjuntos, en particular en aquellos ámbitos donde los ejércitos europeos tienen más carencias en materia de capacidades, como el transporte aéreo o los drones de combate.

La UE se comprometerá además a defender a Suecia y Finlandia frente a cualquier posible ataque de Rusia. Estocolomo y Helsinki, que no son miembros de la OTAN, han pedido activar el artículo de defensa colectiva previsto en los Tratados europeos tras las amenazas del Kremlin.

"Optimizar" el mercado eléctrico

En materia de energía, los líderes europeos confirmarán su propósito de poner fin a su dependencia respecto al gas ruso (que ahora mismo supone el 40% del consumo), aunque no ponen ninguna fecha. La Comisión acaba de presentar un plan de acción que plantea poner fin a la "adicción" al gas ruso de aquí a 2030. A diferencia de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, la UE ha rechazado un embargo inmediato a gas, petróleo y carbón procedentes de Rusia.

La estrategia del Ejecutivo comunitario fija como prioridades diversificar el suministro apostando por el gas natural licuado (GNL), acelerar el despliegue de renovables y prescindir del gas en la calefacción y la generación de electricidad. Estas iniciativas pueden reducir la demanda en la UE de gas ruso en dos tercios de aquí a fin de año, según Bruselas. 

En este ámbito, el borrador de conclusiones de la cumbre recoge dos iniciativas que interesan particularmente a España. En primer lugar, la mejora de las interconexiones de las redes de gas y electricidad en Europa, algo esencial si nuestro país quiere ejercer de hub para la distribución de gas natural licuado como alternativa a Rusia. Los líderes europeos se comprometen además a "vigilar y optimizar el funcionamiento del mercado de la electricidad".

Sánchez volverá a pedir al resto de líderes y a Von der Leyen medidas urgentes y extraordinarias para bajar la factura de la luz. La más importante es precisamente la reforma del mercado con el fin de desligar el precio de la electricidad del precio del gas. Bruselas acaba de dar un primer paso en este sentido reconociendo la posibilidad de limitar temporalmente el precio de la luz y autorizando tasas a las eléctricas por sus beneficios extraordinarios.

Ucrania, ¿país candidato a la UE?

En cuanto a la guerra en Ucrania, la prioridad absoluta de los líderes europeos es "mantener la presión" sobre Vladímir Putin para lograr un alto el fuego y la retirada inmediata de las tropas rusas. En este sentido, los jefes de Estado y de Gobierno discutirán endurecer todavía más las sanciones económicas contra Moscú, ampliando la lista negra de oligarcas y el número de bancos desconectados de la red internacional de mensajería financiera SWIFT.

Pero el debate más encendido en la cumbre de Versalles será sobre la solicitud que ha presentado el presidente Volodímir Zelenski para que se conceda a Ucrania el estatus de país candidato a la UE. Una decisión que cuenta con el apoyo total de Polonia y los países del este y bálticos, pero que choca con las reticencias de Alemania, Francia, Holanda o España, que señalan que un país en guerra no está preparado para la adhesión.

Pese a estas diferencias, los líderes europeos buscan un acuerdo para "enviar una señal politica a Ucrania sobre su pertenencia a la familia europea". "La cuestión de la adhesión no nos debe desviar de las prioridades inmediatas. El proceso de ampliación es muy lento, pero aquí tenemos una urgencia. Una vez que guerra termine, debemos acercar lo más posible a la UE a Ucrania, Moldavia y Georgia (los otros dos países que también han pedido la adhesión) bajo una forma que todavía tenemos que inventar, pero que permita ir más rápido que la adhesión", explican las fuentes del Elíseo.