Un hombre camina por la playa de Bondi delante de uno de los memoriales improvisados a las víctimas.

Un hombre camina por la playa de Bondi delante de uno de los memoriales improvisados a las víctimas. Jeremy Piper Reuters

Asia

La Policía australiana halla vínculos de los atacantes de la playa de Bondi con el ISIS y bombas caseras en su coche

Las autoridades investigan un viaje a Filipinas de Naveed Akram y su padre Sajid, donde se sospecha que pudieron recibir entrenamiento militar.

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D. Barreira
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Las claves

Los atacantes del festival judío en Bondi Beach, Sídney, estaban inspirados por el Estado Islámico (ISIS) y poseían banderas caseras del grupo yihadista.

Las autoridades encontraron artefactos explosivos improvisados en el coche de Naveed Akram, uno de los sospechosos, además de las banderas del ISIS.

Padre e hijo, los agresores, viajaron recientemente a Filipinas, donde podrían haber recibido entrenamiento militar en la isla de Mindanao.

El ataque, calificado de meticuloso y calculado, tuvo un componente antisemita y ha llevado al gobierno australiano a reforzar medidas contra el odio y el extremismo.

El padre y el hijo detrás del ataque en la playa de Bondi, en Sídney, en el que fueron asesinadas 15 personas cuando participaban en un festival judío, estaban inspirados por el Estado Islámico (ISIS). Así lo ha asegurado este martes el primer ministro australiano, Anthony Albanese, revelando que los sospechosos, que en principio actuaron en solitario, tenían dos banderas caseras del grupo yihadista.

El mandatario calificó el ataque como un acto "meticuloso, calculado y a sangre fría", que ha conmocionado al país y golpeado uno de los lugares más emblemáticos de Australia. "No muestra lo que somos como nación. Somos un país que abraza la tolerancia y el respeto", señaló.

El jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, confirmó este martes en una rueda de prensa que ambos sospechosos habían viajado el pasado mes a Filipinas, aunque no indicó el motivo de su viaje. Según detallaron medios locales, podrían haber recibido entrenamiento militar en la nación asiática.

El primer ministro australiano Anthony Albanese informa sobre los avances de la investigación en rueda de prensa.

El primer ministro australiano Anthony Albanese informa sobre los avances de la investigación en rueda de prensa. Hollie Adams Reuters

Por su parte, Albanese indicó que las investigaciones, encabezadas por la Policía de Nueva Gales del Sur junto al Equipo Conjunto Antiterrorista, apuntan a una planificación detallada del atentado y a la ausencia, por ahora, de vínculos directos con otras células.

No obstante, remarcó que la investigación sigue abierta con la participación de la Policía Federal Australiana, la agencia de inteligencia interna ASIO y socios internacionales del grupo Five Eyes, alianza internacional de inteligencia.

Albanese confirmó que el hijo, identificado como Naveed Akram y actualmente en coma, fue investigado en 2019 por posibles vínculos con el Estado Islámico y el líder de la organización yihadista en Sídney, Isaac El Matari, condenado a siete años de cárcel en 2021 por planear un atentado terrorista. Los investigadores no consideraron al joven una amenaza activa en aquel momento.

"ASIO lo investigó y no quedó sujeto a monitoreo continuo. Si hubo una radicalización posterior, eso es parte de lo que se está analizando ahora", explicó. El padre, Sajid, que fue abatido durante el atentado, también había sido entrevistado entonces, según Albanese.

"Parece [el ataque] que estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico. La ideología que ha existido durante más de una década y que condujo a esta ideología de odio y, en este caso, a la disposición para cometer asesinatos en masa", deslizó el primer ministro en una entrevista con la cadena pública ABC.

Guerra contra el ISIS

Las autoridades informaron de que en el vehículo del atacante, el joven de 24 años Naveed Akram, fueron halladas dos banderas del Estado Islámico de fabricación casera, así como artefactos explosivos improvisados, según indicó el comisionado Lanyon, quien subrayó que la investigación sigue en curso para esclarecer los motivos del ataque.

"Seguimos trabajando para determinar qué motivó esta tragedia y es fundamental que los investigadores dispongan del tiempo necesario para hacerlo", afirmó.

Un altar de flores en recuerdo de las víctimas, este lunes, frente al pabellón de la playa de Bondi Beach.

Las autoridades australianas revelaron que Naveed y Sajid estuvieron en Filipinas desde el 1 hasta el 28 de noviembre. Viajaron concretamente a la ciudad de Davao, en la isla de Mindanao, donde los insurgentes islámicos llevan tiempo luchando por conseguir un estado independiente. En 2017, los combatientes del ISIS sitiaron la ciudad de Marawi durante cinco meses, obligando al Gobierno filipino a desatar una guerra total hasta que mató a los líderes yihadistas y forzó su rendición.

A pesar de ello, cientos de combatientes del Estado Islámico permanecen en Filipinas, un país de mayoría católica, según los expertos. Los grupos terroristas continúan reclutando nuevos combatientes, aprovechando la pobreza local y los conflictos políticos históricos en Mindanao.

El primer ministro sostuvo que el ataque tuvo un componente antisemita y defendió las medidas adoptadas por su Gobierno para combatir el odio, entre ellas la prohibición de símbolos nazis, la creación de un enviado contra el antisemitismo, un registro nacional de delitos de odio y el refuerzo de los controles migratorios para detectar actitudes extremistas.

"Queremos erradicar el antisemitismo. Ese es el objetivo", afirmó.