Zohran Mamdani, en la escuela pública PS 20 The Clinton Hill, en Brooklyn.

Zohran Mamdani, en la escuela pública PS 20 The Clinton Hill, en Brooklyn. Kylie Cooper Reuters

EEUU

Zohran Mamdani, el joven musulmán que ha ilusionado a media Nueva York prometiendo congelar los alquileres

Nacido en Uganda en el seno de una familia de inmigrantes indios, el candidato de la juventud de Nueva York ha experimentado un ascenso meteórico gracias a un programa lleno de medidas rompedoras.

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Las claves

Zohran Mamdani, musulmán de origen ugandés e hijo de inmigrantes indios, ha sorprendido al ganar las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York, prometiendo congelar los alquileres y aplicar políticas económicas progresistas.

Su programa incluye propuestas como transporte público gratuito, supermercados de bajo costo, guarderías universales y un aumento de impuestos a grandes fortunas y corporaciones para financiar los cambios.

A pesar de recibir apoyo de figuras como Barack Obama y Kathy Hochul, Mamdani enfrenta críticas por su falta de experiencia y por su posicionamiento ideológico, siendo calificado de "comunista" por la derecha y visto con recelo por sectores centristas del Partido Demócrata.

Su candidatura ha generado entusiasmo entre jóvenes y comunidades diversas, contando incluso con el respaldo de grupos judíos progresistas, pese a la controversia por su activismo pro-palestino.

Hace tres años, en la maratón que celebra anualmente la ciudad de Nueva York, uno de los participantes lució una camiseta que rezaba Eric Adams Raised My Rent! Una alusión a las subidas de alquiler promovidas por el todavía alcalde de la ciudad. Dos maratones después, o sea el año pasado, ese mismo corredor lució una camiseta que decía lo mismo por delante pero que en la parte trasera añadía lo siguiente: Zohran Will Freeze It! O sea: un tal Zohran Mamdani congelará los precios y éstos no subirán más.

Ese corredor no era otro que el propio Mamdani haciéndose campaña a sí mismo. Lo cierto es que en aquel entonces nadie le hizo demasiado caso. Ni en 2022, cuando apenas llevaba un par de ejercicios haciendo política en la Asamblea Estatal de Nueva York, ni el año pasado, cuando su participación en la maratón de la ciudad fue una de sus primeras apariciones públicas después de anunciar su candidatura a la alcaldía de la ciudad.

Pasó completamente desapercibido. Y no solo eso; es que cualquiera que echara un ojo a su perfil concluía que un tipo como Mamdani no tenía ningún recorrido.

¿Un musulmán abiertamente pro-palestino nacido en Uganda hace tres décadas y profesionalmente dedicado a producir música hip hop gobernando la ciudad? Poco probable. Pero entonces, el verano pasado y para sorpresa de muchos, ganó las primarias del Partido Demócrata –el suyo– a la alcaldía de Nueva York y todo cambió.

Barack Obama llamó al día siguiente para felicitarle y Kathy Hochul, gobernadora del estado y una figura de peso en el Partido Demócrata, decidió aparcar su escepticismo y brindarle apoyo público. “Caminar por Nueva York junto a Mamdani este verano ha supuesto ser testigo del nacimiento de una estrella política”, escribía hace unos días Eric Lach, el corresponsal neoyorquino de la revista The New Yorker (valga la redundancia).

Orígenes inmigrantes

Treinta y tres años antes de que naciese esa estrella política lo que nació fue un crío como otro cualquiera en Kampala, la capital de Uganda, en el seno de una familia perteneciente a la diáspora india afincada en África entre el siglo XIX y las primeras décadas del XX.

Fue a los siete años cuando los padres de Mamdani decidieron reubicarse en Nueva York. Allí el pequeño Zohran asistió a la Escuela Secundaria de Ciencias del Bronx y posteriormente se graduó en Estudios Africanos en Bowdoin College, una pequeña universidad privada de Maine donde cofundó la sección local de la organización Estudiantes por la Justicia en Palestina.

Mamdani, que ya apuntaba maneras progresistas y durante un tiempo colaboró en un movimiento que trataba de evitar desalojos de viviendas, terminó por abrazar el socialismo durante las presidenciales del 2016 –las que dieron la primera victoria a Donald Trump– inspirado por el izquierdista Bernie Sanders; principal rival de Hillary Clinton en aquellas primarias del Partido Demócrata.

Hoy en día Mamdani, una figura que trata de combinar sus raíces inmigrantes, su fe musulmana y los postulados socialistas, cuenta con el apoyo de un padre que da clases en la Universidad de Columbia, de una madre que es a su vez una reconocida directora de cine, y de su mujer: una joven artista siria de 27 años, residente en Brooklyn, llamada Rama Duwaji y a la que conoció en un portal de citas llamado Hinge.

Programa rompedor, influencias esperables

Más allá de proyectar una identidad alineada con una ciudad no ya multicultural sino llena de gente que no ha nacido en ella, el apoyo que ha cosechado hasta la fecha no se puede entender sin asomarse a lo que lleva meses prometiendo hacer en caso de victoria.

Siempre poniendo por delante la etiqueta de “candidato de la gente”, Mamdani ha dicho que implantará un servicio de autobuses gratuito en toda la ciudad, que congelará los alquileres (amén de castigar a los propietarios “negligentes”) y que montará una cadena de supermercados con alimentos a muy bajo precio.

Entre sus propuestas también se encuentra la implantación de un sistema universal de guarderías (para niños que tengan entre seis semanas y cinco años), triplicar la construcción de viviendas destinadas a la gente con ingresos bajos y reformar radicalmente la estructura de la alcaldía para que su equipo pueda trabajar en todo lo de arriba sin tener que lidiar con cortapisas.

Ante la pregunta de cómo logrará llevar a cabo –ergo costear– semejantes iniciativas, la respuesta se encuentra en un aumento de los impuestos a las grandes fortunas y a las corporaciones. Medida con la cual espera poder recaudar unos 9.000 millones de dólares.

¿Sus referencias? Variadas pero lógicas. Desde intelectuales de origen palestino y corte anti-colonialista como Edward Said o Rashid Khalidi hasta Nelson Mandela o Franklin Delano Roosevelt –el presidente estadounidense que combatió la Gran Depresión impulsando ese famoso programa social llamado New Deal– pasando por Toni Morrison, la famosa novelista afroamericana, o el filósofo clásico Aristóteles.

¿Un “comunista” sin experiencia?

Aunque maneja muy bien los tiempos y las herramientas de la llamada “nueva política”, razón por la cual su mensaje ha llegado muy lejos muy rápido, Mamdani no es ajeno a las críticas. Lógicamente.

Una de las más comunes, lanzada constantemente por el exgobernador del estado y ahora rival Andrew Cuomo, tiene que ver con su falta de experiencia. “Experiencia, competencia, saber cómo desempeñar el cargo, saber cómo tratar con Trump, saber cómo tratar con Washington, saber cómo tratar con la legislatura estatal; estos son aspectos básicos”, declaró en alusión a lo que no tiene en su haber Mamdani. “Creo en la formación práctica, pero no mientras uno ocupa la alcaldía de Nueva York”.

Otras críticas parten desde la ideología –o la identidad– y suelen ser bastante más viscerales. La derecha trumpista, por ejemplo, considera que Mamdani es un “comunista”. Y parte de la población judía de la ciudad le tiene por “extremista” e incluso por “antisemita” debido a unas simpatías por Gaza que, dicen, no auguran nada bueno. Llegados a este punto conviene destacar, no obstante, que Mamdani cuenta con miles de simpatizantes entre la juventud judía de Nueva York debido, sobre todo, a sus propuestas económicas.

Es más: uno de sus grupos de apoyo se llama “Jews for Zohran”. O sea: “Judíos a favor de Zohran”.

Y luego está el ala centrista del Partido Demócrata. Hoy por hoy continúa siendo mayoritaria y, desde luego, mira con muy poca simpatía al joven socialista. No tanto por lo que defiende, dicen los expertos en política estadounidense, como por lo que representa: el ascenso del izquierdismo militante dentro de una formación que hasta ahora no ha querido alejarse un ápice del establishment.