Kamala Harris y agentes de la Policía Metropolitana de Los Ángeles.

Kamala Harris y agentes de la Policía Metropolitana de Los Ángeles. X

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Los Ángeles se rebela contra Trump: destina a 14 policías de élite para proteger a Harris tras quedarse sin su escolta federal

Según reveló la cadena local FOX 11, al menos 14 oficiales de la División Metropolitana del LAPD han sido apartados de operativos de prevención del crimen para integrar un dispositivo especial alrededor de Harris.

Más información: Trump se cobra su venganza con Kamala Harris y le retira la protección policial que tenía como ex vicepresidenta

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La seguridad de Kamala Harris, exvicepresidenta de EEUU y candidata demócrata derrotada en las elecciones de 2024, se ha convertido en un nuevo frente de tensión política.

Tras la decisión de Donald Trump de retirarle la escolta del Servicio Secreto, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) ha reasignado a varios de sus agentes de élite para vigilar su residencia en Brentwood, uno de los vecindarios más exclusivos de la ciudad.

Según reveló la cadena local FOX 11, al menos 14 oficiales de la División Metropolitana del LAPD han sido apartados de investigaciones y operativos de prevención del crimen para integrar un dispositivo especial alrededor de Harris.

Un coche patrulla sin distintivos fue grabado en la entrada de su vivienda, ocupado por agentes vestidos de paisano que vigilan los accesos, según informó The New York Post.

La medida responde a la orden firmada por Trump la semana pasada, que anuló la protección federal de Harris a partir del 1 de septiembre.

Tradicionalmente, los exvicepresidentes mantienen escolta del Servicio Secreto durante seis meses tras abandonar el cargo.

Sin embargo, en enero de este año, Joe Biden extendió de forma discrecional esa cobertura a Harris por un año completo, justo antes de dejar la Casa Blanca.

Acusaciones de represalia

El gesto de Trump ha sido interpretado en California como un acto de represalia política: “Esto forma parte de una larga lista de venganzas, desde despidos hasta la revocación de credenciales de seguridad”, denunció la alcaldesa demócrata de Los Ángeles, Karen Bass.

Pone en riesgo a la exvicepresidenta y trabajaremos con el gobernador para garantizar su seguridad”.

El gobernador Gavin Newsom, a través de un portavoz, rehusó confirmar si la Patrulla de Carreteras de California (CHP) también participará en la protección de Harris, aunque dejó entrever que el estado no permanecerá pasivo.

La seguridad de los cargos públicos no debería depender de impulsos erráticos y vengativos”.

Un patrón repetido

La retirada de escoltas a Harris no es un caso aislado. A lo largo de este año, Trump también ha ordenado el fin de la financiación pública de seguridad para familiares de Biden -incluidos Hunter y Ashley Biden- y para antiguos altos cargos como Anthony Fauci, Alejandro Mayorkas, John Bolton o Mike Pompeo.

La medida ha provocado un debate sobre los límites de la discrecionalidad presidencial en materia de seguridad y el riesgo de usarla como herramienta política.

Por ahora, el LAPD evita dar explicaciones sobre cuántos recursos destina a la protección de Harris y cómo afecta la reasignación de agentes a las labores de investigación en una ciudad que enfrenta picos de criminalidad.

Tampoco el equipo de la exvicepresidenta ha querido pronunciarse públicamente.

Lo que sí parece claro es que el escudo de seguridad en torno a Harris ha pasado de ser una obligación federal a convertirse en un asunto estatal y local, cargado de simbolismo político en un clima nacional cada vez más polarizado.