
El excongresista George Santos, a su entrada este viernes a la corte federal para el Distrito Este de Nueva York. Reuters
Siete años de cárcel para George Santos, el excongresista de EEUU que se inventó su vida: ni judío, ni estudios ni experiencia
Además de inventarse su currículum, utilizó fondos de su campaña para ponerse Botox, comprar en tiendas de lujo y pagar su cuenta de OnlyFans.
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El excongresista republicano de Nueva York George Santos, que fue el protagonista de una polémica por mentir sobre su vida personal y profesional, fue condenado este viernes a siete años de prisión, tal y como pidió la Fiscalía federal, tras haberse declarado culpable el año pasado de fraude electrónico y robo de identidad agravado.
Como parte del acuerdo de culpabilidad con la Fiscalía, deberá pagar además 373.749,97 dólares para reembolsar a las víctimas de sus acciones.
El controvertido exlegislador de origen brasileño de 35 años, el primer republicano abiertamente gay en el Congreso, en el que estuvo solo cerca de un año hasta que fue expulsado el pasado 1 de diciembre, acudió este viernes a la corte federal para el Distrito Este de Nueva York para conocer su condena: la Fiscalía pidió siete años y tres meses mientras que su defensa abogó por el mínimo de dos años.
Santos, que tejió una amplia red de mentiras, aseguraba que había trabajado en entidades como Citigroup o Goldman Sachs. Igualmente sostenía que era descendiente de una familia judía ucraniana que logró escapar del exterminio nazi. Detalles que resultaron ser todos falsos y que una investigación del New York Times reveló que todo lo que había contado sobre su vida era una farsa.
Los registros genealógicos consultados por el Times apuntan que sus abuelos nacieron en Brasil antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Además, Santos, que se identifica como gay, tampoco reveló que estuvo casado con una mujer durante varios años, hasta 2019.
El propio Santos admitió que lo publicado por el Times era cierto aunque justificó en un mensaje en X en diciembre de 2022 que su "pecado" fue embellecer su currículum". "Lo siento. No me gradué en ninguna institución de educación superior. Estoy avergonzado. Hacemos cosas estúpidas en la vida", reconoció entonces aunque sin dar el paso de abandonar su cargo como congresista.
También defendió en una entrevista a The New York Post que "nunca había afirmado ser judío". "Yo soy católico", dijo, y matizó que cuando se enteró de que su familia materna tenía antecedentes judíos, dijo que era "judío", entre comillas.
Sin embargo, no eran las únicas mentiras. Tras la publicación del Times, y cuando los medios comenzaron a indagar, también se descubrió que no había rastro de su paso por la Universidad ni de su supuesto negocio inmobiliario; ni tan siquiera de que la ONG de rescate de animales que decía haber fundado fuese realmente un grupo benéfico.
También se conoció que años atrás había sido acusado de fraude en Brasil, un delito que supuestamente confesó, pero por el que no fue castigado al no poder ser localizado por la Justicia del país, entre otras mentiras.
Gastos en OnlyFans y artículos de lujo
Una investigación de ética del Congreso descubrió que había gastado fondos de campaña en Botox y ropa de diseño, cosméticos y OnlyFans, lo que llevó a que tanto republicanos como demócratas se unieran para expulsarlo de la Cámara Baja en diciembre de 2023.
Como parte de su acuerdo de culpabilidad, en agosto de 2024, para evitar juicio, Santos admitió haber robado la identidad de cerca de una docena de seguidores, entre ellos familiares, para sufragar los costes de su campaña para llegar al Congreso, haber engañado a donantes y mentir a la Cámara.
Tras ser expulsado de la Cámara de Representantes, para generar ingresos, comenzó a hacer mensajes personalizados a través de la aplicación Cameo e inició el podcast "Pants on Fire", una alusión a su tendencia a mentir, señala el New York Times.
En una entrevista con el Times publicada el jueves, dijo estar resignado a enfrentar los 87 meses de prisión que pidió el Departamento de Justicia y dio las gracias a través de su cuenta de X a quienes le han apoyado durante los últimos meses.