El Comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio que fue capitaneado por Donald Trump.

El Comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio que fue capitaneado por Donald Trump. Reuters

EEUU

Conspiración e incitación a la insurrección: Donald Trump, ante la posibilidad de terminar en la cárcel

El Congreso de EEUU nunca antes había remitido a un presidente en ejercicio o expresidente para su enjuiciamiento. La decisión adoptada podría apartar a Trump de volver a ocupar cualquier cargo público en el futuro.

20 diciembre, 2022 03:22

Donald Trump obstruyó un procedimiento oficial e incitó o apoyó una insurrección, además de conspirar para defraudar al Gobierno federal de EEUU y para hacer declaraciones falsas a la Administración, así lo considera el comité del Congreso que ha investigado el asalto al Capitolio durante 18 meses.

Se trata de la investigación legislativa más importante de los últimos tiempos. Y apunta no sólo a Trump, sino a otros cinco de sus aliados: Mark Meadows, su último jefe de gabinete, y los abogados Rudolph W. Giuliani, John Eastman, Jeffrey Clark y Kenneth Chesebro, que podrían ser enjuiciados por una serie de acciones que, según el comité, justifican una investigación del Departamento de Justicia. Los cargos que se les atribuyen conllevarían largas sentencias de prisión si los fiscales federales decidieran perseguirlos.

La aprobación de esta recomendación no tiene efectos judiciales concretos, pero supone un hito histórico porque es la primera vez que el Congreso ha solicitado imputar a un expresidente. Y esta decisión podría provocar la inhabilitación de Trump, impidiéndole volver a ocupar ningún cargo público en el futuro.

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El comité, formado en julio de 2021, está integrado por nueve miembros, siete de ellos demócratas y los otros dos republicanos, y decidió por unanimidad emitir sus recomendaciones de que se impute a Trump y a sus aliados.

Actuación "premeditada"

El resumen ejecutivo del informe de la comisión leído este lunes describe con detalle cómo Trump intentó doblegar, presionar e incluso embaucar a cualquiera que no se plegara a su intento de impedir su derrota en las elecciones presidenciales. Pese a saber que muchas de esas maniobras eran ilegales, por lo que consideran que es responsable último de la "insurrección" con sus mentiras a la opinión pública.

Trump intentó cambiar el resultado electoral de las presidenciales mediante la intervención de cargos públicos en los estados clave, de responsables del Departamento de Justicia, de legisladores estatales y otros funcionarios.

"Diseminó intencionadamente acusaciones falsas de fraude" para evitar la victoria de Joe Biden. "Estas afirmaciones falsas provocaron que sus simpatizantes hicieran uso de la violencia el 6 de enero", destaca la comisión.

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El discurso y la postura de Trump fueron "premeditados" porque sabía que las acusaciones de fraude eran falsas pese a lo cual no le importó seguir difundiéndolas. "La decisión del presidente Trump de declarar falsamente su victoria en la noche electoral y de pedir que se parara el recuento ilegalmente no fue espontánea. Fue premeditada", subraya el texto.

Que Trump pasara la tarde viendo ese ataque por televisión, según la legisladora republicana Liz Cheney, fue uno de los descubrimientos más "vergonzosos" de la investigación. Ese día "fue la primera vez que un presidente estadounidense rechazó su deber constitucional de transferir el poder de forma pacífica al siguiente", ha insistido.

La comisión ha votado en una sesión pública final sobre la presentación de cargos penales basándose en una larga investigación. Sin embargo, el informe final de la comisión no será publicado hasta el miércoles próximo.

La petición se trasladará ahora al Departamento de Justicia, que investiga también a Trump en paralelo por su implicación en esos incidentes, que se saldaron con la muerte de cinco personas.

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La decisión de presentar cargos recae en última instancia en el fiscal general, Merrick Garland, quien en noviembre anunció la designación de un fiscal especial para investigar a Trump por su posible implicación en el asalto al Capitolio y por los documentos clasificados hallados en su residencia de Mar-a-Lago (Florida) tras su salida de la Casa Blanca.

Reacciones

El propio Trump ha tardado más de una hora en reaccionar a través de un mensaje en su red social, Truth Social, en un mensaje en el que ha cargado contra la vicepresidenta de la comisión de investigación, la republicana Liz Cheney.

"¡...Pero Liz Chaney (sic) perdió por un récord de 40 puntos!", ha espetado en referencia a su derrota en las primarias republicanas de agosto por una candidata respaldada por Trump, Harriet Hageman, por 37,4 puntos de diferencia.

Los demás mensajes publicados por Trump en las últimas horas no tienen nada que ver con la comisión de investigación, sino con la posible derogación del Título 42, una de las bases de su política migratoria, y con las noticias sobre la gestión de contenidos de Twitter durante la campaña electoral presidencial de 2020.

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El domingo Trump criticó a la comisión por ser "muy partidista" y denunció que sus miembros estaban "filtrando ilegalmente" información confidencial. "¿Cuánto más van a aguantar los republicanos y los patriotas estadounidenses en general que esto siga ocurriendo?", se preguntó.

También tras la votación, la Casa Blanca ha destacado el "importante trabajo bipartidista" de la comisión -formada por siete demócratas y dos republicanos considerados contrarios a Trump-, pero no ha querido profundizar más en los hechos.