El expresidente de Perú Pedro Castillo reacciona durante una audiencia este jueves, en la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, en Lima (Perú).

El expresidente de Perú Pedro Castillo reacciona durante una audiencia este jueves, en la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, en Lima (Perú). Efe

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Condenan al expresidente peruano Pedro Castillo a 11 años de prisión por el fallido intento de autogolpe de Estado en 2022

El exmandatario intentó disolver el Congreso y establecer un Gobierno de emergencia para seguir en el poder ante una moción de censura en su contra.

Más información: Martín Vizcarra, expresidente de Perú, condenado a 14 años de prisión por aceptar sobornos de casi 700.000 dólares

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Las claves

El expresidente peruano Pedro Castillo ha sido condenado a 11 años y cinco meses de prisión por conspiración para la rebelión tras su fallido intento de autogolpe de Estado en diciembre de 2022.

Junto a Castillo, la exprimera ministra Betssy Chávez y el exministro Willy Huerta recibieron la misma pena; además, Castillo fue inhabilitado dos años para ejercer cargos públicos y deberá pagar una indemnización solidaria de 12 millones de soles.

Castillo intentó disolver el Congreso y establecer un Gobierno de emergencia ante una moción de censura en su contra, pero fue detenido minutos después, destituido y encarcelado.

La sala absolvió a Castillo de los delitos de abuso de autoridad y grave perturbación del orden público, y absolvió también a los exjefes policiales Manuel Lozada y Justo Venero.

El expresidente peruano Pedro Castillo ha sido condenado este jueves a 11 años y cinco meses de prisión por un delito de conspiración para la rebelión a raíz del fallido intento de autogolpe de Estado que protagonizó el 7 de diciembre de 2022.

En un adelanto de la sentencia, la Sala Penal Especial del Tribunal Supremo anunció que también condena a la misma pena por este mismo delito, tal y como había pedido la Fiscalía, a sus exprimera ministra Betssy Chávez -asilada en la residencia de la embajada de México en Lima y para la que el tribunal ordenó una nueva búsqueda- y al ministro Willy Huerta.

Además, indicó que corresponde la inhabilitación de dos años contra Castillo por atentar contra el orden constitucional y haber sido presidente de la República.

Aquel 7 de diciembre de 2022, Castillo inició el proceso para disolver el Congreso y establecer un Gobierno de emergencia nacional para mantenerse en el poder, ya que el Parlamento había iniciado una moción de censura en su contra que le habría apartado de la jefatura de Estado apenas 18 meses después del comienzo de su legislatura.

Sin embargo, su pronunciamiento no surtió efecto y a los pocos minutos fue detenido cuando había abandonado el Palacio de Gobierno de Lima y se dirigía aparentemente a la Embajada de México, donde su familia sí llegó y recibió asilo, mientras Castillo fue horas después destituido por el Congreso y enviado a la cárcel donde permanece hasta ahora.

Una vez arrestado, Castillo alegó que había sido "intoxicado" antes de leer el discurso en el que anunció la disolución del Congreso; sin embargo, se negó a someterse a un examen médico y al correspondiente test de drogas.

La sala absolvió este jueves a Castillo de los delitos de abuso de autoridad y grave perturbación del orden público, pero le impuso, además de su inhabilitación, el pago de una indemnización de 12 millones de soles (3,5 millones de dólares) en forma solidaria con sus coacusados.

Mientras, el exprimer ministro y jefe de asesores de Castillo en el momento de los hechos, Aníbal Torres, recibió una condena de seis años y ocho meses de cárcel que el tribunal dejó sin aplicar por razones humanitarias debido a su edad, 82 años.

Por su parte, los exjefes policiales Manuel Lozada y Justo Venero fueron absueltos de los cargos.

El tribunal emitió esta sentencia pocos días antes de que se venciesen los tres años de prisión preventiva que se habían dictado contra Castillo cuando fue detenido el mismo día de los hechos, por lo que debía salir en libertad si antes no se anunciaba el fallo.

La condena de Castillo se produce un día después de que otro expresidente, Martín Vizcarra, fuera sentenciado a 14 años de prisión tras ser declarado culpable de aceptar sobornos años antes de asumir el cargo.