Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela se forman durante un patrullaje de seguridad reforzado en el lago de Maracaibo.

Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela se forman durante un patrullaje de seguridad reforzado en el lago de Maracaibo. Isaac Urrutia Reuters

América

Trump ultima una lista de objetivos militares dentro de Venezuela para provocar la caída del régimen de Maduro

El presidente de Estados Unidos, preguntado con insistencia sobre el bombardeo inminente del país caribeño, niega que estas acciones militares estén entre sus planes.

Más información: Trump autoriza a la CIA a realizar acciones encubiertas en Venezuela mientras sobrevuela sus costas con bombarderos

R. Pons
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Las claves

La administración Trump está preparando una lista de objetivos en Venezuela para aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro, incluyendo puertos y aeródromos sospechosos de participar en el tráfico de drogas hacia EEUU.

Los bombardeos propuestos por Trump buscan enviar un mensaje directo a Maduro para que abandone el poder, en el marco de una estrategia más amplia contra el narcotráfico.

El despliegue militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico oriental se ha intensificado, con la llegada del portaaviones Gerald Ford como parte de las acciones contra supuestos vínculos criminales venezolanos.

La diplomacia estadounidense presenta a Maduro como líder de una organización criminal, acusando a su gobierno de controlar cárteles de drogas y describiendo a Venezuela como un "centro del terrorismo internacional".

La Administración de Donald Trump está ultimando una lista de infraestructuras dentro de Venezuela que podrían convertirse en blancos de una operación aérea destinada a aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.

Fuentes estadounidenses consultadas por The Wall Street Journal señalan que los objetivos analizados incluyen puertos y aeródromos controlados por las Fuerzas Armadas venezolanas. Todos ellos sospechosos, según Washington, de estar implicados en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos.

De ejecutarse, los bombardeos tendrían como objetivo principal enviar una señal directa al dirigente venezolano para que abandone el poder, según esas mismas fuentes, que recuerdan que el presidente de Estados Unidos ha prometido endurecer el combate contra las redes del narcotráfico.

Lo cierto es que el despliegue militar estadounidense en el Caribe y en el Pacífico oriental es llamativo. Por el momento, las acciones se han limitado al ataque de embarcaciones que Washington denuncia sin pruebas que están vinculadas a grupos criminales. Al menos 14 barcos han sido alcanzados y 61 tripulantes han muerto, de acuerdo con los datos oficiales.

La llegada del grupo de combate del portaaviones Gerald Ford ampliará de forma sustancial la presencia militar en la región en las próximas semanas.

Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha insistido en frenar la entrada de drogas desde América Latina. El año pasado murieron más de 48.000 estadounidenses por sobredosis de opioides sintéticos y 22.000 por cocaína. El fentanilo se produce principalmente en México a partir de componentes químicos procedentes de China. Pero la Administración republicana centra su discurso en la supuesta implicación de Caracas en el negocio.

La ofensiva no es solo militar. La diplomacia estadounidense ha iniciado una campaña pública para presentar a Maduro como jefe de una organización criminal que pretende inundar Estados Unidos de estupefacientes. Sin aportar pruebas, varios altos cargos han descrito Venezuela como un “centro del terrorismo internacional” y han afirmado que el Ejecutivo venezolano controla los cárteles.

El secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional del país, Marco Rubio, ha asumido un papel protagónico en esa estrategia. “Nos enfrentamos a narcoterroristas, el equivalente a Al Qaeda en el hemisferio occidental”, declaró hace unos días ante la prensa.

Otros aliados de Trump han animado a Maduro a abandonar el país. El senador Rick Scott afirmó que, de estar en el lugar del autócrata venezolano, “pondría rumbo a Rusia o China”.

Desde hace años, Estados Unidos apuesta por provocar una ruptura en los cuarteles o un levantamiento social. Pero, a día de hoy, las Fuerzas Armadas venezolanas continúan respaldando al presidente y no se han registrado protestas significativas en las calles.

Trump juega, mientras tanto, al despiste. Esta tarde ha negado que piense bombardear objetivos en Venezuela. La semana pasada, sin embargo, afirmó que “lo próximo” será bombardear su territorio.