Trump saluda a periodistas durante un recorrido con un arquitecto y asesores en la azotea de la Casa Blanca, el 5 de agosto de 2025.

Trump saluda a periodistas durante un recorrido con un arquitecto y asesores en la azotea de la Casa Blanca, el 5 de agosto de 2025. Jonathan Ernst Reuters

América EEUU

Del 50% a Brasil al 15% a Japón: estos son los países (y sectores) afectados por los aranceles de Trump que entran hoy en vigor

El nuevo esquema gravará importaciones procedentes de casi 200 países, con tasas que varían según el origen y el tipo de acuerdo alcanzado con Washington, así como la relación de los gobiernos de los respectivos países con EEUU.

Más información: Trump anuncia aranceles del 100% a semiconductores y chips para forzar a las empresas a que "fabriquen en EEUU"

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Este jueves 7 de agosto entran en vigor los aranceles que Donald Trump ha impuesto a más de 200 países. Su objetivo es corregir desequilibrios comerciales y proteger la industria nacional, de acuerdo con la filosofía America First de la que hace gala el republicano. Y para ello ha anunciado esta madrugada aranceles el 100% a semiconductores y chips para forzar a las empresas a que "fabriquen en EEUU".

En medio de un complejo tablero de negociaciones bilaterales, Washington ha endurecido su postura frente a algunos de sus socios estratégicos. También contra países con Gobiernos con los que está lejos de tener afinidad. Entre ellos, Brasil y la India son los países peores parados, ya que se han convertido en blanco de las mayores subidas arancelarias anunciadas hasta el momento.

En este sentido, EEUU justifica la subida arancelaria a Brasil como respuesta a lo que califica de persecución política contra el expresidente Jair Bolsonaro. Esa visión se ha traducido en la imposición de un gravamen total del 50%, lo que convierte a Brasil en uno de los países más castigados por la nueva política arancelaria de Trump.

En el caso de la India, al arancel del 25% preexistente con motivo de equilibrar el déficit comercial, se le suma ahora otro también del 25% que surtirá efecto a partir del próximo 27 de agosto como represalia por la compra de petróleo ruso, hecho que Washington interpreta como un desafío a su política de presión sobre Rusia tras la invasión de Ucrania.

Alcance por países

El plan establece un arancel base del 10% para países con superávit comercial con EEUU, como el Reino Unido o Brasil. En el caso brasileño, la cifra real será del 50% tras la adición de un 40% punitivo anunciado a finales de julio.

Para países con déficit comercial frente a Washington, la tarifa mínima será del 15%, que afectará a la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y cerca de 40 economías más. En este grupo también figuran varias naciones latinoamericanas y asiáticas.

Algunos países afrontarán tasas superiores: India pagará un 25%; Taiwán, un 20%; Sudáfrica, un 30%Siria será el país más castigado, con un 41%, mientras que economías como la de Serbia (35%) o Bosnia-Herzegovina (30%) también se verán afectadas.

Otros casos han quedado al margen, al menos de momento. China, epicentro del déficit comercial estadounidense, mantiene una tregua hasta el 12 de agosto mientras continúan las negociaciones.

De forma similar, México logró una prórroga de 90 días para evitar un arancel general del 30%, aunque seguirá afrontando gravámenes del 25% a automóviles y del 50% a metales industriales.

Sectores más afectados

El impacto será transversal, pero algunos sectores resultan especialmente expuestos:

La industria automovilística no estará exenta de esta ofensiva arancelaria. Los coches europeos y japoneses estarán sujetos a un arancel del 15%, mientras los mexicanos pagarán un 25%.

Manifestantes en Brasil protestan contra la presión arancelaria de Trump.

Manifestantes en Brasil protestan contra la presión arancelaria de Trump. Reuters

En lo que atañe a la industria metalúrgica, el acero y el aluminio de países como Japón, Canadá o México soportarán aranceles del 50% en algunos casos. Washington argumenta que la protección de este sector tiene también un componente estratégico.

En cuanto a los productos tecnológicos, Taiwán, gran productor de semiconductores, afrontará un 20% de arancel. El pulso con China incluye restricciones cruzadas en minerales raros clave para la industria tecnológica.

Sin embargo, en un golpe a estas empresas, Trump ha anunciado esta madrugada aranceles del 100% a semiconductores y chips para forzar a las empresas a fabricar en Estados Unidos. 

En agricultura, exportadores como Nueva Zelanda (15%) o Chile (10%) temen que el incremento de tarifas erosione su competitividad. En Bangladesh, vital proveedor textil, el arancel será del 20% tras una rebaja desde el 35% inicial.

Además, Trump ha presionado a multinacionales para que bajen los precios de sus productos farmacéuticos en EEUU, sugiriendo posibles represalias comerciales adicionales.

Volumen de comercio 

La magnitud de la medida es excepcional: práct icamente todo el volumen importador de EEUU, unos 3,4 billones de dólares en 2024, quedará sujeto a algún gravamen. El golpe será especialmente duro para países muy dependientes del mercado estadounidense.

Canadá, cuyo 75% de exportaciones se dirige a EEUU, verá gravada con un 35% buena parte de su venta de bienes no cubiertos por el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).

Lista de aranceles anunciados por Trump el 2 de abril de 2025.

Lista de aranceles anunciados por Trump el 2 de abril de 2025.

Como segundo socio comercial de EEUU, la Unión Europea aceptó el 15% para evitar cifras mayores. A cambio, se comprometió a compras energéticas e inversiones masivas en territorio estadounidense.

Dentro de la zona comprendida por el sudeste asiático, Corea del Sur limitó el arancel al 15% tras negociaciones. Vietnam, Malasia o Tailandia lograron rebajar hasta el 19% tasas inicialmente mucho más altas.

De entre los países que componen América Latina, Chile, Colombia y Perú afrontan el arancel base del 10%, mientras Brasil lidia con un 50% total.

Objetivos declarados

La Casa Blanca sostiene que el déficit comercial de EEUU, que en 2024 rondó los 1,2 billones de dólares, constituye una “emergencia nacional” que justifica el uso de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA).

Según Trump, los nuevos gravámenes buscan forzar una reciprocidad real: que los países reduzcan sus aranceles a productos estadounidenses o asuman tarifas equivalentes.

El presidente cita ejemplos como el del automóvil europeo, tradicionalmente gravado con un 10% en la UE frente a un acceso casi libre en EEUU. También señala a India por aplicar tarifas de hasta el 100% a ciertos bienes.

Sus críticos, sin embargo, subrayan que el déficit estadounidense se debe en gran parte a factores internos, como la fortaleza del dólar y el alto consumo, y advierten de que los aranceles encarecerán insumos y productos finales.

Consecuencias previstas

En el plano económico, se anticipan presiones inflacionarias en EEUU al encarecerse bienes importados y componentes industriales.

El FMI y analistas privados advierten de un posible impacto negativo sobre el crecimiento global, especialmente en países exportadores de manufacturas y materias primas.

En el ámbito diplomático, la medida ha generado tensiones incluso con aliados históricos. Canadá lamentó el 35% para bienes fuera del T-MEC; Australia (10% base) y Nueva Zelanda (15%) han cuestionado la justificación de sus aranceles.

Camboya redujo su tarifa del 49% al 19% y se comprometió a comprar aviones Boeing, mientras que Pakistán celebró la rebaja del 29% al 19% como un acuerdo equilibrado.

Perspectivas

Los defensores de esta estrategia comercial creen que la presión arancelaria obligará a socios y competidores a abrir más sus mercados y a comprar más productos estadounidenses.

Sus detractores temen que el resultado sea una espiral de represalias, inflación y deterioro de las relaciones comerciales globales.

China y México, con sus treguas temporales, serán pruebas clave. Un fracaso en esas negociaciones podría desatar nuevas rondas arancelarias de gran impacto.

La posibilidad de litigios en la Organización Mundial del Comercio añade otra capa de incertidumbre, aunque Washington se ampara en la excepción de seguridad nacional.