El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gesticula tras firmar la amplia legislación de gasto e impuestos, conocida como la Ley de la Gran y Hermosa Factura, en la Casa Blanca, en Washington DC, el 4 de julio de 2025.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gesticula tras firmar la amplia legislación de gasto e impuestos, conocida como la "Ley de la Gran y Hermosa Factura", en la Casa Blanca, en Washington DC, el 4 de julio de 2025. Leah Millis Reuters

América EEUU

"Me entristece ver cómo Elon Musk ha perdido el control": Trump califica de 'ridícula' la creación del 'America Party'

El presidente acusa al magnate de buscar venganza por la pérdida de subsidios y de intentar influir en el Gobierno para colocar a aliados en la NASA.

Más información: Musk anuncia la creación de un partido político para "devolver la libertad a los estadounidenses"

Publicada

La guerra entre Donald Trump y Elon Musk ha alcanzado un nuevo nivel. Este domingo, el presidente de EEUU calificó de “ridícula” la decisión del magnate tecnológico de fundar y financiar un nuevo partido político, el “America Party”, y aseguró que Musk se ha vuelto “un desastre total” en las últimas semanas.

“Los terceros partidos nunca han funcionado, así que puede divertirse con eso, pero me parece ridículo”, declaró Trump a los periodistas que viajaban con él de regreso a la Casa Blanca desde su club de golf en Nueva Jersey, según recoge The Guardian.

Poco después, amplió sus críticas en Truth Social: “Me entristece ver cómo Elon Musk ha perdido el control completamente, convirtiéndose en un auténtico DESCARRILAMIENTO en las últimas cinco semanas”.

Según Trump, el movimiento político de Musk es una reacción a su plan de eliminar los subsidios a los vehículos eléctricos, una medida incluida en la gigantesca ley fiscal y de gasto que firmó el 4 de julio.

Musk, por su parte, denunció que la norma “quebrará al país” y acusó a Trump de “despilfarro y corrupción”.

La relación entre ambos, que fue estrecha durante la campaña presidencial y los primeros meses del nuevo mandato, se deterioró tras la salida de Musk del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), en mayo.

En su breve paso por el gobierno, el empresario impuso recortes brutales de gasto y despidos masivos en la administración federal, ganándose la antipatía de la opinión pública y de los inversores de sus propias compañías.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, también cargó contra Musk, sugiriéndole que “se centre en dirigir sus empresas y se mantenga fuera de la política”.

“Las juntas directivas de sus compañías no deben haber recibido bien este anuncio”, comentó en CNN, en referencia al posible impacto negativo sobre Tesla y SpaceX.

Trump fue aún más lejos en sus acusaciones. Reveló que Musk le pidió nombrar a su amigo Jared Isaacman como administrador de la NASA, una propuesta que finalmente retiró por considerarla inapropiada.

“No me parecía adecuado que un íntimo amigo de Elon, que está en el negocio espacial, dirigiera la NASA cuando esta agencia es una parte tan importante del mundo corporativo de Musk”.

Elon Musk lanzó su “America Party” con un llamamiento a romper el “monopolio bipartidista” de demócratas y republicanos, y publicó una encuesta en su plataforma X en la que dos tercios de los usuarios votaron a favor de un sistema alternativo.

Aunque no ofreció detalles concretos, adelantó que su partido podría centrarse en dos o tres escaños clave del Senado y hasta diez distritos en la Cámara de Representantes, con el objetivo de convertirse en fuerza de bloqueo legislativo.

En las últimas horas, Musk también reavivó su enfrentamiento con Trump compartiendo una foto de Ghislaine Maxwell en prisión y preguntando por qué los hombres implicados en crímenes sexuales contra menores no están encarcelados, una alusión velada al entorno del presidente.

En tono amenazante, Trump insinuó que podría revocar subsidios federales a las empresas de Musk o incluso estudiar su deportación: “Doge es el monstruo que podría tener que volver a comerse a Elon. ¿No sería terrible?”, ironizó ante los medios.

Musk, que habría invertido más de 275 millones de dólares en apoyar la campaña de reelección de Trump, parece ahora dispuesto a dinamitar los puentes con su antiguo aliado.